10/01/2007

Mi amiga Luna


Bajé del autobús, entré en mi calle y al final de ella, estaba la luna, llena,enigmática, desafiante, una ligera niebla había hecho desaparecer su contorno y algo de su brillo, pero seguía igual de hermosa y lo sabía. Sabe que me gusta. Sabe que cuando la miro, puede hacer que montones de recuerdos y sensaciones emanen de mí.Cuando llegue a mi casa, saldré a la terraza con los prismáticos y la observaré -pensé- Pero no pudo ser. A mitad del camino me encontré con unos amigos y aunque esa noche sólo quería saludarles y seguir mi camino, ellos insistieron en tomar algo en un bar que hay en los bajos de mi edificio. Acepté !qué remedio!.No quería ser desagradable y además sabía que podría volver a ver a mi otra amiga, la luna, cualquier otro día, quiero decir, cualquier otra noche.De todas maneras, como la temperatura era muy agradable, sugerí sentarnos en las mesitas del exterior. Estratégicamente, elegí la silla que me permitía mirarla de frente y eso hice. a mí también me gustan los desafíos.Mis amigos comenzaron la conversación. Conversación divertida, de hecho, pero que no evitó que mi mente se volviera a llenar de trozos de mi pasado. Incluso hubo un momento en el que me dijeron: !Chica! Estás aquí ¿o qué?Disimulé !claro! ¿Cómo explicarles mi nrelación con la luna?Esa relación comenzó cuando yo era muy pequeña. Tendría 8 ó 10 años y como no tenía una habitación para mí sola en la que poder evadirme, solía meterme en el cuarto de baño (era la única habitación con cerradura). Me subía sobre los laterales de la bañera para alcanzar la ventana y poder asomarme.Era un edificio de cuatro pisos y vivíamos en el último. La ventana daba a un patio de luces y algunas noches, sobre dicho patio aparecía ella, brillante, enigmática, desafiante.....y yo le hablaba. Le contaba las alegrías y tristezas de mis pocos años. Le hablaba de mis dudas, le pedía consejos y que estubiera siempre a mi lado dándome energía.Tuve más confianza con ella que con mi hermana, unos años mayor que yo. Supongo que era porque nunca se enfadaba conmigo y nunca me llevaba la contraria.Mi vida sigue su camino y muchas noches nos volvemos a ver. Es mi amiga nocturna y solo nos vemos de noche, nuestro encuentro no dura mucho, enseguida desaparece por detrás de algún edificio,como esa noche en el bar de debajo de mi edificio.Cuando ella se fué, me despedí de mis amigos y me subí a casa. Todavía llegué a tiempo para echarle un último vistazo a través de una de mis ventanas. Solo quería decirle: !Hasta mañana amiga!