3/19/2010

Maravillosa experiencia teatral.


¡Se acabó! Última representación de "Move over Mrs Markham" y en un señor teatro, como los grandes artistas.
Ahora que ya ha bajado el telón, es tiempo de bajar todo al trastero y recordar cada minuto de esta tarde.
Cuatro y cuarto de la tarde y yo en la calle con seis bolsas y una cama plegable. Enseguida llegan Óscar, Sixto y Paco que trae un estupendo remolque muy apropiado para llevar todo a Zuera. Al poco rato llega Antonio (Philip, para mí) y emprendemos la gira.
Llegamos al teatro los cuatro actores y yo, las otras tres actrices llegarán sobre las seis. Empezamos a montarlo todo con muebles y retajos de cosas que encontramos bajo el escenario y que posiblemente otros actores que nos precedieron dejaron, o bién por solidaridad con los que venían detrás, o porque no merecía la pena llevárselo. Eso es otro mundo oye, un submundo puesto que está en el sótano.
Allí, entre cosas que no podría clasificar encontramos un sofá cama de "escay" color burdeos con cojines cuadrados estampados de los años 60 que, que...que subimos, no sin dificultad, hasta el escenario. Separamos de todo lo demás, para subirnos también, cuatro columnas romanas tan demodé, que en el momento que las vimos dijimos: "Para la obra".
A otro compañero se le ocurrió subir una serie de telas de diferentes colores casi transparentes que parecían velos marroquies, para colocarlos sobre mesitas a modo de mantelitos.
Unos enormes paneles que imitaban una pared de ladrillos hacían de fondo de escenario. Una cama plegable, en casa de mis padres llamada cama turca (no sé por qué), con una colcha en tonos naranjas y burdeos completaban una casa completamente kitch, pero resultona. ¡Qué mezcla de estilos, por Dios!
Con medio teatro lleno y al grito de : "¡Arriba el telón!", empieza la función. La primera frase siempre es la mas difícil, pero a partir de ahí sabes que ya no hay marcha atrás por mucho que el corazón esté a punto de explotar.
Durante una hora la obra ha transcurrido con fluidez y sin fallos. El público, que aunque al principio le costaba reirse (público difíl, he pensado) pronto se ha metido en la historia y sus risas nos han dado más fuerza y energía para superarnos.
Al finalizar y cuando todavía seguía con cierta excitación (y ya sabeis a qué me refiero) ha llegado el momento de los halagos por parte del público y de las profesoras de la Escuela de Idiomas. Momento siempre agradable (así somos los humanos) pero que a mí, debido a mi timidez, me supera.
Bueno, también nos han dado un "regalito" por nuestro trabajo. Después de tomar algo junto a algunos amigos que habían ido a vernos, hemos vuelto a Zgza.
Aquí estoy, sentada, escribiéndo y disfrutando de todo lo que he vivido esta tarde y también esperando que cuando mañana me levante, pueda volver a llenar el vacío que me ha dejado saber que hasta después del verano, el teatro ya no forma parte de mi día a día.
Tengo que encontrar cosas para llenar ese hueco y sin duda lo encontraré pero que sepais, compañeros de teatro que echaré en falta los ensayos, los nervios, la preparación y sobretodo, os echaré en falta a todos vosotros.
Gracias por acompañarme en esta siempre maravillosa aventura que es el teatro.
Si quereis más imágenes pulsad aquí,