5/13/2013

¿A quién le importa?



Llevamos dentro el germen del espectáculo si no, no se explica que mi amiga Loli y yo hayamos grabado y subido a Youtube, hasta ahora, al menos 6 vídeos nuestros interpretando sendas canciones.
Siempre elegimos canciones españolas, entre otras cosas porque ni el alemán ni el chino se nos da muy bien.
El caso es que desde que grabamos el primer vídeo, empezamos a tener una serie de seguidores que nos pedían que grabásemos más y para agradecer la fidelidad de nuestros fans, accedemos a sus deseos y seguimos grabando.
El último vídeo que hicimos fue para interpretar una canción de Luis Aguilé sobre el amor, para celebrar el día de San Valentín y durante algo mas de un mes no volvimos a pensar en nuevas actuaciones. Pero un día, y de eso hace solo cinco, leí una de las redes sociales que la Orquesta Sinfónica del Teatro de las Esquinas, pedía a la gente que le gustase cantar, que enviase algún vídeo interpretando una de las cinco canciones que daban a elegir. De todos los vídeos que recibieran, eligirían uno o dos para que el día del concierto interpretaran con ellos unas de las canciones.
Como broma, le envié ese anuncio a Loli con la pregunta: "¿Nos atrevemos?"  y ella, que no se achica ante nada...o ante casi nada, me respondió: "¿Por qué no?" y claro yo no iba a ser menos, así es que nos pusimos manos a la obra, ya que solo teníamos cuatro días para que terminara el plazo. Elegimos la canción de Alaska titulada: "A quién le importa" y empezamos a ensayar cada una en nuestra propia casa. Por cierto que mi vecina de al lado me comentó que tengo a su gato un poco alterado de tanto escucharme cantar la misma canción varias veces al día. No me preocupó en absoluto porque es un gato tamaño tigre que se pasa todo el día acurrucado en el sofá, así es que un poco de marcha tampoco le irá mal. Lo que si hice fue explicarle ( a mi vecina, no al gato) el motivo de tanta repetición y ella lo ha entendido. Incluso me ha animado para que siga ensayando y que si era necesario sedaría al gato. No fue necesario porque dos días más tarde llegó Loli a mi casa con la canción sabida y todo el atrezzo necesario para grabar el vídeo Yo ya estaba preparada física y mentalmente para ese momento.
Después de un primer intento, necesario para templar y coordinar nuestras voces, pasamos a la acción y grabamos el vídeo definitivo, vídeo que esa misma noche se envió al Teatro de las Esquinas.
No esperábamos ganar, no esperábamos salir elegidas. Nuestra recompensa siempre es lo bien que lo pasamos mientras cantamos y por supuesto vernos en el vídeo.
Pasados tres días del envío, recibí un correo de la Orquesta en el que decía que les había gustado mucho y nos invitaban a ver su concierto. Pero no se quedó ahí, también nos pedían que al finalizar su actuación, subiéramos al escenario para interpretar con ellos la canción de Alaska.
Lo primero que pensé fue: "Qué mal debe de estar el panorama musical para que tengan que echar mano de nosotras" pero me di cuenta que debía dejar de infravalorarme y disfrutar de lo que hacemos.
Cuando llamé a Loli para contárselo, nos echamos a reír las dos, risa nerviosa por cierto, aunque todavía estábamos tranquilas porque todavía faltaba mucho para que llegase ese momento y aún así, el primer correo que ella me envió fue para espetarme...¡¡¡¡¡Mecaoentusmuelas!!!!, así, todo seguido, supongo que para darle más énfasis a sus sentimientos.
Me "culpaba" por haber enviado el vídeo, pero yo ni caso porque sabía que lo había hecho con su aprobación.
Volvieron los ensayos. Fueron ocho días frenéticos (supongo que como el gato de mi vecina) cantando la canción a todas horas para no olvidarnos de la letra y tratar de hacerlo lo mejor posible.
Y entonces llegó el día y de camino al teatro nos sentíamos bipolares. Por un lado nos daba miedo actuar por el respeto que da subirse al escenario pero a la misma vez nuestro propio orgullo nos impedía decir que no.
Empezó la orquesta su actuación, muy bien por cierto, y cuando llevaban unas cuatro o cinco canciones llamaron al escenario a una de las cantantes que había sido elegida por su vídeo y cantó la canción de Alaska. Al finalizar, la orquesta siguió interpretando unas cuantas canciones más y entonces llegó un descanso. Loli y yo seguíamos nerviosas porque el momento iba a llegar.
Al poco rato empezó la segunda parte del concierto y después de la tercera canción subió al escenario otra de las cantantes elegidas. Interpretó una preciosa canción en inglés titulada "I will survive" y Loli y yo nos quedamos tan asombradas escuchando esa voz que nos miramos a los ojos y automáticamente las dos dijimos que no con la cabeza, las dos dijimos que no subiríamos a cantar después de escuchar esa voz...o al menos no lo haríamos si no subían más participantes.
Cuando la orquesta dio por finalizada su actuación, hicieron lo que habían anunciado, es decir nos llamaron a  los participantes para que subiéramos con ellos a cantar. Hubo unos segundos de duda pero cuando vimos que subían las dos cantantes y otra pareja más. Loli y yo las seguimos y subimos al escenario animadas por el público. Una vez allá arriba, los nervios desaparecieron y nos crecimos quizá por la ayuda de todos, tanto de los músicos como del público.
Fue genial recibir los aplausos y la energía de todos ellos. Nos dieron un par de besos y nos agradecieron la participación. Nos bajamos del escenario y en el hall del teatro se nos acercaron los padres de una violonchelista para decirnos que habían visto nuestro vídeo y les había encantado. Estuvimos hablando durante media hora y regresamos a casa orgullosas de lo que habíamos hecho, o mejor dicho...por no haber reblado y haber tirado para adelante.
Cuando haya algo que realmente te guste hacer en la vida...nunca retrocedas y sigue adelante. Que nunca te arrepientas de no haberlo intentado.
Más fotos, aquí.



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