12/26/2011

"Wanda's visit"

El pasado día 19 de diciembre y a las 19 horas, toma ya coincidencia, y como todos los años por estas fechas, volvimos a representar una obra de teatro. El hecho de hacer la obra de teatro es el indicador de que las navidades están cerca y ese hecho ya forma parte de la historia de la Escuela.
Como este año varios de mis compañeros actores se lo han tomado como año sabático, tuve que elegir una obra un poco más corta, ya que no es lo mismo llevar el ritmo de una obra de una hora de duración entre 8 personas, que hacerlo entre 5, porque eso significaría tener que aprenderse un papel más largo y mucha más responsabilidad.
Con los nervios que paso a la hora de salir a actuar ya solo me faltaba estar durante una hora en escena...pensándolo bien, eso es lo que he hecho este año, solo que durante casi 40 minutos.
El escenario es muy fácil de montar, tan solo había una mesa para cenar, una mesita baja y tres sillas y con tan solo esos muebles, hemos recreado un hall, un salón, un cuarto de baño, un dormitorio...y un restaurante. ¡A ver quién da más!
La sala de usos múltiples de la Escuela que es dónde se hace el teatro, estaba a rebosar. No recuerdo otra ocasión en la que actuásemos con tanto público. No solo todos los asientos estaban ocupados, es que además tuvieron que poner sillas por los pasillos laterales. Con decir que había sillas pegadas al lateral derecho del escenario...
Desde los primeros minutos de la actuación, el público se introdujo en lo que era el meollo de la obra y lo demostraron riéndose en diferentes momentos y eso para un actor es muy importante.
Como dijo Camino, otra de las actrices que actuó conmigo, "esta obra- Wanda's visit- ha sido un regalo".

Fotos aquí.

12/12/2011

Mensaje navideño 2011.

Tengo la suerte de tener una amiga con la que puedo compartir mi vena artística en el terreno musical. Las dos tenemos las mismas inquietudes en este campo y la necesidad de expresar esa creatividad que llevamos dentro. Juntas hemos grabado tres vídeos cantando sendas canciones y yo todavía me sigo enfrentando a ese momento con más nervios que ella, o quizá es que lo sabe disimular mejor que yo.
El último vídeo lo grabamos hace ya un par de meses y ante el "acoso" de nuestr@s fans (que l@s tenemos) hemos decidido volverlo a hacer.
La cercanía del año 2012 me hizo pensar que lo que deberíamos grabar en esta ocasión sería una felicitación para el nuevo año. Pensé en un diálogo cortito (que tampoco era cosa de escribir un telefilm) y nos lanzamos a la aventura.
El pasado jueves, mi amiga pasó a casa con parte del "atrezzo" para la grabación y me estoy refiriendo a una botella de cristal para licor y dos copas de coñac, todo muy sesentero. Yo preparé café y como si de dos amigas conversando mientras toman el café se tratara (en realidad se trataba de eso) empezó la grabación. Así, a pelo, sin ensayar ni nada. Eso es algo que pocas actrices se atreven a hacer ( a Dios gracias).
Los diálogos de ambas los había escrito en folios y los había pegado en la pared de enfrente para poderlos leer desde el sofá, sin caer en la cuenta de que las dos somos "un poco" miopes y apenas veíamos las letras.
A pesar de eso, seguimos adelante confiando en que después de haberlo leído un par de veces, lo habríamos memorizado. Cuatro letras borrosas no iban a detener toda la energía que las dos teníamos en ese momento.
Empezamos con nervios la grabación y ya desde el primer momento me di cuenta de que mi amiga iba a ir por libre a la hora de decir los diálogos que tanto me había costado escribir, ya que cambiaba algunos y en otros añadía palabras de su propia cosecha y aunque a mi eso de improvisar no me gusta (prefiero tenerlo todo atado y bien atado) no me importó que ella lo hiciera, incluso me divirtieron sus aportaciones.
La improvisación (eso es lo que tiene) provocó que se le trabara ligeramente la lengua, pero no nos reímos y como buenas profesionales que somos, seguimos con la grabación.
A mi se me olvidó por un momento, la marca del coñac que mi amiga me había dicho que dijera, aunque a los dos segundos, lo recordé y seguimos adelante.
La última parte del discurso en la que teníamos que desear feliz año 2012, resultó un auténtico desastre, divertido porque los errores se nos amontonaron, pero desastre al fin y al cabo. Una dijo "vosotros y vosotras" y la otra lo pronunció al revés. Luego una dijo "os deseamos" y otra no, porque de hecho, no estaba en el guión y por último una deseó "Feliz Año Nuevo" en vez de "Feliz 2012" que dijo la otra y que era lo que teníamos que decir.
Al terminar y viendo las meteduras de pata que habíamos hecho, nos echamos a reír con ganas y sugerimos repetirlo de nuevo. Limpiamos las copas de coñac y lo volvimos a grabar y esta vez salió perfecto.
Quiero aclarar que en ningún momento se nos ha pasado por la cabeza hacerle la competencia al discurso navideño que todos los años por estas fechas pronuncia el rey. Pero entre nosotras...el nuestro es mucho mejor. Seguro que no tiene la pomposidad que tiene el del rey, pero desde luego, es mucho más divertido.
A todo esto...¿os he dicho que mi amiga se llama Loli y que me lo paso genial con ella?

11/05/2011

Las salidas del club del martes.

Jejejeje. Quiero aclarar que con el título "Las salidas del club" no me refiero a ninguna persona, sino a la acción de salir al centro de la ciudad. Lo aclaro porque estas chicas son muy majas pero también muy sensibles y se ofenden enseguida.
En esta ocasión habíamos planeado irnos a comer un chocolate con churros para con su energía, poder enfrentarnos al invierno que se nos avecina, pero a última hora, justo cuando íbamos a coger el autobús hubo cambio de planes.
Loli propuso dejar para más adelante lo de meternos un chute de chocolate en el cuerpo y en su lugar irnos de compras y me dije: "Bueno, meterse en el cuerpo un chute de ropa nueva tampoco está mal" y vinieron a mi mente nombres de tiendas muy conocidas, pero en la mente de Loli estaba ir de compras a un mercadillo, el mercadillo de Ozanam que como todos los años para estas fechas tiene lugar en el Auditorio.
El recorrido por los puestos empezó bien. Éramos siete pero íbamos todas juntas de puesto en puesto mirándolo todo. Algunas ya empezaban a elegir cosas después de pedirnos opinión a las demás. De hecho, del segundo puesto Loli ya salió con un vestido nuevo. Se metió en el probador, salió con él puesto y las demás le dimos nuestra aprobación.
La visita al mercadillo transcurría con toda tranquilidad, nadie se separaba del grupo, pero todo ese orden que estábamos manteniendo desapareció a partir del cuarto puesto. A partir de allí y sin saber por qué, dos de las chicas se dirigieron a otro puesto de ropa, tres tiraron por otro pasillo, otra dijo (al menos esta avisó) que se iba a uno de bisutería y yo me quedé anclada sin saber hacia dónde ir, ni a qué grupo seguir. Yo es que no estoy acostumbrada a ir de compras con un batallón de mujeres. Es algo que me gusta hacer en privado para ir a mi aire y sin preocuparme por dónde andan los demás.
En esa duda trascendental de tener que elegir un camino en mi vida vi a Mª Pilar y a Mª Jesús tratando de elegir un muñeco de entre una montaña de ellos. Entonces mi parte infantil tiró hacia allí e incluso me hubiera quedado con alguno de ellos.
A pesar de que le dimos algunas sugerencias...y mira que había para elegir, Mª Pilar no se decidió por ninguno, pero no por nada en particular, es solo que si en el diccionario buscas la palabra "DUDA", en lugar de una descripción, encontrarás su fotografía. ¡Qué de tiempo pierde antes de tomar una decisión!
Por supuesto salimos de allí sin ningún muñeco y seguimos recorriendo los puestos encontrándonos por algunos pasillos, con otras dos de las chicas del grupo que nos enseñaron lo que habían comprado.
Se hacía tarde y teníamos que dejar el Auditorio y fue entonces cuando M.Pilar quiso volver al puesto donde estaba la montaña de muñecos. Le acompañé y allí volvimos a revisarlos todos y ella seguía sin decidirse. Aburrida de esperar, abandoné la montaña de muñecos porque al otro lado del puesto vi una caja llena de pequeños y variados muñecos. Entre estos sobresalía un pequeño patito amarillo con pico naranja. Era el típico patito de goma para jugar en la bañera. Era el patito que desde hacía tiempo había querido tener...y estaba allí, solo había uno y podía ser mio.
Me olvidé de Mª Pilar y sus muñecos (que no estoy diciendo que sea ventrílocua) y me acerqué al patito. Pregunté a la dependienta el precio y me dijo que un euro pero que tenía que llevarme seis de esos juguetitos.
_¡¡Qué!! ¿Seis juguetes por un euro?-_ le dije. Pero es que solo quiero el pato...
_Ya, pero te tienes que llevar cinco juguetes más.--Me respondió.
Todavía perpleja por el hecho de comprar 6 por un euro, elegí un muñeco de tarzán vestido solo con un taparrabos (y eso que no tenía rabo) A dicho tarzán se le podía mover la cabeza y las cuatro extremidades. Hasta el taparrabos se podía levantar para ver lo que había debajo...poca cosa, la verdad.
Otro de los elegidos fue un soldado al que también se le podía mover todo. Cogí un monstruo de hierro al que si le pones una pequeña pila se le encienden los ojos y un bicho de plástico duro que no tengo ni idea de lo que es. Para completar el lote de seis muñecos por un euro, me llevé un pez de goma de color naranja y que al apretarlo, chufla.
Con el lote en una bolsa de plástico miré a M.Pilar y allí seguía ella, desmoronando la montaña en busca del muñeco perfecto que es como encontrar al hombre perfecto, es decir, una utopía. Me acerqué para enseñarle mi compra pero ni caso me hizo y ella a lo suyo solo decía, que si este es feo, que si este otro está sucio, que si ese otro de más allá parece que está usado, que si este pesa mucho...¡¡uff!!
Las demás chicas se iban acercando preocupadas por el rato que llevábamos allí y fue entonces cuando una sillita para pasear los muñecos llamó la atención de M.Pilar que se puso a mirarla desde todos los ángulos posibles, incluso intentó plegarla (sin éxito). Por un momento pensamos que cambiaría de idea y al final se decidiría por la sillita, pero como solo costaba 5 euros no descartó la idea de llevarse también el dichoso muñeco que todavía seguía sin encontrar.
Hartas ya de tanta duda y tanta espera, se acercó Loli y con todo su remango, movió un par de veces la montaña de muñecos y entonces vio uno precioso, bonita cara, no pesaba mucho, parecía nuevo y con bonitas ropas. ¿¿¿Cómo no lo había visto antes M.Pilar???
Con él en la mano, se acercó a la dependienta y le dijo, 10 euros por el muñeco y la sillita y a pesar de que solo el muñeco ya costaba 15, la dependienta aceptó enseguida y no me extraña...¡¡las ganas que tenía de que desapareciésemos de allí!!. Apuesto a que si llegamos a tardar más, hasta nos hubiera dado dinero para que nos fuésemos.
¡¡¡Al fin estábamos en la calle!!! y antes de coger el tranvía para volver a casa, nos sentamos en una terraza para tomar algo y comentar las compras.
A las 10 de la noche estábamos de nuevo en nuestra calle haciendo planes para la salida del chocolate. Es algo que nos apetece mucho y espero que se haga pronto, antes de que el frío intenso del invierno nos quite las ganas de salir de casa a las 7.15 de la tarde, porque si al frío le añadimos que a esa hora ya es de noche, la verdad es que da pereza.
No se a qué mente brillante se le ocurrió que era bueno retrasar la hora en octubre. Salir a esas horas siendo noche cerrada más bien parece que nos vamos de marcha discotequera a beber cubatas, en lugar de salir a tomarnos un inocente chocolate con churros.
No tenemos que dar explicaciones a nadie pero el vecindario puede hacerse sus historias.
Las pocas fotos...aquí.

10/02/2011

Performance en Barcelona.


Después del madrugón ( 7'15 de la mañana es un buen madrugón) y de cuatro horas de viaje con parada incluída, hemos llegado a Barcelona y caminando hemos llegado al hotel.
Yo tenía cierto "resquemor" respecto a qué hotel nos íbamos a encontrar por la experiencia vivida hace unos tres meses cuando estuvimos es esta ciudad para visitar la casa Batlló de Gaudí y el hotel, cuya habitación apenas medía 12 metros cuadrados y costaba 100 euros la noche, estaba situado entre unas callejuelas de las Ramblas, calles donde trabajaban las "mujeres de vida alegre" que no se a quién demonios se le ocurrió ese calificativo porque sus vidas no creo que sean para tirar cohetes.
Al bajar del autocar en la estación de Sants, Luis ha sugerido ir andando al hotel. Aún recuerdo sus palabras: "Está en el Paralelo. No está muy lejos de aquí" Yaaaaaa. Pues hemos tenido que caminar casi una hora. Por un momento se le olvidó que en esta ciudad, las distancias son muy grandes.
De todas formas ha merecido la pena caminar hasta el hotel porque...¡¡¡Vaya hotel!! Un tres estrellas. Resulta que el hotel estaba lleno, pero como teníamos reserva nos han tenido que dar...¡¡Una suite!!
No ha sido la suite nupcial porque no nos han visto cara de recién casados pero...¡¡qué pedazo de habitación!! Ahora sé cómo se sienten los ricos. Una cama de 1.80, un sofá-cama, cafetera, bar,tabla de planchar y por supuesto la plancha, secador de pelo en el baño y una gran terraza para nosotros solos, con suelo de madera y en el centro una mesa con sillas de mimbre por si queríamos salir a tomar algo. Y el precio de todo esto...100 euros. Lo mismo que nos costó la habitación de 12 metros cerca de las prostitutas.
Aunque estábamos muy a gusto entre tanto lujo, tuvimos que salir para comer y tomar un café, que ya eran las 2'30 de la tarde.
Para "bajar" la comida y como hacía muy buena temperatura, callejeamos un poco por las Ramblas y...cosas del destino, llegamos a la plaza donde estaba el antiguo hotel y allí seguían las trabajadoras del sexo.
Cerca de las 6 hemos llegado al nuestro, al de ahora, al lujoso y después de pegarnos una ducha, hemos descansado un poco.
Sobre las 8 y frescos y descansados, nos hemos reunido con el resto del grupo para cenar e ir al local dónde íbamos a realizar la performance.
El local era digno de ver. Desde la calle solo te encuentras una puerta cerrada. Es un garito privado que se mantiene con la cuota de unos 200 socios y se utiliza para permitir que todo aquel que tenga algo que decir y que no encuentre otro lugar para hacerlo, pueda expresarse con total libertad.
Llamamos a la puerta del garito y como no estaba el encargado, que era la persona que nos había invitado a actuar, no pudimos pasar. No dejaban pasar a cualquiera, pero no porque fuese un local para gente "selecta", no, no. Tanto al local como al público que allí había y que me imagino serían los propios socios, los calificaría de "alternativos".
Una hora más tarde regresamos, volvimos a llamar a la puerta, tuvimos que decir a qué íbamos y nos dejaron franquear esa puerta y otra segunda puerta después antes de llegar al interior del local. Pensé, "¡Por Dios, ni en los aeropuertos hay tantos controles!"
Ya en el interior, vimos una barra de bar, varias mesitas con sillas y una pequeña tarima a modo de escenario. Tras él, el servicio y una habitación donde nos cambiamos antes de salir a actuar.
El encargado de la programación cultural del local, fue el primero en subir al escenario para leer unas poesías, algunas escritas por él y una última de un poeta catalán.
Después de él salió una chica que hizo lo mismo, leer poesía.
Los terceros en actuar fueron dos chicos que sobre un sonido algo selvático de fondo, imitaban uno de ellos a un oso perezoso -y eso quiere decir que apenas se movía- y su acompañante imitaba a un armadillo o algo así y medio encorvado, lo único que movía era los dedos de una mano muy abierta, como imitando una garra...y así durante los casi 10 minutos que duró su actuación.
Detrás de ellos nos tocaba a nosotros, salimos los cinco vestidos de negro, con pasamontañas, algunos incluso con boina y otro con un pañuelo negro debajo del pasamontañas y guantes para que no se le viera ni los ojos, ni la boca, ni las manos. Parecía una sombra.
No subimos al escenario, nos colocamos cerca de las mesitas donde estaban los clientes. Al principio en silencio, intimidando al público.
En una de las manos llevábamos un pequeño transistor que encendimos al poco rato y en la otra, una linterna de luz negra que al acercarlas a los transistores producían interferencias. Sobre estos sonidos se escuchaba de vez en cuando unas frases que Pedro tenía grabadas en unos altavoces. Así, estuvimos durante 15 minutos.
Después de nosotros volvieron a leer poesía y una chica con un vestido corto y muy escotado subió al escenario, dijo que ella era un libro y con un pincel y pintura blanca muy aguada, escribió unas palabras sobre sus brazos desnudos, luego se acercó al público y les entregó el pincel para que también escribieran sobre ella palabras como "poema", "luz", "madre"...
Volvió a subirse al escenario, mojó sus dedos en un vaso de leche y se la extendió sobre sus brazos y piernas borrando las palabras.
Al abandonar el escenario, se derramó la leche por el cuerpo.
Después volvió a subir a actuar el que había imitado al oso perezoso y delante del micrófono leyó una poesía bastante inconformista que me gustó bastante. Después se pegó otros 6 minutos haciendo sonidos con la garganta, como si estuviera pronunciando palabras hacia dentro, fue interesante aunque si hubiera durado menos, hubiera sido mejor. Ya se sabe, lo bueno si breve...
Una pareja de dos hombres vestidos de negro y llevando sombrero fueron los siguientes en mostrarnos su trabajo. Subieron cargados con varias bolsas de las que sacaron muchos objetos que iban colocando en el escenario como si fueran a preparar su actuación. Yo esperé a que acabaran de colocarlo todo para hacerles unas fotos, pero lo que ocurrió fue que una vez que habían sacado todo, compartieron un botellín de agua, volvieron a meter todo en las bolsas y abandonaron el escenario, su performance había terminado y yo me quedé sin fotos.
Por último salió un francés alto y delgado, se sentó en una silla, se quitó un zapato y vimos que en el calcetín llevaba un agujero. Se lo quitó, sacó del bolsillo una aguja con hilo y un huevo duro. Lo metió en el calcetín y cosió el roto. Cuando terminó, sacó el huevo, lo peló y se lo comió. Se levantó y mirando al camarero le dijo:" Una cerveza". Eso era el fin de su actuación.
En ese momento se dió por concluída la sesión de poesía y performances. El público se lo pasó muy bien y nos agradeció la actuación ya que éramos los invitados.
Nos encontrábamos muy bien allí, el trato que se nos dispensó fue muy agradable aunque a esas horas ya teníamos ganas de salir a la calle porque hacía mucha calor. Era un local cerrado, no había ventilación y la mayoría del público estaba fumando y no era tabaco precisamente. Todo era muy libre allí.
Pensé que estaba muy bien que hubiera un local de esas características para que gente que se siente poeta o actor, pueda compartir con los demás todo lo que lleva dentro y también pensé que me encantaría que hubiera un lugar así en Zaragoza.
En el exterior agradecimos el aire de la calle y nos sentamos en una terraza para tomar algo y cambiar impresiones de lo que habíamos hecho y visto y sobre la una de la madrugada...al hotel, al bonito, al lujoso...
La mañana del día siguiente disfrutamos visitando varias galerías de arte y después cogimos el metro y nos fuimos a pasear por el Parque Güell bajo un sol expléndido.
Comida en un restaurante del barrio Gótico, café en una terraza frente a la iglesia de Ntra, Sra. del Mar y paseo por todas esas callejuelas estrechas llenas de tiendas. ¡Me encanta esa zona!...y más aún si encuentro algo que comprarme como ha ocurrido esta vez.
A las 8'15 de la tarde ya estábamos en la estación de Sants. A las 9 salíamos en el AVE y a las 11 cenando en mi casa.
Fín de semana diferente. 36 horas intensas que recordaré cada vez que vea las fotos y el vídeo.
Todavía nos queda el domingo para desconectar y volver a la realidad.

Fotos aquí.

9/17/2011

Otro cumpleaños más y con barbacoa.


Año tras año mi cumpleaños suele parecerse por su duración a las bodas gitanas. De hecho, han pasado 11 días y todavía me queda por recibir un par de regalos y celebrarlo con las respectivas amigas que me los van a dar.
El sábado 3 de septiembre Rupert, un amigo...un buen amigo, nos abrió las puertas de su preciosa y nueva casa y la excusa fue celebrar una barbacoa allí.
Lo conocí en el 93 y en estos 18 años ya nos ha abierto las puertas de cinco casas, pero no os confundais, no es que sea propietario de ellas, es que las circunstancias le llevan a cambiar de casa.
En esta última solo lleva viviendo un par de meses y eligió ese 3 de septiembre para enseñárnosla y fué un acierto porque la casa está en una urbanización con piscina y en estas fechas, las temperaturas todavía nos permitieron bañarnos en ella.
Nos reunimos una serie de personas casi todas unidas por el vínculo del teatro, motivo gracias al cual nos conocimos.
En el jardín de la casa y sobre la barbacoa había ternasco, longaniza, hamburguesas vegetarianas y bastantes verduras del tipo de berenjenas, pimientos, cebollas y calabacines.
Antes de llegar, el anfitrión ya nos había preparado un par de fuentes con un tipo de ensalada diferente en cada una de ellas y también una tortilla de patata...todo buenísimo.
Pensé que esa reunión/comida con amigos sería una inmejorable ocasión para empezar a celebrar mi cumpleaños ya que iba a tener lugar solo dos días después y para ello además de un poco de ternasco, llevé un par de botellas de sidra y un bizcocho de chocolate que hice con todo el cariño.
Allí recibí mi primer regalo...un bonito colgante largo que ya no me quité del cuello y el cual sigo llevando con bastante frecuencia.
Lo llevé al día siguiente cuando seguí celebrando mi cumple con otra comida, esta vez en un restaurante con mi familia y también me lo puse al día siguiente día 5, día en el que realmente nací hace unos años, cuando me fui a desayunar con mi madre...¡¡a tomar viento fresco la dieta!! un chocolate con churros. Y al día siguiente martes, siguió la celebración desayunando una buenísima napolitana de chocolate con unas amigas y por la tarde con las chicas del club del martes.
El pasado lunes y cuando parecía que por este año ya había dado por terminadas las celebraciones, volví a quedar con otra amiga, su marido y el niño y los invité a tomar algo y me volví a casa con un regalo. Llega el martes y lo celebro con Antonio, otro amigo y el jueves vuelta a celebrarlo esta vez con Florencio. Todavía me queda mi amiga Josita que espero hacerlo en breve y... y... y el próximo año acuerdo una fecha y los invito a todos a un spa o a un balneario y así evito tener que recordar durante dos semanas que cumplo un año más. ¡¡¡Qué estrés!!!

Aquí os dejo algunas fotos del día de la barbacoa, con momento piscina incluído.

8/13/2011

La Ruta Dalí.


¡Vaya verano que llevo siguiendo la ruta de diferentes artistas!
Cual Sherlock Holmes del arte hemos aprovechado estos meses de asueto para averiguar y conocer por dónde pasearon y vivieron y los paisajes que pintaron Van Gogh, Cezzane, Picaso y Dalí.
Con ese motivo, en Junio recorrimos Arlés, Aix en Provence y Avignon y ahora en agosto, concretamente el pasado miércoles 10 y el jueves 11, visitamos la casa de Dalí y Gala en Portlligart y el Museo Dalí en Figueras.
Salimos a las 9 de la mañana del miércoles- sí, ya se que esa hora es tarde para salir de viaje- pero es que odio madrugar para viajar. ¡Fíjate tú! Sería más fácil de entender si fuera para ir a trabajar pero no, yo odio madrugar para viajar. Quizá porque la noche anterior no suelo dormir bien por los nervios.
El caso es que pasamos a recoger a Daniel a la puerta de su casa- siempre ha sido muy señorito- y a las 9.15 ya estábamos en la autopista.
Cinco horas de viaje con dos paradas en el camino para tomar algo, estirar las piernas y hacer pipí.
Nuestro destino era Portlligart para ver la casa de Dalí, aunque antes hicimos una parada corta en Cadaqués, lo justico para dejar el coche en un parking y tomar algo para comer, que ya eran las dos y media y el estómago no entiende de arte.
A pesar de que la parada allí fue corta, pudimos ver algunas calles y también la playa de piedras y lo que vimos, nos gustó y es que después de cinco horas de viaje, el solo hecho de ver el mar tan de cerca, nos levantó el ánimo.
Nos dijeron que la casa de Dalí estaba muy cerca, tan solo a un cuarto de hora andando y claro nos animamos a caminar cual peregrino haciendo el camino de Santiago. Lo que se "olvidaron" de decirnos es que ese cuarto de hora a las tres y media de la tarde y con un camino cuesta arriba, puede ser matador. Pero somos fuertes, muy fuertes y cabezones también. Habíamos ido allí a ver la casa y no íbamos a reblar fácilmente.
Fué una alegría ver un poco antes de llegar, las cabezas y el huevo que Dalí colocó sobre el tejado de su casa. Mucho más bonito que ver unas antenas de televisión. ¡Dónde va a parar!
Eran casi las cuatro de la tarde y en nuestros tickets ponía que nuestra entrada sería muy taurina, es decir a las 5 de la tarde.
El tiempo de espera lo disfrutamos tumbados y sentados sobre unas rocas a orillas de la cala que hay a unos metros de la casa. ¡Qué relajante momento! Mirando al mar soñé...
La visita empezó puntualmente y en grupo de 8 personas entramos en la casa para conocer un poco más cómo vivía el genial Dalí y su esposa Gala.
Fué muy interesante el recorrido, nos lo pasamos muy bien visitando cada habitación de la vivienda. Quizá es que hay algo de voyeurismo en cada uno de nosotros, porque disfrutamos mucho viendo cada uno de los pequeños detalles de la nada normal casa de Dalí.
Como estaba permitido hacer fotos, las cámaras de los turistas que allí estábamos, echaban humo. Había tantos rincones, tantos detalles que fotografiar...
La visita terminó en un bonito jardín donde hay un pequeña piscina y hasta una zona chill-out. Al salir del jardín, dejábamos atrás la visita y entonces volvimos andando a Cadaqués donde en una cafetería a escasos cinco metros de la orilla del mar, tomamos un refresco.
Observando a los bañistas, mi pareja pudo reconocer a un famoso cantante catalán de los 70's, un autentico cantante de la sicodelia catalana llamado Pau Riba que a mí me sonaba su nombre pero que ni idea de cómo era físicamente.
Según dijo Luis, físicamente ya no era lo que era pero...¿quién no ha cambiado en 40 años? Claro que algunos cambian con más elegancia que otros y Pau Riba viendo el resultado, de elegante nada de nada.
Mientras tomábamos los refrescos veía el mar tan cerca que pensé que no podía marcharme de allí sin meterme dentro. Como no llevaba bañador pero si un pantalón pirata, lo que hice fué meterme hasta la rodilla...¡genial! el único problema fué que la playa es de piedras en vez de ser de arena y yo no sé caminar sobre ellas. ¡¡Qué torpe por favor!! Menos mal que no había ningún paparazzi por allí cerca que inmortalizara con su cámara mis posturas al andar sobre las piedras.
Al finalizar las bebidas y cuando ya se me habían secado los pies, cogimos el coche y pusimos rumbo a Figueras. Allí teníamos el hotel y el cuerpo ya nos pedía un descanso. Allí nos duchamos, descansamos y salimos a conocer la ciudad y a buscar un buen sitio para cenar.
Después de cenar en una terraza en la calle, nos cambiamos a otra para tomar unas bebidas, un póleo menta y unos helados.
A la mañana siguiente de vuelta a otra terraza, esta vez para tomar el desayuno. ¡¡Dios, que a gusto se desayuna estando de vacaciones con gente a la que quieres!! Al terminar nos fuimos al Museo de Dalí que estaba a escasos metros y aunque tuvimos que hacer cola... mereció la pena.
No puedo describir con palabras todo lo que hay allí, por eso hice las suficientes fotos para que podais verlo vosotros mismos. Solo diré que salimos muy contentos de la visita.
Lo que hicimos al salir fué buscar un local para tomar un vermut, pero cambiamos de idea cuando vimos un bar antiguo y entramos a tomar unos granizados de limón y una horchata.
Después buscamos un restaurante y al salir, ya con la tripa llena, tomamos café en otro lugar muy agradable. A partir de ahí, el grupo se dividió. Los chicos y yo habíamos decidido que antes de dejar Figueras visitaríamos el Museo del juguete antiguo, pero esta vez Luis prefirió callejear.
En el Museo del Juguete pasamos un buen rato viendo los juguetes con los que jugaban nuestros padres y abuelos, aunque no sé por qué, yo salí de allí con un poco de tristeza.
Hice fotos, por supuesto, porque algunos de esos juguetes me impresionaron. Había un altar de iglesia con figuritas de curas y monaguillos, que digo yo que sería para jugar a repartir hostias. Creo que hacía falta estar muuuuy aburrido para ponerse a jugar con eso. Era la versión antigua de los Plays de Famobil.
También había una colección de muñecas, algunas de ellas de trapo, cuya mirada me daba miedo. Le hice fotos a un par de muñecas que me imagino serían las Bartbies de comienzos del siglo pasado.
Otro muñeco tumbado sobre una camilla de cristal servía para jugar a médicos...o a Jack el Destripador, porque el instrumental que había cerca del muñeco y sobre la camilla, eran objetos tan poco tranquilizadores como una sierra y unas tenazas. Como para ponerte en manos de un médico en aquella época.
La variedad de juguetes era tal, que hice fotos para que pudierais disfrutar vosotros también.
Al terminar la visita, cogimos el coche y vuelta a casa.
Otras cinco horas, esta vez con una parada para descansar y una retención por un accidente cerca de Barcelona.
Llegamos a la casa a las 11 de la noche, cansados pero contentos, muy contentos por los dos días que habíamos pasado siguiendo la ruta de Dalí.
¿Quién será el próximo pintor a quién vamos a seguirle la pista?

Aquí podréis ver las fotos. Disfrutad.

7/11/2011

Érase una vez,



"Érase una vez una niña llamada Caperucita Roja que vivía con su mamá. Su abuelita vivía en el interior del bosque y cada día...
Si lo que recordais del cuento se asemeja a esto, os llevareis una verdadera sorpresa si visitais la exposición "Nel cestino di Cappuccetto Rosso" que sólo hasta el próximo viernes estará en el interior de la antigua fábrica de chocolates Zorraquino sita en la calle Lourdes 5-7.
El pasado viernes cuando se inaguró, la fábrica se llenó de un público deseoso de ver la particular visión de este cuento a través de las obras de varios artistas.
Cuando llegué en compañía de una amiga, me sorprendí del poder de convocatoria de l@s organizadores porque el local estaba lleno.
Las obras eran muy variadas. Había tres grandes piezas que colgaban del techo. Había diapositivas, cuadros, esculturas, dibujos, fotografías, muñecas, instalaciones, un maniquí de rojo, una mesa cubierta de hojas secas (el bosque) y sobre ellas un libro forrado con fieltro rojo (Caperucita), otro forrado de bata del Pirineo (la abuelita) y otro forrado de pelo (el lobo)...
Había un podio alto pintado de rojo y si te subes a él puedes encontrar un curioso e interesante libro con dibujos donde el autor de la obra nos enseña su personal Caperucita.
Entre tanto homenaje a la protagonista del cuento, encontramos una pequeña escultura de madera que nos muestra a un inquietante lobo.
Otros artistas también nos dejan su visión del cuento a través de obras audiovisuales y lo hacen mostrando varios vídeos. Seis son los artistas que han elegido esta forma artística de expresión.
Durante la inaguración se realizaron varias performances no dando relax al público que allí había.
La nota curiosa de esta exposición la puso la petición que se hizo a la gente que iba a acudir para que llevara algún alimento con la única condición de que fueran rojos.
Sobre un par de mesas se fueron colocando dichos alimentos: Pan con sobrasada, chorizo frito, chorizo sin freir, queso de bola, pimiento rojo, tomatitos, cebolletas rojas, manzanas, sandía, cerezas...muchas cerezas, bombones cuyo envoltorio era rojo, gazpacho, zumo de tomate, Bloody Mary...y también chuches rojas en varios recipientes.
Al poco rato de estar allí y entre otras cosas debido a la gran cantidad de personas que acudieron al evento, la temperatura fué subiendo y de vez en cuando se hacía necesario salir a la calle a recuperar la respiración.
En la calle tampoco se estaba sola, porque a los que estábamos allí porque necesitábamos respirar aire fresco, se unieron los que necesitaban fumar.
Hubo momentos en los que había tanta gente en el exterior, que los vecinos debieron pensar que el botellón de la zona de Moncasi, se había trasladado allí.
Acudí allí no solo para poder disfrutar de las obras y del ambiente general de la fábrica, también para poder volver a ver a amigos a los que me suelo encontrar en estos actos y la razón principal era porque me sentía parte de ella ya que yo aparecía en uno de los vídeos de la exposición.
El vídeo nos muestra a falta de una, a tres caperucitas rodeando al lobo, castigándole...bueno, es mejor que lo veáis.
Estoy contenta de haber participado pero a la vez tengo que decir que me cuesta y mucho verme en el vídeo y si hay alguien más viéndolo, más difícil me resulta, pero a pesar de los nervios durante la grabación y su posterior visión ha merecido la pena.
En el anterior artículo de este blog dije que mas adelante incluiría unos minutos del vídeo, pero no va a ser así, esos minutos los incluiré en este artículo pero el director del mismo me ha dicho que me pasará esos minutos cuando acabe la exposición y eso ocurrirá en una semana.

Mientras tanto, aquí os dejo las fotos de ese día.

6/30/2011

Caperucita Roja.

A todos en algún momento de nuestra infancia nos han leído alguno de los cuentos infantiles tan clásicos y conocidos como "La Cenicienta", "Alí Baba y los 40 ladrones", "Blancanieves y los 7 enanitos", "Hansel y Gretel", "Los tres cerditos"...y cómo no, el más famoso de todos ellos "Caperucita Roja".
Yo soy una de esas niñas a las que no solo me los leyeron si no que también los oía por la radio de entonces y aunque yo no se los leí a mis hijos, otros familiares lo hicieron.
Tengo que reconocer que nunca me gustaron mucho ese tipo de cuentos, al menos desde que empecé a pensar y razonar por mí misma. No me convencen sus moralejas.
Y hete aquí ¿quién me lo iba a decir? que muchos años después...o no tantos, el cuento de Caperucita Roja iba a volver a mi vida, aunque no con la misma historia.
Se va a inagurar una exposición con el título genérico de este cuento y mi pareja, artista de esta ciudad, se ha metido en el mundo audiovisual para presentar un vídeo. En él aparece, un hombre (el lobo) y tres mujeres (las caperucitas rojas).
Me ofrecí para ser una de esas caperucitas. Si, es que tengo unas raíces de actriz que afloran en cuanto veo una oportunidad de actuar y además me gustaba la experiencia aún sabiendo los nervios que iba a pasar.
El vídeo trata de mostrar la humillación del lobo por parte de las 3 caperucitas y también cierto tipo de redención, pero eso es algo que el director explicará (si lo desea) mejor que yo.
Si él me deja, publicaré el vídeo en cuanto acabe la exposición. De momento aquí dejo algunas de las fotos que tomé con mi cámara.
Fueron hechas para intentar relajarnos un poco antes de la grabación, aunque también hay alguna hecha al final de la performance, como la que le hice al "lobo" tal y como quedó al final de los casi 40 minutos que duró el acto.

Aquí están las fotos y el vídeo...en cuanto me dejen.

6/26/2011

Vacaciones por la Campiña Francesa.

Sin planearlo demasiado decidimos viajar por la Campiña Francesa para hacer la ruta de los pintores por algunos pueblos. Y ahora aquí estamos tomando el desayuno a las 12 de la mañana, que aunque para los autóctonos es ya la hora de comer, nosotros todavía estamos con el horario español.
El hotel elegido está situado en pleno campo. El camino hasta llegar a él es una carretera con altos árboles a ambos lados cuyas copas se juntaban en lo alto dejando pasar el sol entre sus hojas, pero de manera tamizada y no molesta.
A cierta altura de este camino arbolado hay un desvío privado. Este camino es de tierra y después de ciertos baches se llega al hotel.
El hotel es precioso. Es una gran casa muy tranquila y rodeada de árboles. Bajo nuestros balcones y bajo frondosos árboles hay unas cuantas mesas donde los clientes toman el desayuno y cenan. De hecho allí cenamos anoche cuando llegamos porque era muy tarde para bajar al pueblo y para encontrar allí algún restaurante abierto.
Como digo, allí en esas mesitas bajo los árboles cenamos anoche, pero no lo hicimos solos. Además de varios clientes, había un ejército de mosquitos que también decidieron no bajar al pueblo y quedarse allí a chuparnos la sangre.
Los camareros, que nos veían manotear al aire espantándolos, nos rodearon de velas antimosquitos pero que no sirvieron de nada, incluso creía oir el cachondeo de los chupócteros cuando nos vieron rodeados por las velas. No se amilonaros y siguieron allí. Al final de la cena, Luis ya llevaba cinco abones...yo, ninguno. Debo de tener la sangre fría...pero el corazón caliente.
El pueblo que está mas cerca del hotel es Arlés y está a 5 kilómetros. En cuanto acabemos el desayuno iremos a visitarlo.
Ya hemos vuelto al hotel con bocadillos y algo de postre para cenar a la hora que se cena en España, es decir, a las 10.30 de la noche.
Hemos pasado el día callejeando por Arlés...cuestas por aquí, cuestas por allá. Nos ha quedado poco por ver, un ejemplo es que Luis incluso ha visitado el cementerio y ha fotografiado algunas lápidas. No es morbo, yo entiendo que en esos sitios también hay cosas curiosas, pero aún así, yo pasé de entrar allí y me quedé a esperarle sentada en la sombra.
Hemos visto un precioso y bastante grande Circo Romano y un Teatro Romano también. Oye, me he dado cuenta de que estos tíos estaban en todas partes.
Luis me comentó que le gustaba más el románico que hay en España.
Hemos tenido un día de sol, Luis se ha comprado, bueno, le he regalado una gorra de mimbre para que no entre el sol y que a su vez, deje pasar el aire. Lo bueno es que este pueblo tiene muchos paseos arbolados y eso nos ha ayudado a soportar mejor la temperatura.
Nos hemos acercado al río, al Ródano...¡pedazo de río! No me extraña que los catalanes hayan sugerido al gobierno español, que compre agua de este río para llevar a los pesados de los valencianos y murcianos que no paran de pedir el trasvase del Ebro.
Había barcos navegando por él, y cuando digo barcos, no me estoy refiriendo a los barquitos del Ebro que solo navegan durante dos meses al año. Estoy hablando de casi transatlánticos. Igual me he pasado un poco, pero de verdad que eran grandes, grandes.
Por la tarde, y después de tomarnos unos granizados de cocos, hemos comprado unos sandwiches y un postre y hemos vuelto al hotel a cenar en la habitación. No queríamos cenar en el jardín del hotel. Nos negamos a que los mosquitos terminaran el trabajo que habían empezado la noche anterior en el cuerpo de Luis. Después de todo, se ha pasado casi todo el día rascándose los abones.
Mañana tenemos planeado visitar otro pueblo, este un poco mas lejos. El pueblo es Aix en Provenze.
Ya hemos vuelto al hotel.En este pueblo hemos disfrutado mucho. Es precioso, más grande que el de ayer y con mucho turismo.
Tengo ahujetas en las piernas de tanto andar. Tiene tiendas tan monas y rincones tan agradables...
Hemos visitado iglesias porque eso también forma parte de las visitas cuando se llega a un pueblo o ciudad y además porque dentro se está muy fresquico y se puede descansar sentada en los bancos. Lo de entrar y descansar ha sido sugeriencia de Luis y hemos disfrutado de un pequeño concierto de órgano que una pareja estaba ejecutando (en el mejor sentido de la palabra).
La iglesia olía y bastante a lo que tiene que oler una iglesia...a incienso, aunque me ha parecido tan intenso el olor que al final yo he sugerido irnos.
Ya en la calle vuelta a caminar y al poco rato Luis sentía que el sol estaba calentando mucho su cabeza y entonces es cuando se ha dado cuenta de que no llevaba el gorro que yo le había regalado y recordó que al entrar en la iglesia lo había dejado sobre el banco.
Hemos vuelto a buscarlo sin muchas esperanzas la verdad, pero ¡oh! allí estaba. No pensábamos encontrarlo porque cuando habíamos estado dentro, Luis me había dicho si quería poner una vela a algún santo y yo le había contestado que no pagaba 3 euros por encender una vela y menos aún para que se los quedaran los curas. Por este motivo pensé que seríamos castigados no encontrando el gorro, pero no fué así. Quizá al encontrarlo si que deberíamos haber encendido una...como agradecimiento, digo.
Por la tarde volvimos a comprarnos algo para cenar y nos lo llevamos al hotel.
La salida del pueblo se nos complicó un poco y salimos a otra carretera diferente que Dios sabe a dónde iba, pero que nosotros no teníamos ni idea y como no soy muy fan de ir a la aventura, me empecé a poner nerviosa...pero no dije nada por no empeorar la situación.
Paramos, preguntamos y por fin, encontramos el camino correcto y solo entonces Luis me preguntó si ya estaba tranquila. Le respondí que solo lo estaría cuando aparcase el coche en la puerta de casa, en Zaragoza.
Cuando ya estábamos tranquilos porque íbamos por el camino correcto, apareció una bifurcación y en cuestión de segundos tuvimos que decidir hacia dónde tirábamos y...tomamos la equivocada. Dicha carretera nos desvió hasta Arlés y desde allí, al hotel. Yo creo que todo esto venía por no haber puesto la dichosa vela. Nunca 3 euros nos habían dado tantos problemas.
Tomé una ducha, cenamos, vi las fotos en el portátil y volví a disfrutar reviviendo la visita a Aix en Provence.
Hoy día 23 hemos salido sobre las 10 de la mañana para pasar el día en Avignon, ciudad con más de 5000 años de historia.
Avignon fué residencia de Papas y cardenales en el siglo XIV. Es una ciudad medieval, muy tranquila y con mucha riqueza cultural.
Tiene el mayor número de edificios históricos por m2 de Europa. Rodeada por murallas, la ciudad la domina el Palacio de los Papas, declarado Patrimonio Mundial po la Unesco.
Por problemas políticos, en 1300 más o menos, el Papa de traslada desde Italia y se refugia en esta ciudad imponiendo Avignon como capital del Occidente Cristiano y conoce entonces una mutación urbana que marca de manera indeleble el paisaje urbano.
Hemos visitado dicho palacio y aunque estaba prohibido hacer fotos en las habitaciones donde había frescos (estoy hablando de las pinturas) he podido hacerlas en otros rincones y habitaciones y hemos llegado hasta la terraza desde donde hemos disfrutado de unas vistas preciosas de la ciudad.
Vuelta al hotel y vuelta a perdernos. Esto ya se está convirtiendo en una costumbre. Espero que la vuelta a casa no tenga tantas complicaciones.
Han sido 5 días y 4 noches en los que el único español que he escuchado ha sido el que hablaba con Luis. No tengo idea de francés y ya me estaba empezando a hartar un poco porque no podía comunicarme con nadie...con lo que me gusta a mi hablar con la gente. Menos mal que Luis, se ve que aprovechó bien el bachiller y le quedó un buen poso del idioma francés, porque no hemos tenido ninguna complicación.
Ya estamos de nuevo en casa, ya ha pasado todo y casi siempre es ahora cuando yo empiezo a disfrutar de los viajes.
Hemos vuelto sanos y salvos y me quedan los recuerdos, las fotos y las conversaciones con los amigos.
Para todos los que no teneis Facebook os dejo aquí estas fotos, testimonio gráfico de nuestras vacaciones por la Campiña Francesa.

5/28/2011

Acumulación de actos.

Íbamos a casa de una amiga donde celebraba una fiesta y buscábamos un lugar para dejar el coche.Parecía misión imposible y pensábamos que lo tendríamos que aparcar bastante lejos, así es que decidí bajarme, que fuese Luis quien aparcase y yo esperarle en el Centro de Historias de Aragón, dónde casualmente había un grupo de músicos cantando y allí que me quedé hasta que vino él.
Llegamos a casa de Cristina, un piso interior reza el rótulo de la entrada, pero tiene una terraza tan enorme y con tantas macetas que para nada daba la sensación de estar en un piso interior. Allí en la terraza además de un montón de cactus encontré una gran variedad de alimentos llevados por los invitados. Por supuesto que les eché una ojeada a los cactus, pero sobretodo se la eché a los alimentos. Probé el Humus, que no es un emperador romano, también la empanada gallega, las pizzas. Había bebidas de toda clase, aunque abundaban las alcohólicas, pero no hubo problemas porque todos éramos adultos. Aunque eso tampoco es garantía de nada.
Tomás se convirtió en el Dj que hizo bailar a los invitados con su variada música de cuando todos éramos mucho más jóvenes.
A las 11 y media de la noche, mi pareja y yo nos despedimos y nos fuimos a la sala Q-4, a otra fiesta o mejor dicho, a otro guateque...y ya van 3.
Como solo se celebran desde hace tres viernes , todavía no lo sabe mucha gente y eso hace que el guateque parezca que sea particular, que esté organizado por y para nosotros y oye, todavía no somos muchos, pero somos los dueños de la pista, ¿o debería decir las dueñas? porque de nuevo y como en casi todas las actividades, las mujeres somos las mas participativas.
Subido en el escenario, Paco el Barbas (el rey del Glam) y casi al final Luis volvieron a hacernos bailar con sus discos de los 60, 70 y 80 y a las 3 de una fresca madrugada cerramos el garito y nos fuimos a dormir.
El sábado no es que fuese uno de esos inolvidables sábados, porque lo empleamos para pintar algunas de las puertas del piso y por supuesto hacer la limpieza y eso es muy cansino. La tarde del sábado y la mañana del domingo las aproveché para temas personales (aquí las opciones son muy amplias, pero son privadas)
Por la tarde decidimos ir al cine. Mi pareja eligió una película coreana, en versión original y con subtítulos en castellano...como veis, de lo más comercial. Tan comercial, tan comercial y con tanto público deseando verla, que solo la echan los jueves. Cuando nos lo dijo la taquillera, se nos debió de quedar cara de tontos, pero reaccionamos enseguida porque sabíamos que no podíamos hacer nada y nos fuimos a una cafetería a pasar un rato.
Este ha sido mi fin de semana, pero no quiero dejar de mencionar lo que hice el miércoles. Luis y yo fuimos a la librería "La Pantera rosa" donde una amiga inaguraba una exposición. Exponía libros forrados con esponja, con paños de cocina, con trapos del polvo etc, etc.
Como llegar pronto a los sitios tiene su recompensa, los primeros en hacerlo participamos en la performance que organizó la artista Helena y acabamos con una corbata hecha por ella. Una gran imaginación la que ella tiene.
Y eso no fue todo en esa semana porque el jueves con las chicas del club me fui a tomar un helado. Se trataba de cumplir con la buena costumbre, establecida hace un par de años, de salir al centro o bien a comernos un helado (en verano) o un bocata de calamares (otoño). La verdad es que cualquier excusa es buena para hacer juntas algo diferente.
He puesto fotos de la exposición, de la excursión del helado, de la fiesta en la terraza y del último (por ahora) guateque. Sé que los que me teneis añadida al facebook ya las habreis visto, pero para tod@s los demás, si quereis verlas están: aquí, aquí y aquí.

5/15/2011

El Bis y los Presleis y Paco el barbas.

A la gran seca o a la gran remojada. O no voy a conciertos en una temporada o se me juntan todos porque el pasado viernes fué otro viernes de concierto...y van tres seguidos.
El primero de estos tres fué el de mi amigo Antonio y su grupo Jacaré Jack, del que ya hablé en el blog. El siguiente viernes, una amiga me sugirió ir a ver al de Daniel Zueras -uno de los triunfitos- y sin reserva de agua ni camellos, nos fuimos a El Oasis.
Por último, el pasado viernes 13 nos fuimos a ver actuar a El Bis y los Presleis. La última vez que tuve noticias de él vivía en EEUU y fisicamente no estaba en su mejor momento. Estaba bastante gordo y se rumoreaba que se había metido de todo y cuando digo de todo me refiero a todo tipo de drogas y alcohol. Seguro que solo eran eso, rumores, porque el pasado viernes lo ví muy cambiado, muy delgado y parecía mucho más joven. Incluso me dí cuenta de que se había cambiado un poco el nombre. En vez de "Elvis Presley" se había puesto "El Bis y los Presleis" para despistar supongo.
No estuvo mal la actuación y sobretodo quiero destacar que iba acompañado por unos músicos que tocaban genial.
Como he dicho, la actuación de Elvis o El Bis estuvo bien, pero la verdadera razón por la que especialmente yo me desplacé hasta allí y animé a otras amigas a que fueran, fué porque al terminar ese grupo, mi amigo y uno de mis DJ's favoritos (otro de mis favoritos es mi pareja, claro) llamado Paco el Barbas, nos preparaba un guateque con una muy buena y variada selección de música de los 60, 70 y 80 que hizo que todo el público se pusiera a bailar e incluso a cantar ya que todas eran conocidas. La letra en inglés de alguna de ellas no me la sabía, ya que algunas de las canciones no las había vuelto a escuchar desde niña, pero para eso está el socorrido "guachi, guachi" que oye, queda genial para todas las canciones.
Tres horas sin parar de bailar. No me senté en ningún momento...así de bien dormí cuando llegué a casa.
Una de mis amigas que fué con su pareja me decía: Tendría que irme a cas porque ya es tarde pero es que me encantan todas las canciones y cuando termina una y me voy a la mesa a cojer el bolso para irme, la siguiente que empieza me gustá también y no me puedo ir porque tengo que bailarla.
Nos quedamos con ganas de seguir, pero no es problema porque el dueño del garito se quedó muy contento con el resultado y le ha propuesto repetirlo más viernes.
Los sábados los reserva para escuchar y bailar Salsa y ahora los viernes será para quién quiera escuchar y bailar la música de los guateques...un placer.
Las pruebas del delito aquí.

5/02/2011

Viaje a Barcelona. Abril 2011.

Cuando planeamos este largo fín de semana nuestro destino iba a ser Punta Umbría, en Cádiz. El motivo para viajar a "la tacita de plata" era participar en un encuentro anual de editoriales "underground" y de paso aprovechar el largo viaje para visitar y conocer la zona.
Personalmente no estaba muy decidida a emprender un viaje de 900 kilómetros en coche, por muy "Tacita de Plata" que sea la zona, así es que decidimos cambiar el destino y elegí Barcelona, que está mucho mas a mano...¡ande va a parar!.
Además de ahorrarnos casi 600 km de ida y otros tantos de vuelta, también ahorramos en gasolina y en el hotel, ya que solo fué una noche.
El hotel, el hotel de Barcelona es un punto y aparte.
Situado en el barrio del Raval cerca de Las Ramblas, en una plaza donde las prostitutas y no de lujo precisamente, hacen su agosto, su enero, su mayo y los doce meses del año.
Dejamos el coche en un garaje y con una bolsa tamaño intermedio por equipaje y dos paraguas (es que anunciaron lluvias) nos dirigimos al hotel Bárbara pasando entre las prostitutas y sus posibles clientes o simplemente mirones, que con la crisis no hay dinero para más. Aunque viendo el aspecto de ellas...sus precios no debían ser muy altos.
En el hotel nos dieron las llaves de la habitación, mejor dicho del cuchitril, porque por el tamaño que tenía, parecía el cuarto donde se guardan los utensillos de limpieza. De hecho, mi trastero casi tiene las mismas medidas que la habitación. El cabecero de la cama y la pared casi medían lo mismo, por eso no había mesillas, porque no había espacio.
Al abrir la puerta casi dábamos en los pies de la cama y entre ésta y la pared solo había una silla, no cabía nada más. Sobre la silla, una ventana de una sola hoja tan alta, que para asomarte había que subirse a la susodicha silla. El armario era empotrado y apenas tenía medio metro de anchura, que porque solo íbamos a estar una noche y llevábamos poco equipaje, que si no, la ropa no la hubiera podido sacar de la maleta.
El baño pequeño pero pasable. Tenía una bañera pero sin mámpara y eso hizo que al ducharnos se mojara medio cuarto de baño...¡Ah, claro! por eso había un desagüe en el suelo...vale, vale.
Un desastre de habitación. ¿El precio? pues 108 euros la noche, que teniendo en cuenta la zona donde está y los vecinos que tiene, la relación calidad precio allí no tiene sentido.
El primer bajón que nos dió al ver la habitación desapareció pronto ( que remedio, no nos iba a amargar el viaje) y nos fuimos a comer, que con el estómago lleno se ve todo mejor.
Después de la comida (muy buena y solo a 9 euros el menú) nos fuimos a tomar café a un bar inglés sin acordarnos de que ese, precisamente ese, era el día de la boda del principe Willian de Inglaterra y claro, la tv del local ofrecía imágenes del evento.
Como no estábamos interesados en la boda salimos pronto de allí y llegó el momento de hacer algo que me encanta, pasear por el barrio Gótico. Un barrio lleno de calles llenas de preciosas tiendas de todo tipo, tiendas que son bonitas de por si, tiendas que ocupan viejos locales que antiguamente eran carbonerías, almacenes de cordeles y cosas así. Calles llenas de actividad comercial, llenas de turistas...llenas de vida.
Me encanta esa zona así es que nos la paseamos bien, con alguna que otra pausa para tomar algo, claro.
A la hora de la cena buscamos un italiano (me refiero a un restaurante) y después aún nos quedaron ganas para entrar en un Starbucks y tomarnos un hot chocolat (leche con colacao, en realidad).
De vuelta al cuchitril, perdón, hotel, pasamos por la Plza de la Catedral y allí había un grupo bastante numeroso de personas pertenecientes a alguna religión, quizá evangelista, que colocados como si estuvieran en un coro, interpretaban varias canciones religiosas bastante pegadizas. El estribillo de una de ellas resonó en mi cabeza hasta que me dormí.
Por la mañana después de desayunar, nos fuimos a visitar lo que principalmente había sido el motivo de nuestro viaje, la visita a la Casa Milá, obra de Gaudí. Como ya habíamos comprado las entradas en Zaragoza,no tuvimos que hacer fila.
No voy a describir la Casa Milá porque para eso es mejor que veais las fotos que he puesto, pero no quiero dejar de decir que me gustó mucho y que la hora y media que pasamos allí se me hizo corta, que disfruté mucho y que por verla, el viaje mereció la pena.
Al salir de allí entramos en VINSON, una tienda de diseño que lleva tantos años en Barcelona, que casi es uno de esos sitios de obligada visita. Disfrutamos del recorrido que fué largo, ya que no nos quedó ni un solo rincón sin visitar y para reponernos de tanta visita, nada mejor que comer. Bueno, es que además ya eran las dos y media.
Tomamos el café en la Plaza Cataluña y Luis se marchó a buscar el coche que lo teníamos aparcado en otro barrio bastante alejado de allí. Aparcar en el centro de Barcelona es misión imposible.
Mientras mi pareja cogía el metro yo me quedé viendo tiendas y cuando él llegó al coche, me llamó para que tal y como habíamos quedado me encaminase hacia el hotel, cogiera el equipaje y le esperara en la puerta y así lo hice, pero nuestros planes no contaban con lo complicado que es circular por Barcelona y la espera, que creía que iba a ser de unos 20 minutos, se convirtió en tres interminables cuartos de hora, que si son en una cafetería, la de aquel, pero la espera de tres cuartos de hora en la esquina de una plaza en la que "trabajan" unas cuantas prostitutas, se me hizo interminable.
Allí estaba yo haciendo la esquina, pero de diferente manera que ellas. De pié, nerviosa y con la bolsa del equipaje en el suelo y bien pretica entre mis piernas, mirando el reloj con frecuencia para que supieran que estaba esperando a alguien y no a un cliente precisamente y que ese alguien, no venía.
Veía a las prostitutas pasearse calle arriba y calle abajo, las veía hablar con posibles clientes, clientes cuyo aspecto dejaba bastante que desear. Eso me hizo pensar lo duro que tenía que ser para ellas acostarse con ellos, y mantener relaciones...mas duro aún.
Los miraba y me miraban y pensaba: "Como uno solo de estos tíos se acerque para decirme algo, va a desear que se le trague la tierra por lo que se va a tener que oír".
Por suerte no ocurrió. Por un lado, había ciertas diferencias en la forma de vestir de ellas y en la forma en la que iba vestida yo. Ellas llevaban ropa un par de tallas mas pequeñas de las que necesitaban.
Supongo también que hay diferencia en la mirada que se intercambian entre ellas y sus posibles clientes, que imagino que habrá cierta complicidad y la mirada que yo lanzaba a los que me miraban a mi. Si las miradas lanzaran cuchillos, esos tíos parecerían coladores.
Cansada de esa tensa situación llamé a mi pareja que me dijo que ya estaba cerca ¿¿¿¿.......???? aún tardó un cuarto de hora más en llegar.
Cuando lo hizo respiré, metimos todo en el coche...y de vuelta a Zaragoza. Estaba deseando llegar con tiempo suficiente para descansar un poco antes de acudir al concierto de Jacaré Jack, cuyo cantante es un buen amigo mío y compañero de teatro también. Desde luego, no me lo quería perder.
Llegué a tiempo y disfruté mucho allí. Ha sido un fín de semana diferente y muy, muy feliz.
Más fotos aquí.

4/22/2011

La Ventana Indiscreta.

No se si será influenciada por la película "Ventana Indiscreta" que no hace mucho vi por tv, pero me está pasando algo parecido a lo que le ocurrió a su protagonista. En ella Gary Grant se rompe una pierna y como no puede moverse de casa, se entretiene mirando por la ventana y ve cómo se comete un crimen en el edificio de enfrente...
Como yo por suerte no me he roto nada, no tengo tanto tiempo como el que él tenía para expiar por la ventana, pero no hay duda de que en el piso que está frente al mío, está pasando algo raro.
Después de mucho tiempo vacío, hace un año fué a vivir una joven pareja con dos niños pequeños. Sin apenas hacer ruido, pusieron el suelo de madera y la pared de la entrada la pintaron de dos colores fuertes. La parte superior en color vino y la inferior en naranja. Como he dicho eran colores fuertes, pero parecían claros comparándolos con los que usaron para las paredes de las habitaciones de los niños, que son las que veo desde mi piso. Azul ultramar para la del niño (un bebé) y rosa fucsia para la de la niña ( de unos 6 años). Niños que nunca vimos dormir en esas habitaciones. De hecho las persianas estaban siempre a la misma altura, ni subían ni bajaban y nunca ví las luces encendidas que me hiciera pensar que estaban allí, aunque de vez en cuando les oía llegar y a veces, si me cogían levantada a las 8 de la mañana, les oía salir de casa.
Muy de vez en cuando podía ver las persianas bajadas casi por completo y entonces permanecían así varios días. Me parecía una vida misteriosa.
Ese misterio aumentaba porque durante el año que vivieron allí nunca, he dicho nunca, tendieron ropa en el tendedor, ni una sábana, ni un jersey, ni una camisetica de los niños, de hecho nunca tuvieron tendedor, porque cuando fueron a vivir allí las cuerdas estaban rotas y así continúan y eso es extraño sobretodo porque con niños pequeños hay que lavar bastante. Mi pregunta es, si vivían allí, ¿dónde llevaban la ropa? Sí, vale, podían tener secadora pero ¿por qué no colocaron nunca cuerdas nuevas en el tendedor? Siempre vienen bien para tender un trapito de cocina por ejemplo. Raro, muy raro.
A veces (muy pocas) se les oía cerrar la puerta de entrada, la luz de la cocina encendida y al padre en un par de ocasiones le ví escobar la habitación del bebé, pero aparte de en ese par de ocasiones, nunca en el año que han vivido allí les ví a través de los cristales, de hecho, nunca les ví limpiarlos ( a ver si es que estaban tan sucios, que por eso no les podía ver)
Como si no tuviera otra cosa de qué preocuparme, elucubraba qué tipo de familia era y qué tipo de vida llevaban.
Un día, en la puerta del edificio apareció un cartel que anunciaba la venta de un piso y hace tan solo tres semanas el cartel desapareció y sin hacer ruido (de veras que no les oí marcharse) el piso de enfrente, quedó vacío. Nos pareció raro porque solo llevaban un año y además se notaba que se habían gastado dinero en la decoración.
Es raro, muy raro. Pareja joven que apenas ha vivido allí y que no ha tenido contacto con los otros tres pisos del mismo rellano- yo habré coincidido con ellos cogiendo el ascensor no más de tres veces- niños a los que oía en la escalera antes de entrar al piso pero que una vez dentro, ya no se les veía en sus habitaciones.
No puedo evitar mirar hacia esas ventanas cada vez que voy por el pasillo de mi casa esperando ver algún cambio y me sorprendí hace cuatro días cuando sin haber visto cómo lo hacían, las habitaciones de los niños volvían a estar pintadas, esta vez de colores claros, casi cremas.
Al salir de casa y ver su puerta abierta pude ver que las paredes de la entrada, también habían cambiado de color siendo claros también. Es muy raro que si son los mismos dueños, hayan cambiado su gusto por los colores de las paredes en tan poco tiempo y es muy raro que si solo querían pintarlas hayan tenido que vaciar el piso, lo que me hace pensar que ha cambiado de dueños.
Vuelvo a ver las dos persianas bajadas casi del todo, las dos a la misma altura. No hay muebles y nadie dentro.
Quizá cuando pase Semana Santa, siga ¿viendo? lo que ocurre.
Raro, muy raro.

3/23/2011

El tranvía y The Amorous Ambassador en Zuera.



Después de una noche sin apenas dormir, me levanté ayer martes para enfrentarme a un día diferente...un martes diferente.
Para empezar, y sin que sirva de precedente, no me comí la napolitana de chocolate que cada martes me tomo para desayunar (bueno, cada martes es una distinta) y en su lugar, me fui con mi amiga Loli a montarnos en el tranvía y oye, nos encantó. Que digo yo que dentro de un año quizá estemos hartas de ir en tranvía, pero que ayer lo pasamos genial.
A Loli mediante sorteo le habían dado la oportunidad de hacer el recorrido del tranvía acompañada de otra persona y me invitó a ir con ella. Al principio cuando me lo dijo, dudé un poco porque sabía que ayer martes iba a estar nerviosa, porque a las 7 de la tarde, estrenábamos una obra de teatro en Zuera y teníamos que salir para allí después de comer para montar el escenario y pensé que iba a ir muy agobiada si dedicaba la mañana a viajar en el tranvía.
Como no me gusta perderme ninguna experiencia (si es buena, claro) y como con Loli, por su carácter, solo se pueden tener buenas experiencias, contesté que si.
Viajamos con algunos oyentes y algunos presentadores de Radio Zaragoza. El día estaba gris e incluso llovió un poco pero cuando estás en un ambiente agradable, eso es lo que menos importa.
La comida fué rápida porque el tiempo no corre...vuela y se acercaba la hora de salir.
Antonio, mi amante (en la obra) me vino a recoger a mi y a dos compis más -Camino y Sergio. Los demás acudieron por su cuenta.
Nada más llegar bajamos al almacén que hay debajo del escenario y recogimos todo lo necesario para ambientar la obra. La verdad es que el mobiliario deja bastante que desear. Con decir que la obra se desarrollaba en la embajada de EEUU en inglaterra y todos los muebles que encontramos eran de estilo castellano a saber...sofá rojo de escay con cojines estampados de terciopelo, taquillón de madera oscura y para rematar, una cama plegable, más conocida como cama turca, de 80 cm de anchura en la que nos tuvimos que meter Antonio y yo ¿¿¿...??? No me pregunteis cómo lo hicimos. Eso si, la bandera americana no faltó en la pared.
Empezamos puntuales y se fué desarrollando sin problemas y así fué hasta el final. Hubo pequeñas y divertidas anécdotas que quedarán para nosotros. Lo importante es que salió perfecta, sin fallos y eso anima mucho para preparar la próxima.
Para mis compañer@s mi abrazo más cálido. Sin la ayuda de todos, el éxito no hubiera sido posible.

Aquí y aquí os pongo unas pocas fotos de lo que sucedió el martes.

3/16/2011

Mis días favoritos.

¡Vaya humedad que tuvimos ayer! Todo el día lloviendo sin parar, si hasta ví un par de caracoles paseando por el pasillo como Pedro por su casa...
Aunque los días de lluvia me entristecen, no estaba dispuesta a que me lo amargara y menos siendo martes, porque los martes junto con los jueves y también los viernes por distintos motivos, son mis días favoritos.
El tema empieza ya muy de mañana cuando quedo en el centro con dos amigas para desayunar, pero que conste que son desayunos de trabajo. Como profesoras de inglés que somos, el desayuno implica que hablemos solamente en ese idioma.
Me gusta estar con ellas y si a esto le añadimos que el desayuno incluye una deliciosa napolitana de chocolate, el encuentro se pone de matrícula de honor.
A las 6 de la tarde vuelvo a tener otro de esos momentos agradables de los martes y que por cierto, también está relacionado con el idioma inglés, porque a esa hora me reuno en la EOI para ensayar con Antonio, un amigo y compañero de teatro con el que me lo paso genial y entonces ensayamos la obra.
Pero ayer nuestro encuentro comenzó de manera diferente y muy divertida...sobretodo para mí.
Resulta que cuando yo llegué, él, como casi siempre ya estaba allí (es que él es muy puntual).
Estaba sentado en un banco del hall de la escuela apoyado en el radiador. Fuí a pedir la llave de la sala y cuando Antonio se levantó para ir allí, se dió cuenta de que no tenía el script (guión para los de la LOGSE). Después de buscarlo infructuosamente, llegamos a la conclusión (listos que somos) de que la única posibilidad era que se hubiera caído por detrás del radiador y de verdad que era lo último que hubiéramos deseado, porque era prácticamente imposible sacarlo de allí.
Apartamos el banco e intentamos meter el paragüas por arriba- imposible- metimos la mano por abajo...sin resultado alguno.
En ese momento me entró la risa, sí ya sé que la cosa no pintaba bién, pero ¿qué iba a hacer? ¿llorar?.
Ahí estaba Antonio mirándome asombrado por el "ataque" de risa que me había entrado y yo allí sentada en el banco y tapándome la cara intentando que se me pasara.
Viendo que la solución del problema era complicada, me acerqué a conserjería para que nos hicieran otra copia del guión y conteniendo la risa les comenté lo que nos había pasado.
Era muy gracioso ver a Antonio frente al radiador, agachado e intentando- sin éxito- sacarlo de ahí. Junto a él una de las conserjes que nos vino a echar una mano, estaba metiendo un palo por arriba. A los dos minutos desistió, pero no se amilanó. Se metió en conserjería y volvió a salir con un alambre algo grueso, el cual metió entre las piezas del radiador. Cuando conseguía agarrar el script intentaba subirlo, pero en varias ocasiones se volvió a caer antes de llegar arriba. Ella, agachada metiendo el alambre subiéndolo y bajándolo y Antonio y yo de pié, esperando que asomara por arriba una puntita del guión para agarrarlo con todas nuestras fuerzas. En esa posición teníamos cierto riesgo, ya que los movimientos que la conserje hacía con el alambre, ponía en riesgo nuestros ojos.
La conserje se lo tomó como algo personal y oye, que al final lo consiguieron sacar. En un momento dado, vimos aparecer una esquina del guión por detrás del radiador y grité: "¡Antonio por Dios, no lo sueltes!.
El esfuerzo mereció la pena y la alegría de los tres fué inmensa, parecía que hubiéramos ganado un torneo de guiñote.
De todas formas y aunque otra conserje ya nos había hecho otra copia, sacar el de Antonio era una cuestión de orgullo propio. No podíamos consentir que el guión se riera de nosotros...eso no estaba en el guión.
Después fuimos a ensayar y por supuesto salió muy bién, siempre nos ha salido muy bién porque hay complicidad entre los dos.
Al finalizar nos despedimos y me fuí a reunir con mis amigas del club del martes. Lo primero que hice al llegar fué contarles lo que me había pasado con el guión, más que nada porque me vieron llegar tan contenta que tuve que contarlo y la risa apareció de nuevo.
Pasadas las nueve de la noche todas nos fuimos a casa y seguía lloviendo, pero ya me daba igual porque durante el día y a pesar de la lluvia, me había reído un montón.
Gracias a tod@s los que lo hicisteis posible.

3/06/2011

Jueves lardero y carnavalero.

Sabido es que los jueves es el día de la semana en el que disfruto un montón en mis clases de Latinos. Me beneficia física y sicológicamente y por supuesto, espero poder seguir acudiendo a ellas. Pero este jueves era diferente. Era jueves lardero y también carnavalero y se quedó en acudir a clase disfrazados y que al finalizar nos comeríamos el típico bocadillo de longaniza. Y cumplimos...
Mi amiga Loli y yo decidimos disfrazarnos de chicas de los 60's y la elección no fué baladí. Es que antes de acudir a clase, grabamos en vídeo una canción de esa década. Concretamente la canción elegida fué "Tengo el corazón contento" de Marisol.
Era nuestro segundo vídeo. Lo que empezó como una broma entre Loli y yo, se ha convertido en algo que nos divierte mucho. No pretendemos nada solo divertirnos y vaya si lo conseguimos. Quisimos vestirnos acorde con la canción de Marisol y Loli tenía de todo. Ella me proporcionó los pantalones, las gafas y las flores para el pelo y vestida así me fuí a su casa -por suerte su casa está junto a la mia, porque ir por la calle vestida de sesentera con flores en el pelo un día de invierno de 2011 no es para que quede constancia de ello.
Pasé a su casa y grabamos el vídeo (incluyendo un pequeño fallo al comenzar la última estrofa) y ya vestidas como estábamos de sesenteras, decidimos que ese sería nuestro disfraz para ir a Latinos.
Como Latinos está más lejos que la casa de Loli, me remangué los pantalones para que no se me vieran por debajo del abrigo (tímida que es una) pero en la puerta, antes de entrar me los volví a poner bien, nos pusimos la gafas de aquella época y entramos a las clases. Allí vimos caperucitas rojas, una india piel roja, varios vaqueros y una vaquera, un bailarín de la danza del vientre y otra chica disfrazada de no sé qué, alguién dijo que iba de ángel negro, pero que fuese de lo que fuese, era un disfraz muy trabajado, aunque el único problema que tenía era que llevaba unas alas negras que resultaban un tanto incómodas para bailar salsa, pero que sin pensárselo dos veces, se las quitó antes de empezar a bailar y después de la sesión fotográfica.
Al finalizar el baile y como después del ejercicio se nos había abierto el apetito, nos lanzamos al bocadillo de longaniza olvidandonos por un momento de las calorías que nos íbamos a meter y mira si nos importaba que incluso de postre nos comimos unos croasants bañados en chocolate. Mmmmm...mi chocolate.
Nos encantan las celebraciones. En esta ocasión la excusa ha sido el carnaval pero eso es lo de menos. Ya hay quién está proponiendo celebrar la fiesta de los pijamas y conociéndola, no parará hasta que lo consiga...y si no, al tiempo.
Aquí más fotos.

3/01/2011

Otro sábado.


Ayer sábado me fuí al cine. Una amiga me pidió que la acompañase y acepté. Hacía mucho tiempo que no iba al cine un sábado por la noche y a veces me gusta salirme de la rutina, si si, a veces me lanzo a la aventura...¡¡¡halaaa, que sea lo que Dios quiera!!!.
La peli empezaba a las 22.20, así es que teníamos tiempo para cenar y había que decidir a dónde ir.
Como no somos de cenar mucho, dudábamos entre un sandwhich (bocata, para los de la Logse) o un chocolate con churros...¿He dicho que dudábamos?, pues no, la verdad es que lo teníamos bastante claro, un chocolate con churros en el Centro Independencia era la mejor cena que podíamos tener. Ya sé que no es muy fino ni muy romántico cenar eso, ni aunque lo adornásemos con velas aromáticas, pero después de todo ni ella ni yo estábamos con nuestras parejas así es que, el romanticismo no tenía mucho sentido entre nosotras.
Durante una hora estuvimos hablando, por eso cuando salimos de allí, el chocolate y sobretodo los churros, ya nos había hecho la digestión y menos mal, porque en la película que vimos a continuación titulada RED, los disparos, las carreras de coches, las explosiones, la música, en definitiva la acción era tal y a tal volumen, que si llegamos a entrar recién terminada la cena, seguramente lo siguiente que hubiera visitado hubiera sido los servicios.
La peli no está mal, los actores son buenos y los diálogos son simpáticos, con cierta ironía diría yo, pero la historia es muy poco creíble.
Es un film totalmente made in USA, pero como ya había visto antes el trailer de la película, no me esperaba otra cosa.
Cerca de las 00.30 salimos a la calle y telefoneé a mi pareja porque sabía que no estaría en casa. Estaba en un agradable bar con nombre africano en la calle El Turco donde unos amigos ponían música, así es que para allí nos fuimos mi amiga y yo y allí estuvimos hasta casi las 2.30 de la madrugada.
A esa hora cogimos un taxi y en el camino de vuelta a casa, el sueño empezó a dar señales, aún así al llegar al hogar aún puse las fotos en el ordenador y quise empezar a escribir en el blog, pero el sueño pudo conmigo y no pude llevar a cabo mi frase de cabecera "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy".

Os dejo unas fotos que hice en el bar.

2/20/2011

Fin de semana.

19 de Febrero, cumpleaños de mi pareja y en la clase de Latinos se decide que ese día celebremos la cena de fin de año. No, no es que lo quisiéramos celebrar con mucha antelación, es que lo íbamos a celebrar con casi dos meses de retraso.
Elegir un local donde den de comer y que luego pongan Salsa (y no para untar, precisamente) no es fácil. Esta vez se encargó Jesús y eligió el Q4.
La cena, como casi siempre sucede cuando reservas para varias personas, el menú que ofrecen no vale lo que cuesta. En la cena estuvimos 12 +1 pero más tarde se unieron 4 más.
Es la primera vez que salgo de noche y vuelvo a casa con la ropa oliendo a Lolita Lempika (mi actual colonia) gracias a la ley antitabaco. Lo siento por los fumadores pero seguiré peleando para que ya no haya marcha atrás.
Volví casi a las 4 de la mañana después de haber bailado un montón pero en absoluto cansada. Me acosté y traté de descansar porque cuando me despertase, tenía una agradable comida familiar. Con 24 horas de retraso celebramos el cumpleaños de Luis. La verdad es que no tenía hambre, pero sueño, un montón.
No todos los fines de semana son tan movidos pero de vez en cuando, el cuerpo "me pide marcha".
Más fotos aquí.

2/06/2011

Paseo en bici.

Esa mañana cogí la bici aún siendo consciente de que no sé manejarla con la suficiente soltura. Bueno, la verdad es que hay poca estética en mi manera de circular con ella...pero no me rindo.
Media hora circulando con ella fué suficiente para agotarme física y mentalmente,así es que decidí tomarme un respiro. Aprovechando el buen tiempo, elegí una terraza del centro.
Allí sentada con mi cerveza en la mano, me llamó la atención la diferente "fauna", con perdón, que puebla este planeta. Veamos:
En la acera de enfrente había tres músicos que por su aspecto, deduje que eran europeos del norte y que tocaban los instrumentos muy bién, lo cuál era bastante de agradecer, teniendo en cuenta que a dos mesas de donde yo estaba, había un chaval joven, supongo que esperando a alguien y que para hacer mas corta su espera, escuchaba a través de sus auriculares, la música que salía de su móvil a una potencia tal, que sin habérselo pedido hacía partícipes de sus gustos musicales a todo ser viviente que estuviera a 5 metros a la redonda. No quiero ni imaginarme los problemas auditivos que ese chico tendrá dentro de unos años.
Aparté mi vista de él para seguir fijándome en los demás mortales y de repente mis ojos se detuvieron, y ójala no lo hubieran hecho, en un ser, en una persona o en un ente, que se dedicaba a rebuscar en el interior de una papelera.
Sin mover un solo músculo de su cara que mostrara un signo de alegría, sacó de dicha papelera un medio bocadillo envuelto en papel de plata y ni corto ni perezoso lo desenvolvió y empezó a comérselo.
Llevaba un abrigo, que si le proporcionaba algo de calor sería debido a la gran cantidad de mierda que llevaba encima, aunque la suciedad del abrigo competía con la que llevaba en el pelo...¡¡qué horror!! Difícil de describir lo que estaba viendo.
Llevaba el pelo largo, muy largo. Una melena que le bajaba por debajo de los hombros pero la tenía toda tan apegotonada, que ni se movía, su melena era una sola pieza. Daba la impresión de que llevaba puesta una redecilla.
Me tenía tan impresionada, que no podía apartar mis ojos de él a pesar de que su pelo me provocaba ganas de vomitar. Seguro que más de uno sabe de quién hablo. El caso es que si se cortara el pelo, se duchara y se pusiera ropa limpia, sería hasta agradable porque la verdad es que su cara tiene una expresión simpática.
Dejé de mirarle para que él pudiera seguir comiéndose el bocadillo libremente, sin ser juzgado por mí y también para evitar que yo terminara vomitando.
En medio de la acera ví a un señor mayor, muy mayor, yo diría cercano a los 80, que sentado en el suelo con un cartel delante pedía dinero. Moviéndome un poco pude leer lo que ponía en el cartel. Decía: "Una ayuda por favor. Tengo cuatro hijos". Me sorprendió el mensaje porque el hecho de que alguien pida dinero para alimentar a sus cuatro hijos, tiene sentido si los hijos son pequeños, pero la elevada edad del señor hacía suponer que el más joven de ellos no debía de tener menos de 30 ó 35 años y entonces me pregunto ¿Por qué demonios esos hijos no se hacen cargo de su padre? ¡¡Uff!
Lo siguiente que pude ver fué un señor paseando, sujetando con una mano un palo largo en cuya parte más alta había una bandera o estandarte y un ramo de flores de plástico atado. En la otra mano llevaba un cartel que no pude leerlo bién pero que decía algo religioso porque pude ver la palabra Dios.
Lo primero que hice fué mirar el botellín de cerveza que yo tenía sobre la mesa. Todo eso que había visto en un solo momento tenía que ser consecuencia del alcohol, pero no, mi cerveza era sin, como siempre, así es que debía ser verdad toda esa gente rara que había estado pasando por delante de mí.
Volví a coger la bici y me fuí de allí. Viendo mi estilo circulando sobre dos ruedas pensé que igual había otra persona sentada en otra terraza que viéndome, pensara que yo también formaba parte de esa fauna rara.