5/14/2010

Mas que baile.


Todo empezó así. Los jueves tenemos clase de bailes Latinos y hace dos semanas al finalizar la clase, celebramos el cumpleaños de Tania, la profesora. Hay fotos que dejan constancia de ello.
Trajo cosas saladas, cosas dulces y por supuesto vino, botellas de vino quiero decir, no que vino ella...que también. ¡Uf, qué lío!
Dos semanas antes, habíamos celebrado el cumple de dos de los compañeros y la anterior, el de una compañera. El caso es que ya nos habíamos acostumbrado a tantas celebraciones y de pronto, después del cumple de Tania...el vacío. Ya no iba a haber más cumples hasta junio y entonces, Ana, Loli y yo, a través del facebook nos preguntamos por qué esperar hasta entonces. No nos resignamos y proponemos para el jueves siguiente, hoy, llevar algo para compartir al final de la clase. Pensamos en un motivo pero tener, tener, no teníamos ninguno así es que dijimos ¿por qué?...¡Porque yo lo valgo! o ¡Porque somos güays o...¡ qué mas da!
La noticia corrió como la pólvora y hoy jueves han aparececido por clase alumnos que hacía algunas semanas que no venían y todos con cosas para compartir. Cosas como patatas fritas, pepinillos, olivas, cortezas, gusanitos, fuet, chorizo, queso, etc,etc. Y para pasarlo mejor las bebidas. Lambrusco, cocacola, limonadas...
Una buena combinación, baile y después cena, o cena y después baile como hemos hecho otras veces cuando finaliza el curso.
Como dice el título, ha habido Más Que Baile y encima no hemos tenido que aguantar a Belén Esteban.
Allí hemos estado un buén rato comiendo, bebiendo y haciendo fotos y después, entre todos hemos recogido. La mesa ha quedado como si no hubiera pasado nada, pero si había pasado y ha sido genial. Las fotos lo demuestran.
Las teneis aquí.

5/09/2010

Cena/ cumple Josita.


Fecha esperada la de ayer 8 de mayo. Celebrábamos que el 5 de abril fue el cumpleaños de Josita. Sí, ya sé que lo ha celebrado un mes más tarde pero es que ella es así. Yo creo que no le gusta cumplir años y retrasa la celebración todo lo que puede, pero esto que quede entre tú y yo.
He de decir que durante este tiempo de retraso, ha estado planeando la cena, preparando el menú, los aperitivos, la bebida y la decoración. Lo sé porque me llamó ilusionada en varias ocasiones para contármelo y me transmitía esa ilusión.
Lo malo que tienen las fechas tan esperadas es que cuando pasan te preguntas: "¿Y ahora, qué?"
Quizá es que las personas no nos conformamos con disfrutar de los pequeños momentos y siempre queremos más. El caso es que yo por si acaso, me propuse disfrutar de ESE momento en Josita's house.
Llegué la primera. Lo tenía previsto porque quería fotografiarlo todo cronológicamente.
Los invitados éramos pocos pero selectos. Ya se que no estoy siendo nada modesta diciendo esto, pero es que ya que escribo yo la crónica, no voy a hablar mal de nosotros.
Después de mí llegó Rupert sonriendo y haciéndonos sonreir acompañado de una botella de vino blanco comprado en el Lidt, según dijo él. Ja,ja,ja... siempre tan sincero.
Los tres nos sentamos en el sofá esperando que llegasen Cristina y Ángel. La espera se hizo corta porque estábamos acompañados de una copa de sidra.
Cuando estábamos en plena orgía de sidra El Gaitero, etiqueta dorada eso si, llegaron los últimos invitados. Hubo besos, sonrisas y un bonito y sexi delantal, regalo para Josita.
Los aperitivos nos estaban esperando en una mesa perfectamente puesta y sentados a su alrededor, empezó con una animada charla.
Después de los aperitivos llegó el plato estrella, a su vez plato estrella del restaurante Gayarre. Era borraja con arroz y almejas que estaba buenísimo. Y después, el postre. Mouse de chocolate, y aunque esté mal que yo lo diga estaba delicioso. Y está mal que yo lo diga porque lo preparé yo, pero como ya he dicho al principio que no soy modesta...
Durante la cena hablamos de películas y recordamos obras de teatro en las que habíamos trabajado juntos y me dí cuenta de lo agradecida que estoy por haber tenido la suerte de que un día me decidiese a estudiar inglés, ya que esa decisión, me ha permitido ganar dinero, hacer teatro en ese idioma y sobretodo conocerles a ellos y a otra serie de persona que considero mis amigos.
Para terminar la cena, nada mejor que una infusión relajante que contenía canela, cardamomo, jengibre, pimienta...y no sé si algo más.
Para hacer más exótico ese momento, cada sobre de infusión contenía una etiqueta con un mensaje. El mio decía: "La grandeza se mide por los dones, no por las posesiones". Profundo, para pensar...
Pasada la una de la madrugada, nos despedimos de Josita. Por supuesto todos nos fuimos contentos por la divertida velada.
La calle nos recibió con lluvia. Cristina y Ángel cogieron su coche, Rupert su bici y yo un taxi, pero no para volver a casa, la noche todavía era joven y me dirigí al Misissipi y no me estoy refiriendo al famoso río americano, aunque con lo que llovía... Se trata de un bar en el barrio de Las Fuentes donde un amigo, Paco, había estado poniendo música, disfrutando él y todo el que allí estaba. Yo llegué tarde pero no quería dejar de saludarles.
Un abrazo Paco.
Fotos aquí.

5/02/2010

Viernes rockero.


La vida está llena de pequeñas sorpresas y más tarde vereis por qué.
Viernes por la noche, comienza el fín de semana y lo hace con un chaparrón corto pero intenso, que me hace dudar si salir de casa o no. Al final decido a ir a un concierto de música, ummm ¿¿¿...??? bueno, como no tengo muy claro el estilo, evitaré clasificarla. Lo importante es que me gustó, que me lo pasé bién.
El grupo que tocaba se llama "Gran Sol". El cantante del grupo, Jesús, es amigo de mi pareja y le había pedido que proyectase vídeos durante la actuación.
Era el tercer concierto de Gran Sol y yo ni siquiera sabía que Jesús tenía un grupo de música...bueno, tampoco tengo por qué saberlo todo ¿no?.
El concierto fué en Arenas Rock, en la Plza de Utrillas y unos cuantos amigos acudieron a bailar con su música. Se ve que excepto yo, todos los demás ya sabían que era músico. Incluso habían acudido a sus dos anteriores conciertos.
Entre los que acudieron estaba Arthur Brown y no es necesario que diga quién es, que aunque reconozca que soy una ignorante en esto de la música, hasta allí llego.
También llegué al local, saludé a Luis y una voz a mi espalda me llama por mi nombre. Me giro y me sorprendo al ver a la persona que me saluda. Es la profesora (no recuerdo si irlandesa o escocesa) que todos los martes nos da a unos cuantos alumnos clase de conversación en inglés, claro que para conversar en castellano, no necesito profesora.
Sorprendida por encontrármela allí, le pregunto qué le había llevado a ese local tan lejos del centro de la ciudad y me vuelvo a sorprender cuando me dice que su marido es el bajista del grupo, cuyo cantante conozco yo.
Este es el motivo por el que digo al principio que la vida está llena de pequeñas sorpresas.
Durante las clases de conversación con esta profesora, siempre nos pregunta qué hemos hecho durante el fín de semana, pero ella no nos cuenta nada de su vida. Nunca me la hubiera imaginado casada con el bajista de ningún grupo musical, de ahí mi sorpresa.
No sé si el próximo martes me preguntará qué hice el fín de semana, pero si lo hace le diré: "Ya lo sabes".
La actuación del grupo apenas duró tres cuartos de hora y durante ese tiempo, subió al escenario Rafa que volvió a dar todo de sí.
Cuando Gran Sol terminó, fué el turno de otro grupo de Huesca llamado Willy Smith y los Fatos. Cuando ellos terminaron, recogimos los vídeos y todo lo necesario para su proyección. También las telas que habían colgado al fondo del escenario.
Salimos a la calle y esperé a mi pareja mientras él iba a buscar el coche. Durante la espera empezaron a caer unas gotas gordas y empecé a buscar a mi alrededor un lugar dónde resguardarme, pero no hizo falta ya que en ese momento ví que llegaba Luis con el coche.
Nada más subir a él, el chaparrón que me había hecho dudar si salir de casa o no, volvió a aparecer para acompañarme hasta mi regreso a ella.
A lo largo del recorrido la fuerza de la lluvia fué tan intensa, que las escobillas del parabrisas no eran suficiente para tener buena visibilidad. Eso nos obligó a conducir a 30 por hora. Por supuesto, yo iba con miedo en el asiento del copiloto pero a cambio, disfruté mucho del juego de luces que los semáforos, junto con los faros traseros de los coches y las gotas de lluvia, producían ante mis ojos y que con la cámara en la mano, he intentado reproducir.
Más fotos aquí.