12/27/2013

Dirty Money. Obra de teatro.



Otro año más, otras navidades más, otra obra de teatro más. Esta vez hemos representado, no sin problemas, la obra "Dirty Money".
Como habréis podido deducir por el título...la obra, en gallego no es, no, ni en vasco tampoco, pero tampoco ese es el título original, así es que...
Lo hemos cambiado porque el que el autor eligió no nos convencía nada. "Laburnum Grove", ese era el título...¡toma ya! Vamos, que por mucho inglés que yo sepa, no me animaría mucho a ir a ver una obra titulada así, aunque fuese gratis
Cuando he comentado al principio que hemos tenido algunos problemas para representarla, me refería a que nos costó mucho tiempo conseguir los nueve actores/actrices necesarios para cubrir todos los personajes.
La culpa fue mía, porque sabiendo las dificultades que todos los años tengo para encontrar gente que quiera participar en esto del teatro, debería preparar obras con tan solo dos o tres personajes. Pues no, este año voy y elijo una para la cual necesito nada menos que...¡nueve personajes! ¿Es o no es para darme un par de bofetones?
Después de dar voces por aquí y por allí, de mover unos cuantos hilos, incluso de suplicar a los amigos que ya habían participado anteriormente con nosotros para que nos echaran una mano, conseguí los actores necesarios para cubrir todos los papeles y así poder empezar con los ensayos.
Antes de que acabase el verano el grupo ya estaba completo y cada uno de sus miembros tenía el guión en su poder, así es que me relajé y me puse a estudiar mi papel.
En la segunda quincena de septiembre como todos los años, empezaron los ensayos de los viernes y como todos los años también, nadie llegó a ese primer encuentro con el guión aprendido, incluida yo, lo admito. Claro que yo, junto con otros dos de mis compañeros jugábamos con ventaja, ya que habíamos representado esta misma obra diez años antes y sabíamos que nos aprenderíamos nuestro papel mucho antes que los demás.
La tranquilidad duró lo que dura un cubito de hielo en un whisky on the rocks- según canta Sabina- porque en octubre todo cambió cuando una de las compañeras tuvo que abandonar el grupo por asuntos personales. Entonces pensé que yo también tendría que abandonar el proyecto del teatro y que este año por primera vez en 24 años, los alumnos de la escuela de idiomas se iban a quedar sin el privilegio de vernos actuar. Aún así no reblamos y comencé una nueva búsqueda con el mismo afán que Indiana Jones buscaba el Arca del Alianza y al final, tanto empeño tuvo su recompensa y encontramos lo que andábamos buscando.
Los viernes iban pasando y pasando más rápido de lo que yo hubiera deseado, porque no veía mucho avance a la hora de poder ensayar sin tener el guión entre las manos. Casi sin esperármelo, diciembre apareció por la esquina. Eso significaba que apenas quedaban un par de semanas para el estreno, que estaba previsto para el lunes 16 de dicho mes, así es que tuve que reservar una sala en un Centro Cultural para poder ensayar todos juntos los dos últimos domingos. De hecho, fueron los dos únicos días desde que habíamos empezado, que pudimos estar los nueve juntos.
Al volver a casa después de finalizar el último ensayo no las tenía todas conmigo, pensaba que no saldría bien, a pesar de que había salido mejor que muchos de los últimos ensayos de obras anteriores, pero no quería que esa duda que me inundaba me afectase demasiado, ya que la experiencia de tantos años preparando obras y actuando en ellas me había demostrado que al final, suele salir bien, pero también sé que eso no tiene por qué ocurrir siempre.
Llegó el lunes 16 y por la mañana montamos el escenario. Por la tarde dimos los últimos retoques casi a la misma en que las primeras personas del público empezaban a entrar.
Alguien dijo "la suerte está echada" y pensé..."pues espero que se levante y se quede aquí con nosotros".
Se apagaron las luces, Camino y yo salimos al escenario, nos sentamos en sendas sillas y se encendieron los focos. Empecé a hablar...y los diálogos fluyeron correctamente, los míos y los de mis compañeros y al finalizar la función, saludamos y me sentí feliz porque todo había salido muy bien.
Quiero volver a agradecer a tod@s mis compañer@s por el buen trabajo que hicieron.
¿Fallos? ¡por supuesto que hubo algunos! pero fueron tan pequeños, que eso se queda para nosotros, los protagonistas de la historia, después de todo, presentadme a alguien que no cometa fallos...ni un nombre ¿verdad?. Pues eso.
Para ver las fotos...aquí.





11/20/2013

Otoño en el Moncayo.


Hemos pasado en día en el Moncayo. Como mi pareja es artista, me sugirió darnos una vuelta por allí para disfrutar los colores del otoño en toda la extensa vegetación que hay por allí, quizá para ver si la gran variedad de colores le inspiraban. Eso se verá en el futuro, pero hoy con una buena cámara colgando del cuello se ha hartado de hacer fotos a las hojas, a los dibujos que hacen las marcas de cortes en los troncos de los árboles y también a paredes y cualquier otro objeto en el que veía una riqueza de texturas. La temperatura todavía ha sido agradable aunque con pequeños momentos de cierto viento que casi desaparecía cuando nos metíamos en la espesura del bosque.
Durante nuestro paseo ecológico nos hemos encontrado con algunas parejas y grupos de personas que se habían acercado por allí para recoger setas- es la época- y por allí suele haber muchas. Nosotros solo hemos visto unas 4 o 5 pero como no las conocemos y no sabemos si son venenosas o no, las hemos dejado donde estaban y seguiré comprándolas en la verdulería que hay cerca de mi casa.
Durante el paseo hemos visto una zona muy agradable con mesas y bancos de madera y los hemos aprovechado para descansar y comer. Más tarde nos hemos metido en un restaurante que hay a mitad de camino de subida al Moncayo y nos hemos tomado un cafecito.
Hemos vuelto a coger el coche y nos hemos acercado a Tarazona, preciosa ciudad donde convivieron las tres culturas.Árabe, Judía y Cristiana. Hemos paseado por sus calles cuesta arriba y cuesta abajo y casi vacías de gente, quizá por ser domingo y hora de la siesta. Calles estrechas y con aceras que medían apenas 20 centímetros y por las que los coches tenían verdaderos problemas para pasar debido a su estrechez. En una de ellas nos hemos tenido que meter en el hueco de una casa para que pasara un coche y éste ha tenido que hacerlo despacico porque los espejos retrovisores rozaban las casa.
Hemos ido mi pareja y yo con nuestro hijo mayor que no había estado nunca por allí y se ha llevado una sorpresa por la belleza y la mezcla de colores que ha visto en la montaña.
Las fotos de este viaje, aquí.

11/04/2013

Halloween Ye-Yé.


Necesitan muy poco mis tres dj's favoritos para montar una sesión de estupenda música, pero anoche si que tenían un motivo para hacerlo. Se trataba de celebrar (con 24 horas de retraso) la fiesta de Halloween, pero como yo soy muy racial, muy de aquí, digo que lo que han celebrado es la fiesta de Tolosantos. Es 1 de noviembre y lo que siempre hemos celebrado es el día de Todos los Santos, así es que yo no cambio.
El caso es que los dueños de un restaurante al que los tres acuden con frecuencia, le comentó que les gustaría celebrar ese día con una noche de "terror", un menú especial y música, mucha música y por supuesto la música correría a cargo de ellos. Como el título de la fiesta era "Halloween ye-yé" toda la música era de esa época, pero la verdad es que también se escuchó alguna que otra perteneciente a diferentes años, aunque todos ellos alrededor de esa etapa.
El restaurante no es muy grande pero les prepararon un rinconcito especial para que pusieran sus tocadiscos y todo el material necesario. Empezó sobre las 9 de la noche y las féminas comenzamos a bailar casi a la vez. De hecho, a M José y a mi casi no nos dio tiempo ni a quitarnos la chaqueta. Es que es escuchar la selección que mis dj's preparan cada vez que actúan y ya no puedo estar sentada ni un minuto...y no soy la única que no se puede resistir.
Sobre las 10 de la noche, nos sentamos a cenar en una mesa que nos habían preparado, pero la música se seguía escuchando, en principio se pensó que se escuchara como fondo musical pero la propia camarera de allí subió el volumen hasta en tres ocasiones. Sin haber terminado de cenar, Pedro y Paco abandonaron la mesa y volvieron a su rincón de trabajo y placer. Luis se unió a ellos un poco más tarde. La realidad es que todos abandonamos la mesa antes de que nos sirvieran el postre, aunque volvimos a por él cuando lo sirvieron, no era cuestión de dejar en el plato una deliciosa porción de tarta de chocolate.
A partir de ese momento la música no dejó de sonar y la gente no dejó de bailar, hasta que pasadas las tres de la mañana y casi bajo amenaza de parte de alguna de las chicas de que se iba a ir a casa porque ya estaba muy cansada, logramos que mis dj's Luis, Pedro y Paco El Barbas (el orden es lo de menos) dieran por terminada la sesión.
Hicimos bastantes fotos y todas ellas podéis verlas aquí.

10/27/2013

Vitoria y Victoria.


Aquí estoy, sentada en el sofá de mi casa recién llegada después de pasar el día en Vitoria.
El tema es que a mi pareja le han dado un par de semanas de vacaciones, pero porque le corresponden ¡eh! no por su cara bonita y el caso es que con él ocurre como cuando abres una gaseosa movida previamente, que se sale todo el gas...mi pareja relaciona "días de fiesta" con "visitar cualquier lugar el caso es salir de la ciudad" y decide hacerlo con la misma fuerza que se sale la gaseosa.
Como sabe que no me gustan las improvisaciones, ya me había comentado hace unos días su idea de salir. En un principio el objetivo era Lérida (por cierto, ya que menciono Lérida, que nos devuelvan los bienes ¡¡¡ya!!!) Bueno, a ver, que me salgo del tema.
Allí, en Lérida, hay un museo que ya hemos visitado en varias ocasiones y donde suele haber exposiciones bastante interesantes. La idea era volverlo a visitar, buscar un sitio para comer y pasear por una de las calles más comerciales de la ciudad en cuyas tiendas casi siempre encuentro algo.
Unos días antes de salir de viaje, sugerí mirar a través de Internet qué exposiciones nos íbamos a encontrar en el museo y ¡oh! cosas del destino...no había ninguna. Jejejejeje. Pensé que esa sería una buena excusa para quedarnos en casa, ya sabéis que la carretera no me gusta, pero no fue así. Luis tiene recursos para casi todo y lo que hizo fue cambiar de destino.
-¡¡¡"Con la de ciudades que hay para visitar"!!!...me dijo.
-¡¡"Fíjate!!, respondí yo con la boca pequeña" y una sonrisa forzada.
 Un, dos, tres, la ciudad elegida fue...¡¡¡Vitoria!!!... Tachán!!!
Si Lérida me parecía lejos, imagínate Vitoria. Me dijo que hay 200 y pico kilómetros entre esa ciudad y Zaragoza y le pregunté- "¿ y allí qué hay"?
-"Pues, podemos pasear por la ciudad, mirar tiendas y comprarte algo, ¡ah! y también hay un museo muy interesante".
-"¡Ole.Mira qué bien!", le dije.
Cuando supe que Vitoria iba a ser nuestro destino, empecé a prestar atención al parte metereológico pues todavía existía la posibilidad de que anunciasen lluvias para ese día y el viaje se suspendiera y eso es lo que ocurrió. No que se suspendiera, sino que finalmente anunciaron lluvias, así es que cuando Luis llegó a casa se lo comenté poniendo un mohín de... "¡qué pena, que no podamos ir, con la ilusión que me hacía!".
Pero no recordé que existía eso que se llama Internet y a través del cual, puedes mirar cómo va a evolucionar el tiempo minuto a minuto. Conforme se acercaba el día Luis me decía que no había problemas porque anunciaba muy buena temperatura y que solo se empezaría a nublar con posibilidad alta de lluvia a partir de las 6 de la tarde, casi casi cuando nosotros abandonaríamos la ciudad.
Hoy mismo por la mañana temprano, mientas nos preparábamos para empezar el viaje, volví a decirle que mirase de nuevo el pronóstico del tiempo...por si había cambiado, pero seguía siendo el mismo. 80% de probabilidad de lluvia a partir de las 6 de la tarde. Todo seguía igual así es que nada nos impidió salir de casa.
Al poco de entrar en la autopista nos detuvimos en la primera cafetería que vimos para desayunar, estirar las piernas e ir al baño. Tres horas más tarde y después de un par de paradas más, entramos en Vitoria, la ciudad menos "vasca" del País Vasco. Aparcamos el coche en un garaje y salimos al exterior. Era una plaza con bastante arbolado donde estaba la catedral de Vitoria. Vimos bastantes adolescentes por allí y calles adyacentes y recordé que es el día de la huelga general en la educación. Empezamos a pasear por las calles de la ciudad después de visitar la catedral y me sorprendió ver en varios edificios pancartas con la frase "ETA NO/ ETA EZ" lo cual me sorprendió si tenemos en cuenta que estábamos en el País Vasco.
Hacía calor y el sol pegaba fuerte. Un par de horas después encontramos una calle peatonal y no muy ancha donde casi todos los locales eran bares y restaurantes, eso nos facilitó la elección de dónde poder comer.
Garbanzos con col para Luis y ensaladilla de marisco para mí fue nuestra primera elección. De segundo yo elegí chipirones a la plancha y él lengua en salsa con patatas fritas. El postre de Luis fue tarta de manzana y natillas caseras para mí. El café decidimos tomárnoslo en otro lugar. Por todo lo anterior pagamos 12 euros cada uno.
Encontramos una calle o zona abierta, peatonal y muy tranquila, donde había tres restaurantes con mesitas en el exterior y uno de ellos fue el elegido para tomar el café. Bajo el toldo para protegernos del sol estuvimos un buen rato hablando y riéndonos y como se acercaba la hora de volver a casa y todavía nos quedaba algo que ver, dimos por terminada la sobremesa y fuimos en busca del museo de arte que sabíamos que estaba por allí cerca, bueno Luis era el que lo sabía porque ya había estado en esa ciudad hacía algún tiempo.
Llegamos a sus puertas en el momento justo en el que lo estaban abriendo. Preguntamos cuánto costaba visitarlo y nos dijeron que 6 euros cada uno. Teniendo en cuenta que casi era hora de volver a Zaragoza, solo entramos a ver la tienda del museo.
Eran casi las seis y media de la tarde y tal y como Internet había anunciado, se cielo se empezó a nublar.
Cogimos el coche, salimos del parking y  nos pusimos rumbo a casa pero...¿cómo encontrar la calle o avenida que nos llevase hasta la autopista? Pues, preguntando a alguien...diréis. Si, claro eso sería lo normal, pero no sé si es algo genético en los hombres, algo que va implícito en su naturaleza o simplemente, que les parece humillante demostrar que hay algo que no saben, pero a la mayoría de ellos no les gusta preguntar. Así es que hemos estado los dos durante un buen rato recorriendo las calles de la ciudad como si estuviéramos metidos en un bucle, buscando la entrada a la autopista. Al final claro, hemos tenido que preguntar y una vez dentro, con el cielo totalmente oscuro, la anunciada lluvia ha empezado a hacer acto de presencia. Lluvia que al poco rato se ha transformado en el diluvio universal. Llovía con tanta fuerza que los limpiaparabrisas de nuestro coche no daban abasto. El cristal en el interior del coche se empezaba a empañar así es que tuvimos que poner en marcha el aire frío.
Si como ya sabéis no me siento segura en la carretera, imaginaros como me sentía con semejante panorama. Iba sentada en el coche con tanta tensión que mi espalda no se apoyaba en el asiento porque iba con la cara pegada al cristal de delante intentando ver la carretera por donde íbamos.
La visibilidad era tan escasa que circulábamos a 80 km por hora. Eso ha hecho que llegásemos a casa más tarde de lo previsto. Al bajar del coche solo he podido pensar que ha sido toda una victoria llegar sanos y salvos.  
Unas cuantas fotos aquí.

10/08/2013

De crucero con amigas.



Quiero dejar claro que no me gustan las despedidas, bueno, solo cuando tengo que hacerlo de algo o de alguien que me molesta o me hace daño. También sé que en la vida es inevitable, nos guste o no, tener decir adiós constantemente y hace un par de semanas llegó el momento de decirle adiós al verano, esa estación del año que tanto me gusta y que en mi opinión dura muy poco.
El caso es que Las Chicas del Club del Martes y yo pensamos que ya que no podíamos evitar que se fuera, deberíamos despedirnos de él a lo grande. Más aún teniendo en cuenta que coincidía con el cumpleaños de una de ellas.
Lo primero que se me ocurrió a mi para celebrar las dos cosas fue organizar un viaje a New York (ya he dicho que lo queríamos celebrar a lo grande) pero aunque estábamos muy ilusionadas por el viaje, se nos iba el presupuesto.
En la siguiente reunión del los martes sugerimos un crucero por el Caribe, pero la idea tampoco cuajó porque seguía siendo muy caro...Empezábamos a rendirnos y fue en ese momento, cuando una de nosotras acercó el  crucero a nuestras costas y tuvo la idea de que fuera por el Mediterráneo. "Eso está aquí al lado", "tiene que ser más barato"...pensamos. Aún así, después de muchas sumas y restas y muchos ajustes presupuestarios, que parecíamos Rajoy y su gobierno cuando se ponen a hacer recortes, nos dimos cuenta de que seguíamos sin que nos salieran las cuentas.
Como parecía que la idea del crucero había calado hondo en todas nosotras, al final decidimos que el crucero sería...¡¡por el Ebro!!! y como tampoco nos daba el dinero para llegar hasta el Delta del Ebro...el barco nos llevó hasta...¡¡¡la Expo!!. 5 euros nos costó el ticket, bueno, en realidad pagamos 4 porque cada una de nosotras llevaba un vale de un euro de descuento que nos habían dado en frutos secos El Rincón después de haber comprado varias barras de pan y oye, que el crucero no estuvo tan mal, es un recorrido muy nuestro y hay que promocionarlo.
Cuando llegamos al barco ya había cinco pasajeros adultos y varios niños, no recuerdo cuántos porque se estaban moviendo tanto de aquí para allá, que quizá parecía que había más de los que en realidad había y cuando estos pasajeros estaban pensando que iban a tener un viaje tranquilo, llegamos nosotras siete, todas de vez y con muchas ganas de pasarlo bien.
Una de nosotras, Elena, llevaba una bolsa llena de diferentes modelos de sombreros y lo primero que hicimos al subir fue acomodarnos en los asientos, no sin antes "discutir" entre nosotras quién se sentaba en el exterior y quién en la cabina del barco. Todas queríamos hacerlo en el exterior y sentir cómo el viento movía nuestro cabello, pero solo tuvimos la suerte de conseguir esos asientos cuatro de nosotras y claro...yo fui una de las cuatro primeras en subir y en sentarme en la cubierta del barco,Jejejejeje, donde ya estaban los otros pasajeros, el capitán y su ayudante. El resto del grupo tuvo que compartir el camarote con algunos de los niños.
Cuando llevábamos unos veinte minutos de trayecto, nos dimos cuenta de que no había sido tan buena idea sentarnos afuera porque el sol picaba tanto, que al final del trayecto todas teníamos las marcas de los tirantes en nuestra piel.
Le pedimos a Elena que sacara los sombreros de la bolsa y empezamos a hacernos fotos con uno, con otro, con el morado, el rosa, el blanco...el sol era tan fuerte que hasta uno de los pasajeros, que era "donante" de pelo, pidió que le dejáramos uno de los sombreros para protegerse. Lolis le entregó el que le parecíó más masculino. Yo tampoco lo veía con pamela, la verdad.
Entre fotos, cambios de sombreros y con el abanico en la mano llegamos a la Expo y todos los pasajeros, excepto nosotras siete, se bajaron para pasear por allí. Nosotras no lo hicimos porque como vivimos cerca de ella, la visitamos con frecuencia, así es que sin bajarnos del barco, regresamos al punto de partida, es decir, la parte de atrás del Club Naútico y allí mismo, el ayudante del capitán se ofreció a hacernos unas cuantas fotos para que pudiéramos salir las siete juntas. Después de la sesión, le dimos las gracias con una sonrisa y nos fuimos en busca de un lugar donde merendar, invitadas por Merche, que cumplía un año más o un año menos, no lo recuerdo.
Regresamos a casa sobre las nueve de la noche y como nos pareció que todavía era pronto para separarnos y que los chinos de nuestro club nos echarían de menos, nos sentamos en su terraza con la intención de alargar el día un poco más.
A las diez nos fuimos a casa sin despedirnos...no nos gustan las despedidas.

Aquí podéis ver una colección de las fotos que nos hicimos.

9/23/2013

Vinilos' sesión a la hora del vermut.


Empieza septiembre. Se cierran las piscinas, se guardan los bañadores, se hace todo lo posible para que el bronceado dure y dure y dure cual pila Duracel... y empiezan las sesiones musicales con dj's a la hora del vermut... se echaban en falta.
Son sesiones diferentes porque los dj's nos ofrecen su música no con cd's, sino a través de discos de vinilo, de los de antes, los que se ponían en los guateques y que quizá se vuelvan a poner en el futuro, porque dicen que están volviendo al mercado musical.
Para mí, desde siempre excepto cuando estoy de vacaciones, los sábados han sido los días que empleo para limpiar la casa. Podrían haber sido los lunes o los martes, pero no, elegí los sábados y solo lo cambio por fuerza mayor. No soy una veleta que va de un lado para otro.
Como he dicho, solo hago una excepción cuando la ocasión lo merece y qué mejor que ocasiones como esta para saltarme la rigidez que yo misma me impongo en casi todo lo que hago.
Se trataba de mis tres dj's favoritos poniendo música de 12 a 15 en un sábado soleado... Me gustaba la idea de estar sentada un sábado por la mañana en la terraza de un bar escuchando la buena música de los tres dj's y compartir ese momento con amigos, a pesar de tener el sol sobre nuestra cabeza y tostándonos sin piedad el resto de nuestro cuerpo.
Sobre las tres de la tarde cuando la sesión musical había finalizado, los dj's, sus parejas y algunos amigos más nos fuimos a comer y a compartir sensaciones. Los tres dj's llevaban discos de vinilo para dar y vender pero solo tuvieron tres horas para hacernos disfrutar con ellos, así es que durante la comida, uno de los amigos, Tomás, sugirió ir a su casa para que pudieran seguir poniendo discos, especialmente todos esos que no habían tenido tiempo de poner y así se hizo.
Los acompañé hasta mitad del camino porque había quedado con unas amigas para tomar algo sobre las 9 de la noche y quería descansar un poco.
Volví a casa y dos horas mas tarde volví a salir camino de El Puerto, a orillas del Ebro, donde me estaban esperando Pilar, Sue, M José y Robert. Allí tomamos unas bebidas y por mayoría salió ir a cenar a Le Pastis, en la misma orilla pero un poco más adelante. Después de la cena, cruzamos el río para bailar un poco de salsa en la Q4 donde el dueño me preguntó por "la pandilla" refiriéndose al trío de dj's y me comentó que quería volver a organizar con ellos otra sesión musical. Al salir de allí y ya a media noche, volví a casa a dormir.
¿He mencionado que la sala donde pusieron música era la sala Linacero?  ¿Y que los dj's son Luis Marco, Pedro Bericat y Paco "El barbas?... Pues eso.

Unas cuantas fotos aquí para ilustrar lo del sábado.

8/17/2013

La bici. El mundo sobre dos ruedas.


Que si, que si, que puede que haya, o eso dicen, tres cosas que hay que hacer en la vida antes de abandonar este mundo. Estas tres cosas son a saber..."escribir un libro", "tener un hijo" y "plantar un árbol".
Personalmente estoy tranquila porque aunque con pequeñas variaciones, ya he cumplido las tres.
Primero, escribir un libro no lo he hecho, pero tengo este blog y ¡¡¡no veas lo que escribo en él!!! El hecho de que lo que escriba no tenga tapas duras, no creo que tenga importancia.
El segundo punto es tener un hijo ¡¡¡y yo he tenido dos!!! He trabajado el doble de lo que piden.
Llegados al punto tercero, que como ya sabéis se trata de plantar un árbol, tengo que decir que lo que se dice un árbol no he plantado todavía, pero sí un par de geranios y un poto que supongo que será lo mismo y que tampoco importará el hecho de que ninguno de los tres existan ya porque oye, voluntad para que sobrevivieran yo le puse.
Añadiría un cuarto objetivo a realizar que quizá no se menciona porque para algunas personas no tiene importancia pero que para mi es o era una espinita que tenía clavada. Se trata de aprender a montar en bicicleta.
¿Cómo es posible que nunca haya aprendido a ir en bicicleta? ¿Cómo es posible que ella haya podido conmigo? Bueno, la verdad es que tampoco tiene tanto mérito vencerme ya que yo enseguida me di por vencida.
Cuando me subía a una de ellas y no sé porqué extraño fenómeno, esta parecía que se transformaba en una bicicleta de cemento y no había manera de que yo pudiera mover y mucho menos girar, el dichoso manillar. He tenido entre mis manos piedras más manejables que él, así es que decidí postergar esa meta para más adelante. A los 20 años piensas, con razón, que tienes todo el tiempo del mundo y ahora, bastantes años después de aquel día, he decidido que ya había llegado el momento de retomar mi proyecto y el pasado domingo, con la inestimable ayuda de mi pareja y después de una agradable comida familiar, llevamos a cabo la misión.
Como en el trastero tenemos dos bicicletas, su primera sugerencia fue coger una cada uno..."error de cálculo nene" le dije, son demasiado altas para mi, que no es que yo sea muy bajita, de hecho creo que soy una gigante bajita, pero es que después de tantos años sin tocarlas, quería empezar con una  que al mas mínimo fallo por mi parte o pérdida de equilibrio, mis pies tocaran el suelo sin problemas. La solución fue coger una de las que el ayuntamiento tiene para uso ciudadano aparcadas a lo largo y ancho de la ciudad y que por suerte, uno de esos aparcamientos está en mi calle.
Montarme en una de ellas e intentar empezar a pedalear fue todo un show. Por suerte para mi, eran las 6 de una calurosa tarde de agosto y había muy poca gente por la calle.
Como si tuviera tres años y mi padre me estuviera enseñando a montar en bici por primera vez, Luis agarró el manillar con una mano y el sillín con la otra. De esta manera tan vergonzante recorrí varios metros yendo y viniendo para arriba y para abajo, tratando de disimular cuando alguna persona aparecía por allí.
Pasados diez minutos decidí que ya había llegado el momento de emprender el vuelo sola, de enfrentarme por mi misma a los peligros de la vida cual ave que deja el nido por primera vez y emprendí todavía algo titubeante el camino con la bicicleta entre mis piernas.
Los primeros metros fueron los más difíciles ya que aún no iba muy segura, de hecho sigo sin irlo, En el momento de subir los dos pies y empezar a pedalear, la bici se me va a derecha e izquierda y viceversa de tal manera, que cualquier testigo inoportuno que haya por allí, pensará que por fuerza me he tenido que beber un par de chupitos de coñac antes de salir de casa. Pero una vez superado esos primeros minutos ya nada se me pone por delante y enseguida la acera ancha, larga y recta donde había empezado la clase, se me quedó pequeña y entonces mi pareja sugirió alejarnos de allí y llegar a la zona de la Expo.. La zona donde se celebró la Expo es amplia, con aceras anchas, que es lo que yo necesito y además hay un carril bici para como su nombre indica, ir con la bici. El problema es que yo lo veo muy extrecho para mi, no si lo tengo para uso exclusivo mío, pero sé que si me viene algún que otro ciclista de frente por el carril contrario, puedo tener problemas porque seguro que me pasa como cuando veo una piedra y me quedo mirándola...que voy directa a ella. Aún así decidí circular por ese carril y minutos más tarde mi pareja me avisó de que un grupo de seis ciclistas se acercaban por el carril contrario. No les quise mirar porque sabía que si posaba mis ojos en el grupo, mi mente los convertiría en mi objetivo a abatir así es que traté de relajar los brazos y fijé la vista al frente, tal y como me había recomendado mi amiga Loli.
Conforme se acercaban a mí, mi corazón latía con más fuerza y al final, cuando por el rabillo del ojo vi que pasaban a mi lado sin que hubiera habido ningún contratiempo, sentí que ya había superado una importante barrera y que ya todo sería más fácil.
Al llegar a la zona Expo todavía me quedaba por superar algún que otro obstáculo como subir y bajar cuestas. Las subidas me suponían un esfuerzo añadido en las piernas y en los brazos pero ¿y las bajadas? ¡uf! otro extra de fuerza, esta vez en las manos ya que mi pareja me recomendó que las bajara
pretando suavemente el freno de las ruedas de atrás.
Con tanto esfuerzo la verdad es que necesitaba un descanso y aprovechamos que teníamos que aparcar la bici del ayuntamiento, ya que solo te dejan usarla durante media hora y volverla a coger 10 minutos después para tumbarnos sobre la hierba. Pasado ese tiempo, volvimos a coger la bici y regresamos a casa.
El paseo en bici duró solo una hora, pero he avanzado muchísimo. Conseguir subir los dos pies en ella y empezar a circular todavía me cuesta varios intentos, pero una vez conseguido ya no hay nada que se me ponga por delante. El carril bici ya lo veo como una amplia avenida y girar a derecha e izquierda va siendo cada vez más fácil y ya no tengo agujetas en los brazos como el primer día. Lo que todavía no sé cómo evitar es el dolor que se me queda en esa parte blanda entre las piernas y en las ingles que me produce el duro sillín de la bici, supongo que es causado porque todavía voy algo tensa sobre él y aprieto demasiado las piernas en un intento de mantener el equilibrio, pero poco a poco lo conseguiré.
Dejo aquí unas fotos y un vídeo para demostrar que todo lo que he dicho es verdad.

7/23/2013

Los miércoles, piscina.

Estoy pasando unas horas en una de las tantas piscinas que hay en Zaragoza...a falta de agua salada, agua clorada.
Lo primero que hacemos mi pareja y yo al entrar y como animales de costumbres que somos, es ir a extender las toallas al mismo sitio que la vez anterior y que la anterior y la anterior...de hecho es el mismo lugar donde la poníamos el año pasado, que parece que con la entrada también nos dieran la escritura de propiedad de esos dos metros cuadrados de césped y no es que sea solo una manía nuestra ¡qué va!, he comprobado que la mayoría de la gente hace lo mismo porque alrededor de mis dos metros cuadrados de césped, toman el sol las mismas personas una y otra vez. Cada vez que voy y les veo allí, me entran ganas de saludarles. Creo que hemos llegado a crear un pequeño vecindario y que como me descuide, me nombran presidenta de la comunidad.
Conforme me voy acercando a la zona de piscinas, empiezo a notar los olores típicos de estos recintos, una mezcla de cloro con los olores de los diferentes aceites bronceadores, todo ello aderezado con los propios sudores, perdón, con los propios olores.
Una vez extendida la toalla, siento que lo que me apetece realmente es describir lo que veo, que tampoco es mucho si tenemos en cuenta que tengo 0'75 dioptrías.
Giro mi cabeza hacia la izda y veo un grupito formado por dos mujeres y tres niñas de unos 12 años a las que les estaban dando la merienda. Una de ellas discute con su madre por haberle hecho salir del agua para hacerle comer un bocadillo de pan de molde sin corteza, así es que se da media vuelta enfadada y se vuelve a dirigir a la piscina y es entonces cuando su madre, a todo volumen, le comunica que solo tiene dos opciones...o vuelve y se come el bocadillo o se van a casa. Ante este panorama, la niña frunce el ceño y regresa a la toalla mientras dice "Vale, pero no me castigues".
Aparté mi vista de ellas y de esa horrible visión de los bocadillos de pan de molde sin corteza, que es como comer jamón de york o Nocilla entre dos trozos de miga.
Al mirar hacia otro lado descubro un grupo de adolescentes en lo que parecía ser su primer verano en la piscina sin adultos que les controlasen. Chicos y chicas, casi niños, que hablan en voz alta, que se ríen por cualquier cosa, que se levantan con rapidez de las toallas y se van corriendo al agua; los chicos van tiesos, chulicos, machotes...y ellas van detrás, más tranquilas. Eran tres, las dos primeras iban hablando entre ellas y la tercera se acercó corriendo y les espetó " Oye, no vayais tan deprisa, que voy descalza" Le miraron y le respondieron " ¡¡Como todas, maña!!.
A los diez minutos regresaron corriendo y se envolvieron en las toallas. Más tarde una de las chicas le pidió a uno de los chicos que le extendiera crema protectora por el cuerpo y fue entonces cuando otra de las chicas, quizá un poco celosa, se levantó a velocidad supersónica y se interpuso entre los dos mientras decía "primero a mi, primero a mi" Jajajaja. A la más mínima les vuelve a salir esa infancia que apenas acaban de dejar atrás.
Mientras les miraba, venían a mi mente los recuerdos de esos veranos en los que yo era como ellos y como ellos, también iba a la piscina con amigos y sin adultos, que reía, que corría, que hablaba en voz alta...como ellos. Con la diferencia de que mi casa estaba cerca de las piscinas municipales y mi madre se asomaba de vez en cuando al balcón " a echar una ojeada" y controlarnos a mi hermana y a mi, que por otra parte estábamos muy tranquilas porque había tanta gente a nuestro alrededor que ni aunque mi madre hubiera jugado a "¿Dónde está Wally?" o hubiera tenido superpoderes, nos hubiera podido encontrar.
Estaba inmersa en mis recuerdos cuando empecé a escuchar frases sueltas que llamaron mi atención. Venían de un grupo de mujeres, cuatro para ser exactos, que estaban haciendo top less y que por lo quemada que tenían la piel, deben de pegarse todo en día como los lagartos tomando el sol. Están allí cuando llego y siguen allí cuando me voy, nunca las he visto meterse en el agua. Todo lo más que se permiten para refrescarse es echarse agua con un frasco pulverizador que llenan de vez en cuando en las duchas.
Tres de ellas estaban sentadas formando un corro. Lamentablemente estaban demasiado lejos de mi como para poder escuchar la conversación completa, no obstante supe de qué estaban hablando tan solo escuchando unas cuantas frases tan jugosas como estas:
" A mi me gustan mucho los besos"
"Yo también me casé virgen"
"Yo siempre salgo a la calle con mi marido y siempre vamos de la mano"
"Yo me casé con 19". Que digo yo que se estaría refiriendo a los años y no que se había casado con 19 tíos.
En este punto de la conversación la cuarta componente del grupo, que había permanecido tumbada hasta entonces, se incorporó haciendo que su frase sonara con más contundencia y cerró la conversación con la frase:
"Mi marido es el único que me ha besado y el único que me ha tocado"
¡Qué lástima que la distancia que mediaba entre ellas y yo, impidiera que me enterase del resto de la conversación! y eso que disimuladamente moví un poco la toalla hacia donde ellas estaban, pero es que incluso el poco viento que había, no jugaba a mi favor ya que llevaba la dirección contraria.
Como vi que no podría averiguar nada más, cerré el periódico que estaba usando como excusa para poder "estudiar" mi entorno y me fui a dar un baño a la piscina, eso si, nadando cerca del borde para poder agarrarme a él en el momento en el que me canse de nadar. Todavía no he aprendido a mantenerme a flote en el agua.


7/11/2013

La tormenta pasajera.

Son las 12'30 de la noche y he salido a la terraza para disfrutar de la atmósfera que una fuerte tormenta que ha durado más de dos horas y que ha venido cargada de relámpagos y truenos ha dejado a su paso por la ciudad.Todavía a lo lejos se puede ver la luz de los relámpagos que se van desplazando hacia Cataluña.
La noche está en silencio ya que debido al agua que ha caído, el bar que está debajo de mi casa ha cerrado más pronto de lo habitual.
Aquí en mi terraza siento una fresca brisa sobre mi piel que me proporciona muchas sensaciones, pero lo que sin duda me ha puesto la piel de gallina hasta el punto de emocionarme, ha sido el olor a humedad y hierba mojada que entra dentro de mi cada vez que respiro.
Me he sentado en una de las sillas y he dejado que los recuerdos y la melancolía se colaran por cada uno de los poros de mi piel. Me he dejado manejar por todo lo que sentía en ese momento a través de cada uno de mis cinco sentidos y además no he querido hacer nada por evitarlo, así como tampoco he querido evitar que algunas lágrimas se deslizaran por mis mejillas, es más, creo que me ha venido bien. Lo necesitaba.
Mientras esto me ocurría, escuchaba la "conversación", algo acalorada por cierto, entre dos grillos y además de que no entendía lo que decían - para complicado el idioma de los grillos- el tono que usaban se metía hasta dentro de mis oídos y ha habido algún que otro momento, que de haber sabido dónde se escondían, hubiera hecho todo lo posible para que se hubieran largado de allí.
El edificio que está frente al mío y aunque está bastante alejado y con árboles entre ambos, todavía mostraba varios pisos con las luces encendidas y desde la silla de mi terraza y protegida por la oscuridad de la noche, me he puesto a pensar en qué tipo de familias vivirían allí enfrente.
Cuando mejor me encontraba disfrutando de las sensaciones que esta noche tormentosa me estaba proporcionando, el pitido del lavavajillas anunciándome que su actuación había terminado, me ha devuelto a la realidad para darme cuenta de que ya era la una de la madrugada.
Me iba a enfadar con ese electrodoméstico por la brusquedad con la que me ha sacado de ese mundo de imaginación que estaba viviendo pero entonces he escuchado el desagradable ruido del camión de la basura entrando por mi calle y me he dado cuenta de que tenía que poner fin a ese momento nostálgico que la tormenta pasada me había proporcionado.
Me voy a la cama convencida de que ha llovido solo porque por la mañana había limpiado los cristales de mi piso.

6/23/2013

¡¡Qué verde era mi valle!!...mi Valle de Ordesa.


Hace ya casi dos meses que a mi hijo Daniel le salió la vena ecológica, que yo ni siquiera sabía que tenía, y sugirió que cambiásemos el hecho de ir a tomar el vermut los domingos como hacemos habitualmente, por un "¡¡vayamos al Valle de Ordesa!!"
En un primer momento pensé que el "Valle de Ordesa" al que se refería era uno de esos bares llenos de tapas que están abriendo últimamente y acepté la sugerencia y entonces fue cuando él me aclaró que se estaba refiriendo al Valle de Ordesa de verdad, al que está en el Pirineo Aragonés casi junto a la frontera con Francia, al que está muy cerca del pueblo de Torla y al que se tarda en llegar casi tres horas en coche y después de mirarle a los ojos durante unos segundos pensando que estaba de cachondeo y comprobando enseguida que iba en serio dije...¡vale, vayamos!. Mira, es que aunque no te lo creas, de vez en cuando se me convence fácilmente...
Nos pusimos manos a la obra para saber cómo ir y buscamos el mejor día para hacerlo porque no queríamos días con mucha calor, ni días fríos y la verdad es que elegimos muy bien, porque nos salió un día genial.
Otro día que me tocaba madrugar así es que puse el despertador a las 7.15. Pero habiéndome acostado a la 1.30 y no habiéndome podido dormir hasta casi las 3 de la mañana, la verdad es que me levanté con bastante sueño. Aún así hice la gimnasia, desayuné, me lavé y a las 9 salíamos de casa para ir a buscar a Daniel y empezar el viaje.
Después de varias paradas por el camino, ya sabéis, para lo de siempre, llegamos hasta una hermosa pradera donde había un bar con mesas rústicas en el exterior, una tienda de recuerdos y los váteres, tan solicitados después de un largo viaje. ¡Ah! y un aparcamiento para dejar los coches. Aparcamiento que estaba casi lleno cuando llegamos sobre las 12 de la mañana.
Lo que me apetecía realmente era tumbarme bajo un árbol, sobre la hierba de esa pradera, pero había que empezar a subir la montaña y el único camino para hacerlo era uno lleno de piedras y no muy pequeñas por cierto. El camino se notaba que había sido hecho por el ser humano, por un ser humano con muy mala leche añadiría yo, porque de haber participado yo en su construcción, lo hubiera escobado bien y hubiera quitado todas esas piedras para hacer las caminatas más cómodas. Ante mi sugerencia Daniel añadió, no sin cierto sarcasmo, que por qué no colocar también a lo largo del camino varios enchufes por si la gente necesitaba cargar el móvil.
Podría pasar sin tener esos enchufes a lo largo el camino, después de todo nuestros móviles no tenían cobertura allí, pero lo de pisar tantas piedras si que me resultaba realmente molesto, sobretodo para mi que calzaba sandalias, si, sandalias. Mis amigas me decían que debería ir con calzado apropiado, es decir, deportivas, pero sabía que después de ese viaje no volvería a usarlas y no quería gastar ese dinero tontamente. La verdad es que fui muy cómoda con mis sandalias a pesar de que cada vez que pisaba una de esas piedras, mis pies se resbalaban dentro de ellas.
La intención era llegar hasta una preciosa catarata llamada "Cola de Caballo". El único "problema" era que para llegar a ella había que caminar unas 5 horas. Demasiado para alguien que es muy de ciudad y eso que me habían hablado maravillas de ese entorno.
A lo largo del camino nos encontramos con tres cataratas que se habían formado por el deshielo de la nieve de la montaña y para mi, una chica de ciudad, un paisaje como ese me impresionó.
Cuando llegamos a la parte mas alta de la catarata y nos asomamos a la barandilla, la visión me sobrecogió y sentí un ligero vértigo por el estruendo que hacía el agua al caer y porque era imposible ver el fondo de ese barranco. Íbamos comentando que incluso la vista, es decir, nuestros ojos, se tenían que adaptar a ese paisaje ya que están demasiado acostumbrados a ver objetos a corta distancia. Lo que quiero decir es que en  la ciudad, las distancias que hay entre los propios humanos o entre los humanos y los edificios, no suele ser muy grande, es como si estuviéramos encerrados entre cuatro paredes, así es que cuando llegas a esos paisaje naturales donde ves montañas allá a lo lejos, la vista y la mente se tienen que adaptar.
Después de caminar durante unas dos horas disfrutando de todo lo que íbamos viendo por el camino, pregunté a otros caminantes que volvían de donde quiera que hubieran estado cuánto faltaba para llegar a la "Cola del Caballo", pensando que me dirían que me la encontraría al volver la primera curva, pero fue decepcionante escuchar que todavía nos quedaban unas dos horas más de caminar por esas piedras y para terminar de darnos ánimos nos dijo que aprovecháramos la sombra porque nos venía un tramo grande donde no había árboles que nos protegieran del sol. Eso empezó a hacer mella en nosotros pero seguimos caminando. Al poco tiempo volví a preguntar a otros montañeros que bajaban de la montaña si encontraríamos alguna zona con río cerca donde poder sentarnos bajo un árbol a comer y descansar un poco y por suerte nos dijo que si, que a unos cuantos metros de distancia lo encontraríamos. Les volví a preguntar la distancia que había hasta la Cola de Caballo y me dijeron que estaba a solo 40 minutos pero me callé y no les dije nada ni a Luis ni a Daniel, no fuese que les apeteciera seguir caminando hasta llegar a ella. Yo había tenido bastante por el momento. Llegamos al lugar que nos habían indicado y como nos dijeron, había un árbol y el río pasaba a unos 20 metros.
Nos sentamos bajo el árbol protegidos bajo su sombra ya que el sol picaba mucho y después de comer y aprovechando que Luis dormía una pequeña siesta, nos acercamos Daniel y yo al río. Mi intención era meter los pies en sus aguas bravas para refrescarlos después de esa caminata pero "refrescarlos" no es precisamente el calificativo adecuado. Debería haber usado "congelarlos". El agua estaba completamente helada, incluso sentí un pequeño dolor en la parte de la sien y las piernas me dolían como si la sangre no pudiera circular, así es que las saqué inmediatamente de allí, sin embargo no reblé y lo seguí intentando. Al final conseguí mantenerlas dentro aunque moviéndolas, durante un par de minutos.
Cuando Luis se despertó de su siesta recogimos todo y emprendimos el camino de vuelta, el cual tengo que decir se nos hizo más corto y sé que es normal porque era de bajada. Cuando llegamos al bar/restaurante
con baños en el exterior junto a la pradera, volvimos a usarlos claro, bebimos algo y cogimos el coche para volver a la ciudad. Sin embargo aún hicimos una parada en el pueblo de Torla para visitarlo y hacer algunas fotos. Llegamos a Zaragoza sobre las 9 de la noche. Dejamos a Daniel en su casa y al llegar a la nuestra me puse a escribir estas pequeñas impresiones de este bonito viaje.
Como siempre, las fotos están aquí.    

6/04/2013

En Púbol, Barcelona...y vestido nuevo.


Este viaje rondaba por nuestra cabeza desde hacía ya tiempo pero necesitábamos que la prima de Luis, en cuya casa íbamos a dormir una noche, nos confirmara el fin de semana que a ellos les venía bien.
Nos dijo la fecha una semana antes y eso que los que me conocen saben que necesito enterarme de los nuevos proyectos con la suficiente antelación para mentalizarme, pero ya estoy cogiendo experiencia en esto de las improvisaciones así es que, puse los cinco sentidos y alguno más extra que tengo guardado por ahí para ser usado en caso de emergencia y los utilicé para organizarlo todo y organizarme yo misma también.
Empezó un "tira y afloja" entre mi pareja y yo sobre a qué hora deberíamos salir de Zgza. Él sugería las 8 de la mañana y yo me inclinaba más porque fuesen las 10. Al final se quedó en un "ni pa tí, ni pa mí" y salimos a las 9. Es que estamos introduciéndonos en el arte del regateo con vistas a un posible, futuro viaje a Marruecos.
Nuestra idea era ir directos a Púbol y allí llegamos después de varias paradas por el camino para estirar las piernas, tomar café y ¿por qué no decirlo?, también para desprendernos de aguas menores.
Al llegar al pueblo con la ayuda de un GP'S y después de aparcar el coche, buscamos el museo/castillo dónde vivió Gala. Lo hemos encontrado enseguida porque el pueblo es muy bonito pero muy pequeño.
Las casas son de piedra ya que hay muchas montañas alrededor, pero lo que para mí hace especial a Púbol son los preciosos y recoletos rincones rodeados de frondosa vegetación que podemos encontrar a nuestro alrededor. De hecho, me he quedado prendada del jardín exterior que rodea el castillo de Gala, donde he aprovechado para hacer algunas fotos.
En el interior del museo, objeto de nuestro viaje, había varios objetos de Dalí, incluído uno de los techos que el artista pintó. Nos enteramos de que una de sus habitaciones fue el último estudio del artista y allí permanece el último cuadro que estaba pintando en su último año. Recorrimos todas las estancias es decir, el salón con una chimenea, la cocina, el dormitorio y un par de salitas más. También pasamos por una sala oscura con paredes negras en la que había una preciosa colección de vestidos de grandes diseñadores, todos ellos propiedad de Gala y por supuesto, protegidos por un cristal que no impidió que les hiciera unas fotos.
Mi pareja y yo bajamos a un sótano en el que había unas esculturas de animales y delante de ellos dos tumbas, una de ellas es la de Gala...la duda es quién estaba en la otra. No había ningún escrito que nos lo dijera.
El castillo de Gala fue un regalo de Dalí a su esposa y es sabido que ella le puso como condición...tiene narices que encima que se lo regalaba, le pusiera condiciones, pero así fue y la condición fue que él tenía que avisarle cada vez que quisiera ir a verla. Nada de presentarse allí en plan de " Bueno, voy a darle una sorpresita a mi esposa" ya que posiblemente, la "sorpresita" podría ser mutua.
Bueno, al salir de allí y como ya eran las tres y media, buscamos un restaurante para comer antes de dirigirnos al hotel para descansar un poco y ducharnos.
A la mañana siguiente sábado y después de desayunar, cogimos el coche y pusimos rumbo a Barcelona. Allí teníamos varios planes que llevar a cabo. Aparcamos entre la plaza Universidad y Las Ramblas y empezamos a callejear viendo tiendas y por suerte para mi en una de ellas encontré un vestido que me gustó y como me quedaba muy bien me lo compré, por mi parte ya podía volverme a Zgz porque ya había hecho realidad uno de los motivos por los que me gusta viajar a Barcelona, pero no lo hice porque había más motivos para seguir allí. Bajando hacia el puerto entramos en el Palacio de La Virreina para ver una exposición de vídeos que nos habían recomendado y que no estaba nada mal. Allí hice algunas fotos también aunque sin flash. Callejeamos un poco más entre los miles y miles de turistas (demasiados para mi gusto) que hay siempre en esa ciudad.
Sin darnos cuenta, se nos echó encima la hora de comer y como animales de costumbres que somos algunos  humanos, fuimos al mismo restaurante que solemos ir cuando estamos por allí.
Una hora pasamos en el restaurante y después sin darle tregua al cuerpo y siguiendo las mismas costumbres, fuimos al mismo bar de siempre a tomarnos el café. Sin apenas descansar salimos del bar y nos fuimos al barrio Gótico. Me gusta regresar a esa zona y volver a recorrer sus calles estrechas llenas de pequeñas tiendas situadas en viejos locales que han sufrido una restauración tan ligera que siguen conservando la esencia de los años en que fueron construidas y en los que ahora se vende moda de vestir, complementos, comida especializada, etc, etc, etc.
A las 7 de la tarde y un poco cansados después de seis horas caminando, cogimos el coche para ir a casa de los primos de Luis. Como viven en un barrio un poco lejos de donde nos encontrábamos, decidimos utilizar no uno si no dos GP'S lo cual tampoco nos ayudó mucho ya que aunque parezca mentira, en algunas ocasiones uno nos indicaba que girásemos a la izda y el otro a la dcha. Como si hubieran sido Rubalcaba y Rajoy vamos. Para evitar que se pelearan entre si y terminaran insultándose, decidimos apagarlos y llamar por teléfono a los primos que nos fueron señalando el camino. Tanto objeto electrónico, para terminar siendo dirigidos por el ser humano. Una vez allí, subimos las maletas a su casa, bebimos agua, descansamos un poco y como era pronto para cenar, la prima de Luis nos sugirió salir a dar una vuelta por el barrio, a lo cual accedimos.
Sus primos tienen un bar allí cerca, bar que ya perteneció al padre de él y que dentro de unos días cumplirá 50 años- el bar, no el padre.
Salimos a la calle y yo pensé que iríamos a algún parque cercano o que nos enseñarían algún edificio bonito...pero no, lo que nos enseñaron fue la ruta de los bares. Un recorrido turístico para mostrarnos todos los bares que han abierto a lo largo de la calle donde ellos tienen el suyo y que por lo tanto les están haciendo una seria competencia. Muy interesante el recorrido oye, sobretodo si estás interesada en ese tema, porque no veas la cantidad de información que sobre todos ellos manejaba su prima.
El tour turístico terminó con una visita al hospital San Pablo situado frente a su bar. El hospital antiguo es precioso, pero lo que nos enseñaron fue el edificio nuevo que han construido junto al otro, aunque realmente no pasamos del enorme hall del edificio. Que porque ellos nos dijeron que era un hospital, porque ese enorme hall con suelos de mármol, bien podría haber sido el de cualquier aeropuerto o estación.
Cuando nos levantamos a la mañana siguiente, sus primos ya nos habían preparado un delicioso y completo desayuno que incluía unos croasants recién hechos que su primo acababa de traer. Mientras disfrutábamos de ese dulce momento, planeamos a dónde ir para aprovechar la soleada mañana de domingo y entonces decidimos ir a visitar un parque en la zona de Horta donde hay un divertido laberinto formado por frondosa vegetación y allí sus primos y nosotros dos nos separamos en parejas para ver quién conseguía llegar a la meta en primer lugar. Por supuesto fueron ellos ya que lo han recorrido en más de una ocasión. Para
nosotros era la segunda vez que lo hacíamos. En la primera ocasión que lo hicimos, tanto la prima de Luis como yo, estábamos embarazadas de nuestros primeros hijos y de eso hace ya más de 30 años. Me gustó volverlo a recorrer, volver atrás todos esos años. Nos hicimos una cuantas fotos par no olvidar ese momento, paseamos por entre la vegetación, descansamos bajo algunos árboles y hora y media después regresamos a casa para comer y emprender el viaje de regreso a Zaragoza.
Han sido dos días y medio intensos pero muy agradables. Muchos kilómetros para ir y volver en inmejorable compañía y por todo lo que hemos visto y hecho ha merecido la pena.

Aquí os dejo las fotos y de regalo también un pequeño vídeo. Disfrutadlo.





5/16/2013

¡Chicas...nos vamos al teatro!


Merche, una de las chicas del club del martes nos propuso ir, mediante invitación claro, al Teatro Principal para disfrutar en vivo y en directo de la ceremonia de la entrega de los Premios Simón. Pensando que sería un concurso de vinos con tapas para comer, aceptamos enseguida.
No sé mucho de vinos pero lo suficiente para saber que el tetra brick de Don Simón mucha calidad no tiene, así es que le pregunté a mi amiga si no tendría entradas para los premios Enate o Vega Sicilia. Como eso no iba a ser posible nos conformamos con Simón  y llegado el día, nos vestimos para ese evento. Eso si, cada una mantuvimos nuestro propio estilo en el vestir.
Loli llevaba unos ajustados y elegantes pantalones negros que marcaban su estilizada silueta y una bonita blusa de satén, sin mangas y con dibujo que imitaba la piel de la serpiente.
Sara también eligió llevar pantalones pero estos eran vaqueros y para la parte superior, una camiseta blanca con dibujo en la parte delantera y escote barco que le daba un estilo muy sport. El toque de más vestir lo ponía un elegante abrigo negro.
Merche, a pesar de que suele ser muy colorista en su forma de vestir, ayer eligió un conjunto de pantalones y camiseta en negro y como calzado llevaba unas bailarinas negras con remaches plateados. El punto colorista se lo daba un fular verde que llevaba alrededor del cuello.
En mi caso y después de pasar un cuarto de hora buscando en mi fondo de armario, me decidí por una falda con lentejuelas doradas acompañada de una camiseta de tirantes con reflejos dorados también que le iba muy bien al color de mi piel.
Por último, nuestra amiga M. Jesús, llevaba un estilo divertido y colorista que le quedaba genial. Estaba total, seguro que Almodovar le hubiera dado un papel en una de sus películas.
Como al salir de casa no encontramos ninguna limousine esperándonos en la puerta, optamos por el tranvía, que solo hace un mes que llega a nuestro barrio y hay que amortizarlo.
Como llegábamos con bastante antelación al teatro, decidimos entrar en una tienda de complementos de la calle Don Jaime que había abierto cuatro días antes la hija de unas de las chicas del club. Le dimos la enhorabuena, le deseamos suerte en el negocio y por supuesto todas compramos algo. Imposible salir de allí con las manos vacías.
De vuelta al teatro nos encontramos con bastante gente esperando para entrar, pero descubrimos que nada mas cruzar las puertas, había un "Fotocall". Para los que no tengan ni idea de lo que es, diré que se trata de un panel más o menos grande lleno de pegatinas de diferentes marcas comerciales y delante del cual, se fotografían los famosos que van llegando. Por supuesto en cuanto lo vimos nos dirigimos hacia allí para ser fotografiadas contentas y sonrientes.
Entregamos las entradas y nos dirigimos a nuestros asientos. Nos comunicaron que dichos asientos estaban en la cuarta planta, que por cierto es la última y una vez allí, seguimos subiendo hasta la última fila. Lo que se conoce como "el gallinero", vamos.
Sentadas allá arriba, a algunas de nosotras nos entró un poco de vértigo viendo el escenario tan abajo y a mi un poco de claustofobia también porque el teatro estaba completamente lleno, los asientos eran muy pequeños y estaban muy pegados entre si.
Empezó la ceremonia y ya sabéis lo que son estas galas...presentaciones, gente recibiendo premios, discursos de agradecimientos y proyecciones de los vídeos que optaban a los premios en las diferentes categorías.
Voy a hablar de los vídeos, proyectarse se proyectaban pero los que habíamos sido enviados al gallinero estábamos tan altos, que el telón que hay en la parte superior del escenario solo nos permitía ver unos 20 centímetros de la parte baja de las proyecciones y para más inri, en dicha parte inferior ponía en letras grandes "Premios Simón"  así es que no nos enteramos de nada más. La parte buena de todo esto fue que de vez en cuando, entre premiado y premiado había actuaciones, algunas musicales y otras teatrales. Una de estas corrió a cargo del grupo de teatro "Cómicos Suicidas". Un grupo de cómicos que hizo reír con ganas a todo el teatro con una divertida parodia de la película "Mar Adentro". Cuando terminó la actuación de este grupo,  se pudo escuchar un grito de ¡¡¡¡¡Guapaaaaaaaa!!!!! que me dejó sin respiración.
Semejante piropo salió de la boca de la persona que tenía sentada a mi izquierda y no podía ser otra que Loli y lo hizo porque aunque la actriz de ese grupo es guapa de verdad, la verdadera razón es que es su sobrina y la sangre tira mucho.
Una vez que Cómicos Suicidas terminaron su actuación y teniendo en cuenta que los asientos no eran muy cómodos y que además no podíamos ver los vídeos, decidimos marcharnos. Mientras bajábamos del cuarto piso nos fuimos haciendo fotos por los pasillos y al llegar al hall, nos dimos cuenta de que el panel del fotocall estaba allí solo y entonces se nos encendió la vena artística y sacando la cámara de fotos, fuimos desfilando y posando delante del panel disfrutando un montón fotografiándonos unas a otras. Al final lo dejamos por miedo a que viniera alguien a llamarnos la atención.
Ya en la calle no fuimos hacia el tranvía para volver a casa, no. Nuestra idea era cenar un bocadillo de calamares en el Calamar Bravo.
El Club de las Chicas del Martes fue distinto esta vez y fue muy divertido. Habrá más martes así...seguro.

Las demás fotos están aquí.

5/13/2013

¿A quién le importa?



Llevamos dentro el germen del espectáculo si no, no se explica que mi amiga Loli y yo hayamos grabado y subido a Youtube, hasta ahora, al menos 6 vídeos nuestros interpretando sendas canciones.
Siempre elegimos canciones españolas, entre otras cosas porque ni el alemán ni el chino se nos da muy bien.
El caso es que desde que grabamos el primer vídeo, empezamos a tener una serie de seguidores que nos pedían que grabásemos más y para agradecer la fidelidad de nuestros fans, accedemos a sus deseos y seguimos grabando.
El último vídeo que hicimos fue para interpretar una canción de Luis Aguilé sobre el amor, para celebrar el día de San Valentín y durante algo mas de un mes no volvimos a pensar en nuevas actuaciones. Pero un día, y de eso hace solo cinco, leí una de las redes sociales que la Orquesta Sinfónica del Teatro de las Esquinas, pedía a la gente que le gustase cantar, que enviase algún vídeo interpretando una de las cinco canciones que daban a elegir. De todos los vídeos que recibieran, eligirían uno o dos para que el día del concierto interpretaran con ellos unas de las canciones.
Como broma, le envié ese anuncio a Loli con la pregunta: "¿Nos atrevemos?"  y ella, que no se achica ante nada...o ante casi nada, me respondió: "¿Por qué no?" y claro yo no iba a ser menos, así es que nos pusimos manos a la obra, ya que solo teníamos cuatro días para que terminara el plazo. Elegimos la canción de Alaska titulada: "A quién le importa" y empezamos a ensayar cada una en nuestra propia casa. Por cierto que mi vecina de al lado me comentó que tengo a su gato un poco alterado de tanto escucharme cantar la misma canción varias veces al día. No me preocupó en absoluto porque es un gato tamaño tigre que se pasa todo el día acurrucado en el sofá, así es que un poco de marcha tampoco le irá mal. Lo que si hice fue explicarle ( a mi vecina, no al gato) el motivo de tanta repetición y ella lo ha entendido. Incluso me ha animado para que siga ensayando y que si era necesario sedaría al gato. No fue necesario porque dos días más tarde llegó Loli a mi casa con la canción sabida y todo el atrezzo necesario para grabar el vídeo Yo ya estaba preparada física y mentalmente para ese momento.
Después de un primer intento, necesario para templar y coordinar nuestras voces, pasamos a la acción y grabamos el vídeo definitivo, vídeo que esa misma noche se envió al Teatro de las Esquinas.
No esperábamos ganar, no esperábamos salir elegidas. Nuestra recompensa siempre es lo bien que lo pasamos mientras cantamos y por supuesto vernos en el vídeo.
Pasados tres días del envío, recibí un correo de la Orquesta en el que decía que les había gustado mucho y nos invitaban a ver su concierto. Pero no se quedó ahí, también nos pedían que al finalizar su actuación, subiéramos al escenario para interpretar con ellos la canción de Alaska.
Lo primero que pensé fue: "Qué mal debe de estar el panorama musical para que tengan que echar mano de nosotras" pero me di cuenta que debía dejar de infravalorarme y disfrutar de lo que hacemos.
Cuando llamé a Loli para contárselo, nos echamos a reír las dos, risa nerviosa por cierto, aunque todavía estábamos tranquilas porque todavía faltaba mucho para que llegase ese momento y aún así, el primer correo que ella me envió fue para espetarme...¡¡¡¡¡Mecaoentusmuelas!!!!, así, todo seguido, supongo que para darle más énfasis a sus sentimientos.
Me "culpaba" por haber enviado el vídeo, pero yo ni caso porque sabía que lo había hecho con su aprobación.
Volvieron los ensayos. Fueron ocho días frenéticos (supongo que como el gato de mi vecina) cantando la canción a todas horas para no olvidarnos de la letra y tratar de hacerlo lo mejor posible.
Y entonces llegó el día y de camino al teatro nos sentíamos bipolares. Por un lado nos daba miedo actuar por el respeto que da subirse al escenario pero a la misma vez nuestro propio orgullo nos impedía decir que no.
Empezó la orquesta su actuación, muy bien por cierto, y cuando llevaban unas cuatro o cinco canciones llamaron al escenario a una de las cantantes que había sido elegida por su vídeo y cantó la canción de Alaska. Al finalizar, la orquesta siguió interpretando unas cuantas canciones más y entonces llegó un descanso. Loli y yo seguíamos nerviosas porque el momento iba a llegar.
Al poco rato empezó la segunda parte del concierto y después de la tercera canción subió al escenario otra de las cantantes elegidas. Interpretó una preciosa canción en inglés titulada "I will survive" y Loli y yo nos quedamos tan asombradas escuchando esa voz que nos miramos a los ojos y automáticamente las dos dijimos que no con la cabeza, las dos dijimos que no subiríamos a cantar después de escuchar esa voz...o al menos no lo haríamos si no subían más participantes.
Cuando la orquesta dio por finalizada su actuación, hicieron lo que habían anunciado, es decir nos llamaron a  los participantes para que subiéramos con ellos a cantar. Hubo unos segundos de duda pero cuando vimos que subían las dos cantantes y otra pareja más. Loli y yo las seguimos y subimos al escenario animadas por el público. Una vez allá arriba, los nervios desaparecieron y nos crecimos quizá por la ayuda de todos, tanto de los músicos como del público.
Fue genial recibir los aplausos y la energía de todos ellos. Nos dieron un par de besos y nos agradecieron la participación. Nos bajamos del escenario y en el hall del teatro se nos acercaron los padres de una violonchelista para decirnos que habían visto nuestro vídeo y les había encantado. Estuvimos hablando durante media hora y regresamos a casa orgullosas de lo que habíamos hecho, o mejor dicho...por no haber reblado y haber tirado para adelante.
Cuando haya algo que realmente te guste hacer en la vida...nunca retrocedas y sigue adelante. Que nunca te arrepientas de no haberlo intentado.
Más fotos, aquí.



4/22/2013

Dj's en El Almuerzo.


Paco y Luis o Luis y Paco son dos de mis dj's favoritos. Son geniales cuando ponen música, seleccionan muy bien las canciones, disfrutan con ello y nos lo saben transmitir.
Los recintos donde suelen poner su música son variados. Lo hacen en harapofiestas, bares, mercadillos, inauguraciones y fiestas en general. Pero esta vez, el pasado sábado y por mediación de un amigo de Paco al que llaman "el torero" y no me preguntéis porqué, ya que no lo sé, se les invitó a participar en la fiesta de la peña "El Almuerzo" a la que "el torero" pertenece.
Las peñas están formadas por grupos de personas de todas las edades a las que les une el mismo interés por la cultura...la cultura por la comida, la cultura por la bebida, la cultura por la música, la cultura por la diversión en general.
Las comidas suelen ser muy frecuentes y copiosas, la bebida tres cuartos de lo mismo y la música muy selecta no es que digamos, pero lo que si es cierto es que los socios disfrutan mucho de esos encuentros.
Ayer sábado la cena por suerte no fue muy copiosa. Podíamos elegir entre tres tipos de bocadillos, de patata, de jamón y de queso. Estos últimos no los probé, pero tengo que admitir que la tortilla de patata estaba para quitarse el sombrero...¡buenísima!
Cuando les propusieron poner música allí, Luis tenía dudas sobre qué tipo de canciones podría gustarles a los peñistas. Como en mi calle tiene la sede la peña "El Jaleo", yo le sugerí algunas del tipo "Paquito el Chocolatero" que son las que les oigo cantar y bailar, pero como esas no entran en el repertorio de Luis, no me hizo mucho caso e hizo su propia selección. Paco también lo hizo y triunfaron.
La fiesta empezó a las 7 de la tarde y a las 8 llegué yo con mi amiga Mª José. Ella enseguida se despojó del bolso y la chaqueta y me dijo que empezásemos ya a bailar. A mi es que quizá debido a mi timidez, me cuesta más integrarme en el entorno, pero como sabía que había ido a eso, a bailar, dejé mi chaqueta y el bolso a un lado y cogiéndo de las manos a Mª José, nos pusimos a bailar.
Un poco mas tarde se nos unió la encantadora Tere, compañera de Paco, y las tres animamos con nuestros bailes a los peñistas para que ellos tampoco dejaran de hacerlo. Era difícil dejar de bailar con las estupendas canciones que estábamos escuchando. No nos sentamos en las 5 horas que estuvimos allí. Nos convertimos en las go-gós de la fiesta. Muchos de los peñistas quisieron hacerse fotos con nosotras y a la una de la madrugada, cuando tuvieron que cerrar el chiringuito todos nos agradecieron nuestra presencia allí sobretodo a Paco y Luis que con su música volvieron a hacer posible que la diversión no disminuyera en ningún momento.
Aquí tenéis algunas instantáneas de esas horas.

4/10/2013

¡¡Ya es primavera en el Club del Martes!!


Si, ya sé que el título de este blog es igual al slogan de El Corte Inglés para esta temporada, pero es que la primavera llega para todo el mundo y no solo para esta firma comercial así es que, para celebrar que hemos dejado atrás el largo invierno, Loli y yo pensamos que en la siguiente quedada del grupo de las chicas del club del martes teníamos que hacer algo diferente. Empezamos a pensar en qué elementos se relacionan con la primavera y nos vinieron a la mente, el sol, la luz, los colores, el amor, las flores..."y con las alergias también" dirán algunos y es verdad, pero no voy a hablar de ellas porque soy alérgica a las alergias así es que, me voy a centrar en las flores.
Pensando en ellas, las chicas del club propusimos fabricarnos unas coronas y hacernos un reportaje fotográfico.
Por supuesto en cuanto expusimos la idea de hacernos las coronas, de la boca de una de las chicas salió la pregunta macabra de si nos estábamos refiriendo a coronas de muerto. Le respondí que cada una era libre de colocarse sobre la cabeza la corona que quisiera, acorde a cómo estuvieran sus ideas. Si no tenían ninguna idea o estas estaban muertas...entonces una de esas coronas de muertos les quedaría genial.
Otra de las chicas, a la que le gustan las manualidades, sugirió hacérnoslas nosotras mismas con cartulinas doradas, pero lo descartamos por dos razones. Por un lado, porque con ellas podría parecer que éramos miembros de la familia real y además de que soy republicana, la realeza no está pasando por sus mejores momentos.
La segunda razón para descartar la idea de las cartulinas fue que quizá podrían pensar que estábamos celebrando un cumpleaños en McDonald's y ya no tenemos edad para eso. En medio de todo el barullo de voces e ideas, se decidió que el martes cada una apareciera por el club con total libertad y sin ningún tipo de cortapisas, con el tipo de corona que quisiera.
Yo decidí fabricarme una de flores con unos ramilletes que encontré en una tienda de chinos. Con ella quería sacar mi espíritu hippy, ya que por ser demasiado joven no pude vivirlo en los 60's.
Otra de las sugerencias que añadí para la reunión del martes fue que bajásemos con ropa floreada. Y pensé...¡Qué te juegas que entre tantas flores se nos cuela algún/a capullo/a con pocas ganas de participar y nos joroba la sesión! Por suerte no fue así, o al menos no del todo.
Lo digo porque aunque personalmente bajé al club con ganas de hacer el reportaje fotográfico, me encontré con que casi todas las demás chicas llegaban con poco ánimo. Me di cuenta de que no estaban por la labor cuando la conversación empezó a versar sobre muertos y pensé...¡creo que me va a costar un poco de trabajo meterles algo de energía positiva en el cuerpo!
En dos ocasiones les sugerí ponernos ya las coronas y no obtuve respuesta, así es que en la tercera ocasión que tuve, pasé de sugerencias y directamente le dije a Loli (que es la que junto a mí, más marcha tiene) "Loli...ponte la corona ¡ya!" mientras yo me ponía la mía, claro....y solo así empezaron a animarse las demás, o quizá simplemente decidieron seguirnos la corriente para terminar cuanto antes lo que para ellas es casi un suplicio.
Una de las chicas, Merche, sacó de una bolsa las 10 coronas de cartón recortadas y decoradas por ella misma y entonces empezó un trasiego entre las coronas de cartón y las de flores intercambiándonoslas entre nosotras. Que si ahora me pongo la hippy, que si ahora déjame la de cartón con el dibujo de Betty Boop...  Hasta la china, dueña del bar, a la que todavía seguimos asombrando con nuestras "locuras" sacó su móvil-cámara y nos estuvo haciendo fotos. Fotos que ella luego envía a su familia en China.
Ahora ya estamos trabajando Loli y yo en una nueva idea para próximas reuniones y hemos pensado que la siguiente será cuando podamos hacerla al aire libre, disfrutando de la terraza del bar, aunque por el frío que seguimos teniendo, me temo que todavía tenemos tiempo para planearla.
Aquí está el reportaje floreado, digo...fotográfico.

3/11/2013

Cincomarzada.



Hay tanta ignorancia entre los zaragozanos (entre los que me encuentro) sobre cuáles son los motivos por los que se celebra La Cincomarzada, que he creído oportuno escribir un poco sobre lo que pasó aquella fecha.
Pare ello, transcribo un capítulo, un corto capítulo del libro "Tradiciones Festivas Zaragozanas" en el que explica lo que ocurrió:
La noche del 5 de marzo de 1838 entraron en Zaragoza las tropas carlistas al mando del General Cabañero. A las 4 de la mañana, 4 batallones se introducían con escalas por la Puerta del Carmen y van ocupando las calles del Coso, Mercado y la Parroquia de San Pablo, envolviendo la ciudad hasta la Plaza de la Magdalena con tres mil infantes y 300 caballos.
Estos batallones de carlistas, al mando de Espinart y Cabañero, estaban el día 3 en Alloza, de donde salieron a las 3 de la madrugada hacia Zaragoza, pasando por Belchite, donde descansaron. Cabañero decretó la orden de que nadie saliese de sus casas, en Belchite, bajo pena de muerte. Estuvieron allí hasta las 3 y media, en que emprendieron su marcha para, antes del amanecer, avistar la ciudad. Por el camino de La Cartuja, llegaron al Paseo de las Damas, aquí el General formó una columna y destacó una guerrilla hasta la torre llamada de Ponte, en la que se encontraban las escalas que debían servir para el asalto. Arrimándolas a la pared, saltaron a la ciudad y abrieron sus puertas. Ocuparon San Pablo, Plaza del Mercado y calles de la Albardería y Cedacería, extendiéndose hasta la Puerta de la Tripería, pasando los restantes efectivos del último batallón a ocupar La Mantería, el Arco de San Roque y la subida del Trenque. Otros batallones marcharon por la calle de Santa Inés a apoderarse de la Puerta de Santa Engracia, lo que consiguieron con muy poca resistencia, luego siguieron su marcha por el Paseo de San Francisco a la Plaza de La Constitución, en donde situando un batallón de retén, distribuyeron el resto por el Arco de la Puerta Cinegia, calle del Peso, San Gil y Coso, hasta la Plaza de la Magdalena.
El rápido despliegue de las tropas en la noche brumosa del 5 de marzo, cogió desprevenidos a los zaragozanos, que fueron despertados sobresaltadamente por los vivas a Carlos V, a la Inquisición y a Cabañero. El vecindario se echó a la calle, extendiéndose la noticia de la ocupación, como un reguero de pólvora. Soldados nacionales y paisanos, se lanzan sobre las tropas carlistas distribuidas por el casco urbano.
A la calle se van arrojando todo tipo de muebles, trastos y enseres, que puedan ofrecer obstáculo o barricada; " de cada balcón se precipitaban cuantos muebles y efectos podían causar daño a los agresores; más allá sería una lluvia de tejas y cacharros que sepultaba a los fujitivos que se encontraban interceptando el paso con muebles y colchones a cuyo abrigo se les hacían horribles descargas" (Diario Constitucional de Zaragoza 11-III- 1838)
También desde las casas se les arrojaba agua y aceite hirviendo y "sería hacer un agravio no nombrar al sexo, que con guijarros, agua, aceite hirviendo y otros varios efectos contribuyó a que pronunciasen su derrota y saliesen en vergonzosa fuga los que ocupaban el Coso y Plaza de la Constitución por la Puerta de Santa Engracia, refugiándose los del Mercado y San Pablo en la iglesia de este nombre.
El propio Cabañero que soñaba con el triunfo estaba desayunando cuando le llegó la noticia de la súbita reacción popular. La ciudad que había soportado dos sitios del invasor francés, volvía a sentir la voluntad inquebrantable de independencia.
El resultado de esta contienda fue de cerca de 200 muertos, 217 según algunos entre los carlistas, 23 jefes y más de 700 prisioneros y entre los defensores hubo que lamentar 11 bajas y 40 heridos.
La defensa de la ciudad había tenido un componente eminentemente popular, tanto es así que por ejemplo, el Diario Constitucional del 6 de marzo decía" Ayer no nos fue posible publicar este periódico por hallarse ocupados todos los redactores desde muy de mañana rechazando al enemigo que osó penetrar en las calles de esta ciudad; y cubriendo las puertas que estaban designadas a sus respectivas compañías" La Reina Gobernadora concederá por estas acciones el título de SIEMPRE HEROICA y adornará el escudo de sus armas  con una orla de laurel.

Hasta aquí lo que pone en uno de los capítulos del libro que he mencionado al comenzar este escrito. Lo que yo quiero añadir es que desde aquella fecha, el pueblo celebraba esa victoria con bailes de máscaras, pero la historia cambia en 1843 ya que con el triunfo de los moderados, se acuerda la supresión de la fiesta y al ser suspendidos los actos oficiales, el pueblo comienza a salir al campo a comer y a cantar, a las meriendas campestres de Macanaz y ribera del Gállego, a las que se fueron sumando el Cabezo Buena Vista, Cogullada, Casablanca, etc.
En 1854 y con los progresistas en el poder, la fiesta se convierte en el símbolo de la lucha por las libertades. A partir de 1857 se le quita el sentido oficial pero ya tiene marcadas sus pautas y ritmos.

Este año, se ha unido la celebración de la Cincomarzada con la de Los Sitios de Zaragoza, eso ha hecho que hayamos tenido un completico fin de semana que ha hecho que el orgullo de ser aragonés subiera hasta
lo más alto.
He puesto fotos que podréis ver aquí. Las fotos son de ambas celebraciones y espero que os gusten.

1/27/2013

Zaragoza Desaparecida. Exposición en el Centro de Historias.


Hoy la mañana ha tenido un toque de melancolía. No sé si porque el domingo ha amanecido nublado o porque he estado viendo una de las exposiciones que hay en el Centro de Historias.
 La expo. se titula "Zaragoza Desaparecida" y ya el título me produce cierta melancolía por la ausencia de algo que ello implica.
Durante el recorrido he podido conocer cómo era Zaragoza en los años en los que yo ni siquiera era un proyecto de vida y también recordar cómo era la ciudad de mi infancia.
Como pone en el catálogo, Zaragoza es muchas Zaragozas.
Zaragoza es calles, gentes, monumentos,sociedad, entorno natural o fiestas. El eje temático de esta exposición se plantea que sea la Zaragoza del ocio, todo ello contextualizado en la ciudad de las décadas centrales del siglo pasado, entre la sociedad de posguerra y la sociedad expectante de la llegada de la democracia.
Un siglo donde la ciudad y sus ciudadanos cambiaron de forma radical en su forma de ser, de estar y de hacer; ocupando su tiempo en actividades y lugares de los cuales hoy solo quedan recuerdos. Unos recuerdos que no son tan lejanos, que muchos zaragozanos tienen en mente, y que volverán a recordar a través de las paredes de esta muestra. Pero, además, se muestra una ciudad desaparecida, nueva para varias generaciones.
Para llegar al centro de la ciudad, la gente de esa época utilizaba el tranvía, el trolebús o el autobús, pero si tenían prisa, cogían un taxi o se subían a lomos de las modernas Vespas, como la que tenía mi papi, la cual, incluía un sidecar. ¡Qué de momentos recuerdo metida en el side car! lástima que la vendiera cuando yo tenía solo 7 años.
Paseando por esta exposición me he enterado que en Zaragoza...¡¡también había playa!! Lo cual debió de ser genial porque el verano en la ciudad es a veces imposible. La gente quería playa para aguantar las altas temperaturas y para paliar esa situación, siempre ha estado ahí el Ebro- la mayor calle de la ciudad-cuyas orillas han sido durante años lugar predilecto de entretenimiento.
En 1928 se construyó el conocido popularmente como Balneario del Ebro. Según he leído, era un pabellón de madera, pintado en blanco y azul con arena hasta la orilla del río y que se llenaba de bañistas. También existía una zona conocida como Playa de los Ángeles y otra la Playa de las Hojalatas, (ni idea de por qué se le llamaba así)
En 1965 estos Baños se derribaron ¿los culpables?  los tiempos modernos y los nuevos gustos del público, es decir, el Club Naútico y el Club Helios.
El Paseo de la Independencia era (y sigue siendo) el ombligo de Zaragoza y allí se han concentrado los lugares de ocio de la ciudad: cines, teatros y por supuesto, cafeterías y bares.
Algunos de esos locales situados en ese paseo fueron: Ambos Mundos, el Café Salduba, la Cervecería Abdón, el Café Alaska, Antiguos Espumosos, La Nueva Maravilla, el Café Avenida, el restaurante Bienvenido, el Café París o Las Vegas, que en 1955 revolucionó la ciudad por su espectacular decoración y que fue bautizada como la mejor cafetería de España...ahí es ná.
Si ahora en Zaragoza hay ambiente nocturno de jueves a sábado, hace cinco décadas era posible ir de sala en sala todos los días de la semana. He podido saber que algunas de esas salas eran: Cosmos, Rumbo, Pigalle, Venus, Capri, Cancela, Río Club, Corinto o Aída. Esta última se abrió en 1975.
Respecto a los cines hay un dato que me ha causado cierta envidia, saber que a mediados del siglo pasado había más de cincuenta cines en la ciudad y además casi todos ellos eran cines enormes y amplios donde pasaban las horas de la tarde aunque los cines no eran los únicos escenarios donde pasar la tarde o la noche. En aquellos años, la ciudad contaba con tres magníficos teatros, hoy ya desaparecidos: El Teatro Circo en la calle San Miguel, el Teatro Argensola en el Paseo de la Independencia y el Teatro Fleta en la Avenida César Augusto, aunque hoy en día de este último solo queda su esqueleto.
Como veréis la exposición me ha gustado mucho y he hecho algunas fotos, pero os recomendaría un paseo por sus salas. La exposición durará hasta el 24 de febrero.
Aquí os dejo las fotos.