5/28/2011

Acumulación de actos.

Íbamos a casa de una amiga donde celebraba una fiesta y buscábamos un lugar para dejar el coche.Parecía misión imposible y pensábamos que lo tendríamos que aparcar bastante lejos, así es que decidí bajarme, que fuese Luis quien aparcase y yo esperarle en el Centro de Historias de Aragón, dónde casualmente había un grupo de músicos cantando y allí que me quedé hasta que vino él.
Llegamos a casa de Cristina, un piso interior reza el rótulo de la entrada, pero tiene una terraza tan enorme y con tantas macetas que para nada daba la sensación de estar en un piso interior. Allí en la terraza además de un montón de cactus encontré una gran variedad de alimentos llevados por los invitados. Por supuesto que les eché una ojeada a los cactus, pero sobretodo se la eché a los alimentos. Probé el Humus, que no es un emperador romano, también la empanada gallega, las pizzas. Había bebidas de toda clase, aunque abundaban las alcohólicas, pero no hubo problemas porque todos éramos adultos. Aunque eso tampoco es garantía de nada.
Tomás se convirtió en el Dj que hizo bailar a los invitados con su variada música de cuando todos éramos mucho más jóvenes.
A las 11 y media de la noche, mi pareja y yo nos despedimos y nos fuimos a la sala Q-4, a otra fiesta o mejor dicho, a otro guateque...y ya van 3.
Como solo se celebran desde hace tres viernes , todavía no lo sabe mucha gente y eso hace que el guateque parezca que sea particular, que esté organizado por y para nosotros y oye, todavía no somos muchos, pero somos los dueños de la pista, ¿o debería decir las dueñas? porque de nuevo y como en casi todas las actividades, las mujeres somos las mas participativas.
Subido en el escenario, Paco el Barbas (el rey del Glam) y casi al final Luis volvieron a hacernos bailar con sus discos de los 60, 70 y 80 y a las 3 de una fresca madrugada cerramos el garito y nos fuimos a dormir.
El sábado no es que fuese uno de esos inolvidables sábados, porque lo empleamos para pintar algunas de las puertas del piso y por supuesto hacer la limpieza y eso es muy cansino. La tarde del sábado y la mañana del domingo las aproveché para temas personales (aquí las opciones son muy amplias, pero son privadas)
Por la tarde decidimos ir al cine. Mi pareja eligió una película coreana, en versión original y con subtítulos en castellano...como veis, de lo más comercial. Tan comercial, tan comercial y con tanto público deseando verla, que solo la echan los jueves. Cuando nos lo dijo la taquillera, se nos debió de quedar cara de tontos, pero reaccionamos enseguida porque sabíamos que no podíamos hacer nada y nos fuimos a una cafetería a pasar un rato.
Este ha sido mi fin de semana, pero no quiero dejar de mencionar lo que hice el miércoles. Luis y yo fuimos a la librería "La Pantera rosa" donde una amiga inaguraba una exposición. Exponía libros forrados con esponja, con paños de cocina, con trapos del polvo etc, etc.
Como llegar pronto a los sitios tiene su recompensa, los primeros en hacerlo participamos en la performance que organizó la artista Helena y acabamos con una corbata hecha por ella. Una gran imaginación la que ella tiene.
Y eso no fue todo en esa semana porque el jueves con las chicas del club me fui a tomar un helado. Se trataba de cumplir con la buena costumbre, establecida hace un par de años, de salir al centro o bien a comernos un helado (en verano) o un bocata de calamares (otoño). La verdad es que cualquier excusa es buena para hacer juntas algo diferente.
He puesto fotos de la exposición, de la excursión del helado, de la fiesta en la terraza y del último (por ahora) guateque. Sé que los que me teneis añadida al facebook ya las habreis visto, pero para tod@s los demás, si quereis verlas están: aquí, aquí y aquí.

5/15/2011

El Bis y los Presleis y Paco el barbas.

A la gran seca o a la gran remojada. O no voy a conciertos en una temporada o se me juntan todos porque el pasado viernes fué otro viernes de concierto...y van tres seguidos.
El primero de estos tres fué el de mi amigo Antonio y su grupo Jacaré Jack, del que ya hablé en el blog. El siguiente viernes, una amiga me sugirió ir a ver al de Daniel Zueras -uno de los triunfitos- y sin reserva de agua ni camellos, nos fuimos a El Oasis.
Por último, el pasado viernes 13 nos fuimos a ver actuar a El Bis y los Presleis. La última vez que tuve noticias de él vivía en EEUU y fisicamente no estaba en su mejor momento. Estaba bastante gordo y se rumoreaba que se había metido de todo y cuando digo de todo me refiero a todo tipo de drogas y alcohol. Seguro que solo eran eso, rumores, porque el pasado viernes lo ví muy cambiado, muy delgado y parecía mucho más joven. Incluso me dí cuenta de que se había cambiado un poco el nombre. En vez de "Elvis Presley" se había puesto "El Bis y los Presleis" para despistar supongo.
No estuvo mal la actuación y sobretodo quiero destacar que iba acompañado por unos músicos que tocaban genial.
Como he dicho, la actuación de Elvis o El Bis estuvo bien, pero la verdadera razón por la que especialmente yo me desplacé hasta allí y animé a otras amigas a que fueran, fué porque al terminar ese grupo, mi amigo y uno de mis DJ's favoritos (otro de mis favoritos es mi pareja, claro) llamado Paco el Barbas, nos preparaba un guateque con una muy buena y variada selección de música de los 60, 70 y 80 que hizo que todo el público se pusiera a bailar e incluso a cantar ya que todas eran conocidas. La letra en inglés de alguna de ellas no me la sabía, ya que algunas de las canciones no las había vuelto a escuchar desde niña, pero para eso está el socorrido "guachi, guachi" que oye, queda genial para todas las canciones.
Tres horas sin parar de bailar. No me senté en ningún momento...así de bien dormí cuando llegué a casa.
Una de mis amigas que fué con su pareja me decía: Tendría que irme a cas porque ya es tarde pero es que me encantan todas las canciones y cuando termina una y me voy a la mesa a cojer el bolso para irme, la siguiente que empieza me gustá también y no me puedo ir porque tengo que bailarla.
Nos quedamos con ganas de seguir, pero no es problema porque el dueño del garito se quedó muy contento con el resultado y le ha propuesto repetirlo más viernes.
Los sábados los reserva para escuchar y bailar Salsa y ahora los viernes será para quién quiera escuchar y bailar la música de los guateques...un placer.
Las pruebas del delito aquí.

5/02/2011

Viaje a Barcelona. Abril 2011.

Cuando planeamos este largo fín de semana nuestro destino iba a ser Punta Umbría, en Cádiz. El motivo para viajar a "la tacita de plata" era participar en un encuentro anual de editoriales "underground" y de paso aprovechar el largo viaje para visitar y conocer la zona.
Personalmente no estaba muy decidida a emprender un viaje de 900 kilómetros en coche, por muy "Tacita de Plata" que sea la zona, así es que decidimos cambiar el destino y elegí Barcelona, que está mucho mas a mano...¡ande va a parar!.
Además de ahorrarnos casi 600 km de ida y otros tantos de vuelta, también ahorramos en gasolina y en el hotel, ya que solo fué una noche.
El hotel, el hotel de Barcelona es un punto y aparte.
Situado en el barrio del Raval cerca de Las Ramblas, en una plaza donde las prostitutas y no de lujo precisamente, hacen su agosto, su enero, su mayo y los doce meses del año.
Dejamos el coche en un garaje y con una bolsa tamaño intermedio por equipaje y dos paraguas (es que anunciaron lluvias) nos dirigimos al hotel Bárbara pasando entre las prostitutas y sus posibles clientes o simplemente mirones, que con la crisis no hay dinero para más. Aunque viendo el aspecto de ellas...sus precios no debían ser muy altos.
En el hotel nos dieron las llaves de la habitación, mejor dicho del cuchitril, porque por el tamaño que tenía, parecía el cuarto donde se guardan los utensillos de limpieza. De hecho, mi trastero casi tiene las mismas medidas que la habitación. El cabecero de la cama y la pared casi medían lo mismo, por eso no había mesillas, porque no había espacio.
Al abrir la puerta casi dábamos en los pies de la cama y entre ésta y la pared solo había una silla, no cabía nada más. Sobre la silla, una ventana de una sola hoja tan alta, que para asomarte había que subirse a la susodicha silla. El armario era empotrado y apenas tenía medio metro de anchura, que porque solo íbamos a estar una noche y llevábamos poco equipaje, que si no, la ropa no la hubiera podido sacar de la maleta.
El baño pequeño pero pasable. Tenía una bañera pero sin mámpara y eso hizo que al ducharnos se mojara medio cuarto de baño...¡Ah, claro! por eso había un desagüe en el suelo...vale, vale.
Un desastre de habitación. ¿El precio? pues 108 euros la noche, que teniendo en cuenta la zona donde está y los vecinos que tiene, la relación calidad precio allí no tiene sentido.
El primer bajón que nos dió al ver la habitación desapareció pronto ( que remedio, no nos iba a amargar el viaje) y nos fuimos a comer, que con el estómago lleno se ve todo mejor.
Después de la comida (muy buena y solo a 9 euros el menú) nos fuimos a tomar café a un bar inglés sin acordarnos de que ese, precisamente ese, era el día de la boda del principe Willian de Inglaterra y claro, la tv del local ofrecía imágenes del evento.
Como no estábamos interesados en la boda salimos pronto de allí y llegó el momento de hacer algo que me encanta, pasear por el barrio Gótico. Un barrio lleno de calles llenas de preciosas tiendas de todo tipo, tiendas que son bonitas de por si, tiendas que ocupan viejos locales que antiguamente eran carbonerías, almacenes de cordeles y cosas así. Calles llenas de actividad comercial, llenas de turistas...llenas de vida.
Me encanta esa zona así es que nos la paseamos bien, con alguna que otra pausa para tomar algo, claro.
A la hora de la cena buscamos un italiano (me refiero a un restaurante) y después aún nos quedaron ganas para entrar en un Starbucks y tomarnos un hot chocolat (leche con colacao, en realidad).
De vuelta al cuchitril, perdón, hotel, pasamos por la Plza de la Catedral y allí había un grupo bastante numeroso de personas pertenecientes a alguna religión, quizá evangelista, que colocados como si estuvieran en un coro, interpretaban varias canciones religiosas bastante pegadizas. El estribillo de una de ellas resonó en mi cabeza hasta que me dormí.
Por la mañana después de desayunar, nos fuimos a visitar lo que principalmente había sido el motivo de nuestro viaje, la visita a la Casa Milá, obra de Gaudí. Como ya habíamos comprado las entradas en Zaragoza,no tuvimos que hacer fila.
No voy a describir la Casa Milá porque para eso es mejor que veais las fotos que he puesto, pero no quiero dejar de decir que me gustó mucho y que la hora y media que pasamos allí se me hizo corta, que disfruté mucho y que por verla, el viaje mereció la pena.
Al salir de allí entramos en VINSON, una tienda de diseño que lleva tantos años en Barcelona, que casi es uno de esos sitios de obligada visita. Disfrutamos del recorrido que fué largo, ya que no nos quedó ni un solo rincón sin visitar y para reponernos de tanta visita, nada mejor que comer. Bueno, es que además ya eran las dos y media.
Tomamos el café en la Plaza Cataluña y Luis se marchó a buscar el coche que lo teníamos aparcado en otro barrio bastante alejado de allí. Aparcar en el centro de Barcelona es misión imposible.
Mientras mi pareja cogía el metro yo me quedé viendo tiendas y cuando él llegó al coche, me llamó para que tal y como habíamos quedado me encaminase hacia el hotel, cogiera el equipaje y le esperara en la puerta y así lo hice, pero nuestros planes no contaban con lo complicado que es circular por Barcelona y la espera, que creía que iba a ser de unos 20 minutos, se convirtió en tres interminables cuartos de hora, que si son en una cafetería, la de aquel, pero la espera de tres cuartos de hora en la esquina de una plaza en la que "trabajan" unas cuantas prostitutas, se me hizo interminable.
Allí estaba yo haciendo la esquina, pero de diferente manera que ellas. De pié, nerviosa y con la bolsa del equipaje en el suelo y bien pretica entre mis piernas, mirando el reloj con frecuencia para que supieran que estaba esperando a alguien y no a un cliente precisamente y que ese alguien, no venía.
Veía a las prostitutas pasearse calle arriba y calle abajo, las veía hablar con posibles clientes, clientes cuyo aspecto dejaba bastante que desear. Eso me hizo pensar lo duro que tenía que ser para ellas acostarse con ellos, y mantener relaciones...mas duro aún.
Los miraba y me miraban y pensaba: "Como uno solo de estos tíos se acerque para decirme algo, va a desear que se le trague la tierra por lo que se va a tener que oír".
Por suerte no ocurrió. Por un lado, había ciertas diferencias en la forma de vestir de ellas y en la forma en la que iba vestida yo. Ellas llevaban ropa un par de tallas mas pequeñas de las que necesitaban.
Supongo también que hay diferencia en la mirada que se intercambian entre ellas y sus posibles clientes, que imagino que habrá cierta complicidad y la mirada que yo lanzaba a los que me miraban a mi. Si las miradas lanzaran cuchillos, esos tíos parecerían coladores.
Cansada de esa tensa situación llamé a mi pareja que me dijo que ya estaba cerca ¿¿¿¿.......???? aún tardó un cuarto de hora más en llegar.
Cuando lo hizo respiré, metimos todo en el coche...y de vuelta a Zaragoza. Estaba deseando llegar con tiempo suficiente para descansar un poco antes de acudir al concierto de Jacaré Jack, cuyo cantante es un buen amigo mío y compañero de teatro también. Desde luego, no me lo quería perder.
Llegué a tiempo y disfruté mucho allí. Ha sido un fín de semana diferente y muy, muy feliz.
Más fotos aquí.