7/27/2009

La boda que no pudo ser.

Lo tenía todo preparado para la tercera boda a la que había sido invitada.
La cámara de fotos, cargada. Yo, ya había tomado un baño especial con sales. La peluquera ya había metido mano en mi cabeza (y en mi monedero, también). Como no comíamos en casa, no había preparado nada. Y en un segundo...........me quedé compuesta y sin novio, bueno, sin boda.
Dos horas antes de celebrarse, el novio, que no me toca nada (digo familiarmente) puesto que la prima (con perdón) es ella , me telefonea.
Yo, contenta de ese detalle, le pregunto si está nervioso y tras un pequeño silencio me dice: "Se ha suspendido" y yo, cortada, sorprendida y un poco imbécil también, solo se me ocurre preguntarle: "¿Se lo digo a Carmen? - Carmen es mi tía y madre de la novia- Y él me responde: "No sé, te lo digo a tí".
"Vale, vale, hasta luego" fué mi sorprendente respuesta. Y allí me quedé, sentada en el sofá, sín saber cómo se reaciona en estos casos. Es que es la primera vez que me veía en estas.
A la mañana siguiente, la llamada de ella, lo aclaro todo. Se quieren, pero viven la vida a distinto ritmo.
No sé el signo del horóscopò de ella, pero él es virgo (como yo) y ese signo lo conozco bastante bién.
Ese signo significa órden, limpieza, querer tenerlo todo bajo control, organización. Un cóctel muy peligroso que si se lleva al extremo, puede "alterar" la convivencia.
Popr supuesto, este signo también tiene cosas buenas. Y este chico las tiene todas.
Se quieren y se ha dado cuenta. Creo que más adelante, la boda se celebrará.............o no. ¿Qué importan unos papeles firmados?

7/24/2009

Dos Historias Dos.

-Historia 1-


María se levanta todos los días a las 6 de la mañana, pero eso no le supone ningún esfuerzo. En realidad, le gusta hacerlo. Sobretodo porque Samuel, su vecino de al lado, también lo hace a la misma hora.
María, desayuna cuando cree que él lo hace. Se lava, se maquilla, se viste y a las 7 espera detrás de su puerta hasta que oye cómo él abre la suya y entonces, sale. Lo hacen a la vez, se saludan y en el ascensor durante ese viaje que dura tres pisos, ella es feliz sintiéndole a su lado, aunque apenas hablen.
Al llegar a la calle, ella coje la moto que tiene aparcada en la puerta. Él, se monta de "paquete" y ella le lleva al trabajo, no muy lejos de allí.
Ella dice que le viene de paso, pero cuando él se baja y se despide con un "gracias, hasta mañana" ella regresa a casa, se desmaquilla y se vuelve a acostar, contenta por haber podido sentir sus manos rodeándole la cintura mientras le llevaba en la moto.
María trabaja de tarde y aún tiene tiempo de dormir un poco más.


-Historia 2-

Caían las hojas mientras se dirigía a su destino.
Estábamos a primeros de septiembre, pero todo indicaba que este año el otoño, se iba a adelantar.
Iba a una cita a ciegas. Era una cita extraña. Solo sabía que se llamaba Andrew. Cuando se lo dijo, pensó: "Qué casualidad. Mi marido se llama Andrés".
Llevaban casados 15 años y a lo largo de esos años se había dado cuenta de que no habían evolucionado de la misma manera y de que no tenían mucho en común.
Él, callado, clásico, trabajador, poco hablador, sin hobbies........
A ella le gustaba salir, era muy comunicativa, también trabajadora, aunque sin que eso fuera su meta en la vida.
Ella le recriminaba, en silencio, su falta de interés por hacer algo diferente, por compartir con ella otras experiéncias. Era tan distinto a como ella le conoció......Por eso un día, se decidió a entrar en internet, y se puso a buscar amigos. La casualidad, le puso en contacto con Amdrew.
Cada día esperaba con ilusión que llegara la noche, para empezar la comunicación con él, mientras su marido, se quedaba en su oficina trabajando, siempre trabajando, se lamentaba ella.
Andrew y ella decidieron que había llegado el momento de conocerse. Para ello, quedaron que ambos llevarían un libro (nada original) El libro elegido fué "El Guardián entre el centeno". A ambos le gustaba.
El corazón le iba a cién conforme se acercaba al lugar del encuentro, consciente de que a partir de esa noche, su vida iba a cambiar.
Cuando entró en la cafetería lo vió y su corazón pareció detenerse. Él estaba de espaldas. Se detuvo durante unos segundos, dudando y se sentó en otra mesa para darse tiempo y pensar sin que él pudiera verle.
Un cuarto de hora más tarde, se levantó y caminó hacia él. Cuando llegó a su altura, puso la mano sobre su hombro y le dijo: "Hola Andrés"

7/14/2009

La cita anual.

Tengo dos amigas, hermanas y gemelas para más señas, con las que me reuno una vez al año, que no hace daño.
Siempre lo hacemos en verano. Cuando yo dejo de dar clases, es el momento de hacer la llamada telefónica para preparar el encuentro.
Somos amigas desde que estábamos en el colegio. Yo vivía en el entorno de la Plaza Santo Domingo y ellas en el barrio de La Química- bueeeno,vaaale La Almozara- Que ahora se han vuelto muy fisnos los vecinos de ese barrio, pero cuando éramos pequeñas, decíamos "La Química" y todo el mundo sabía de qué barrio hablábamos.
De una manera u otra nuestras vidas han estado ligadas a él.
Allí en ese barrio, durante los primeros años de nuestra adolescencia, vivimos las luchas políticas de algunos curas- jesuítas- de izquierdas, que se revelaban contra el poder. No sabía muy bién qué, o por qué lo hacían, pero para mí, que todavía llevaba trenzas de colegiala, esos jóvenes eran casi héroes.
En ese barrio vivía y conocí a mi pareja y allí, hasta hace dos años han vivido sus padres y ahora ese mismo piso se ha convertido en su estudio. Así es que, de una manera u otra, sigo atada a él.
Una de mis amigas gemelas, sigue viviéndo allí. Toda su vida ha transcurrido en ese barrio. Todo lo más que ha hecho, ha sido comprarse un piso en la calle de delante.
Recién estrenada nuestra juventud, nuestras vidas tomaron rumbos distintos. Mi pareja y yo nos fuimos a Barcelona a vivir..........pero eso es otra historia y mis amigas y yo, dejamos de tener contacto. Contacto que se reanudó, cuando unos años más tarde y de regreso a mi ciudad les telefoneé para ver cómo les iba.
Desde hace unos cuantos años, además de telefonearnos en las fechas claves: cumples, navidades, etc, instauramos la constumbre de vernos aunque solo fuera una vez al año. Así es que hace un par de semanas, pensé que ya había llegado el momento y de los 365 días que tiene el año, decidí que fuese hoy, lunes 13 de julio. Y la hora, la de las corridas de toros. A las 5 de la tarde (bueno, a las 5.30)............ Luego hablan de lo valientes que son los toreros por enfrentarse a un toro.........¡Ja! ¡Valiente yo, por salir de casa a esas horas!, ¡Un calor! Según uno de esos termómetros que hay en la calle, había ¡42 grados!
Ha sido poner un pié en el asfalto, notar que me faltaba la respiración y preguntarme "¿Y si la llamo y lo dejamos para otro día que haga más fresco?
Pero después de un par de segundos y con elegancia torera, me he lanzado al ruedo, ehhh, a la calle, quiero decir. Y después he tenido que recorrer los doscientos metros que hay desde mi casa a la parada del autobús. Doscientos metros bajo un sol de in-justicia.
He llegado al lugar del encuentro con mi amiga sudando de tal manera, que los 20 minutos que había invertido en maquillarme, no habían servido para nada. El maquillaje se me estaba escurriendo junto con el sudor, así como las gafas para el sol, que no había manera de que se sujetaran en la nariz.
En una mano un pañuelo de papel y en la otra un abanico que no paraba de mover y en estas, llega un autobús de donde baja una de mis amigas y me suelta la frase :"Mi hermana vendrá más tarde" y yo, entre el calor que hacía, que no me dejaba pensar bién y que ellas son gemelas, me ha asaltado una duda y me he preguntado en silencio :"¿y tú, quién demonios eres, Pili o Carmen?
Como no quería que se diera cuenta de mi despiste, la conversación ha sido un poco surrealista, nada, cosas generales, sín poder preguntarle por sus ¿hijos o hijas?. Un cuarto de hora he tardado en saber quién de las dos era y a partir de ese momento, todo ha transcurrido con mucha placidez.
Hasta las nueve de la noche hemos estado conversando y después, nos hemos despedido hasta el año que viene, cuando volveremos a tener nuestra cita anual.

7/07/2009

La excursión programada.


Para prepararnos para la boda a la que asistimos en junio, las chicas del club del martes, del que soy miembra (como dice una ministra), decidimos hacer una especie de régimen. "Todo sea por estar más guapas"- dijimos-.
Algunas tuvieron que hacer más esfuerzo que otras, la verdad. Pero el resultado no ha estado mal. Y hete aquí, que como nos supuso tanto esfuerzo ese régimen, decidimos que depués de la boda, mandaríamos todo a hacer puñetas y nos comeríamos un bocadillo ¡de calamares!. Sí, a lo racial. Algo autóctono, algo nuestro, con salsa brava y todo. No íbamos a andarnos con tonterias...........
Por lo tanto, pusimos una fecha en la que todas pudiéramos estar libres porque.....Que si una tenía otra boda aquí en Zgza. Otra, iba a estar también de boda en Madrid, otra, que tenía cita con el dentista, otra (yo) que me iba a Venecia.........Nada, tonterias, parecían excusas. Pero al final, nos pusimos de acuerdo y ese día era hoy 7 de julio..... ¡Anda! ¡San Fermín!
El caso es que hemos quedado hoy las cinco, a las siete je,je,je.
Hemos comprado unas latas frías y las hemos metido en una pequeña nevera portátil que M. Jesús ha llevado (previsora que es la chica) y hemos cogido el bus. Todas menos Loli, que con su moto, ha sido la encargada de ir a comprar los bocadillos . Porque no nos los hemos comido en el bar. La idea era irnos de excursión al Parque de Macanaz, a la ribera del río Ebro, que también es muy nuestro, como los bocatas de El Calamar Bravo. Y el mejor lugar para comérnoslos allí, era sentadas alrededor de la obra artística (no le gusta decir escultura) de mi pareja.
Ha sido una buena idea salir de excursión y volveremos a repetirla pero, creo que pasaré de los bocatas, porque aunque ya hace varias horas que nos los hemos comido, yo sigo teniéndolo en la garganta. Todavía no lo he digerido y me está repitiendo un montón. Y es que mi cuerpo se ha acostumbrado a cenar cereales con leche de soja y los calamares me han sentado como una bomba de relojería.
De todas formas, lo importante ha sido la excursión en sí. El recorrido que hemos hecho por la ribera y sobretodo, por la compañía. Eso ha sido lo mejor.

Sí, si, he hecho fotos. Pinchad aquí y llegareis a ellas.