De todas formas, nunca se me ha dado bién el cuidado de las plantas. Y eso que me gustan, especialmente las de interior, pero a veces me olvido que hay que regarlas. Hubo un tiempo en que llegué a tener hasta cinco en el salón de mi casa. Les ponía música e incluso les hablaba a pesar de que me parecía ridículo entrar en la habitación y saludarles. Quizá notaron que no lo hacía realmente convencida y se sintieron ofendidas (como son tan sensibles) Lo que me sorprende es que se me murieron hasta dos cactus y eso que dicen que aguantan mucho tiempo sin agua.
Al final decidí no volver a tener más plantas y aún así, ahora tengo tres. Tengo la de Aloe Vera (al menos por ahora) y también otras dos plantas , que no sé cómo se llaman, y que me trajo mi madre, también en sept. pero de hace dos años. Estas plantas eran de una vecina que era muy mayor y estaba enferma y cuyo hijo la llevó a una residencia. Esta señora se las dió a mi madre y ella me las dió a mí. Con ellas ocurrió lo contrario que con la de Aloe. Vinieron en un estado lamentable, argelladas y sin apenas hojas, quizá eran un reflejo de su dueña, en mis manos y con mi experiencia les daba una semana de vida (a ellas, no a la dueña) pero sorprendenteménte empezaron a mejorar y ahora, dos años después las hojas siguen saliendo verdes y saludables.
Lo que no sé es lo que ha pasado con la dueña. Quizá se esté recuperando como sus plantas, o quizá les esté pasando su salud. Llamaré a mi madre para enterarme.

1 comentario:
Hola bonita, que me encanta tu blog, y me he divertido mucho con lo del Aloe Vera. Ciertamente, tanto las plantas como sus usos y significados tienen su aquél; yo tengo un par de "plantas del dinero" verdes, gorditas, frondosas... al contrario que mis libretas de ahorro, delgaditas y más rojas que otra cosa... besitos
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