4/22/2007

"Harapofiesta"

El pasado sábado por la noche unos amigos, con ayuda de mi marido, montaron una fiesta. Diez personas (nosotros, entre ellas) cocinamos en nuestras respectivas casas, un plato llamado "Ropa Vieja". Apenas había oído hablar de él así es que nos enviaron la receta a través de internet. Cada uno de los diez "cocineros" preparamos la receta para unas 15 personas. La idean era que al llegar a la fiesta, volcásemos las diez ollas en una "superolla" y poder dar de cenar a unas 100 personas.
Acudieron unas 90 y casi todas ellas pagaron 15 euros. Digo "casi todas" porque más de uno se escaqueó. También es verdad que cuando se hizo el reparto de la comida, no se calculó bién y más de uno se quedó sín probar la "Ropa Vieja" . Eso sí, la cerveza y la bebida no escaseó.
Yo fuí de las que no probó la receta, pero no porque me despistara. El motivo fué que el aspecto de la comida no me pareció muy apetitoso. Al removerla dentro de la olla, parecía el rancho de los militares en tiempos de guerra. (Vamos, digo yo, ya que nunca he estado en ninguna).
El nombre de "Ropa Vieja" le va que ni pintado ya que cuando la removían, parecía que en la olla hubiera telas cociéndose. !De verdad!
Se prepara con carne de ternera cocida y una serie de verduras pochadas, se mezcla, se añade el caldo de la carne y patatas a cuadrados y fritas. La carne tiene que ser fibrosa ya que hay que mezclarla deshilachándola.
El caso es que aunque yo preferí quedarme sín cenar, no todos opinaban lo mismo. La olla quedó totalmente vacía y los comentarios que escuché por parte de los comensales fueron todos halagadores así es que al menos, el sabor debía ser bueno.
De todas formas, la comida no era lo más importante en la fiesta. La bebida no faltó y más de uno fumó tabaco y algún que otro porro.
El local donde se celebró, es una nave industrial situada cerca del Puente de las Fuentes. Es una nave enorme en la que los dueños almacenan muebles que ya no usan. Así pude ver que había varios sofás, sillas, sillones, armarios, espejos, mesas grandes etc....Por haber, había hasta ! un ocupa! Un hombre de unos 60 años que lleva unos meses viviendo allí y al que no le importó que se celebrara la fiesta en "su vivienda". Es más, se unió a ella pasándoselo genial.
Los asistentes llevamos ropa de segunda mano, de esa que solemos acumular en casa en espera de que la moda cambie y vuelva a llevarse lo que nos compramos diez años antes. La pusimos sobre unas mesas grandes y aquello parecía un mercadillo. Yo conseguí un par de camisetas, un bolso y un collar y.......!gratis!
Fué una fiesta "diferente", "alternativa", por el lugar donde se celebró, por la variedad de personas que acudimos, por la comida, por la forma de repartirla, por las mesas con ropa de segunda mano la cual podíamos llevarnos, por el buén rollo que allí se respiraba, por la buena música que pusieron .........en fín, espero volver a repetir algo parecido.