Elegir un local donde den de comer y que luego pongan Salsa (y no para untar, precisamente) no es fácil. Esta vez se encargó Jesús y eligió el Q4.
La cena, como casi siempre sucede cuando reservas para varias personas, el menú que ofrecen no vale lo que cuesta. En la cena estuvimos 12 +1 pero más tarde se unieron 4 más.
Es la primera vez que salgo de noche y vuelvo a casa con la ropa oliendo a Lolita Lempika (mi actual colonia) gracias a la ley antitabaco. Lo siento por los fumadores pero seguiré peleando para que ya no haya marcha atrás.
Volví casi a las 4 de la mañana después de haber bailado un montón pero en absoluto cansada. Me acosté y traté de descansar porque cuando me despertase, tenía una agradable comida familiar. Con 24 horas de retraso celebramos el cumpleaños de Luis. La verdad es que no tenía hambre, pero sueño, un montón.
No todos los fines de semana son tan movidos pero de vez en cuando, el cuerpo "me pide marcha".
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