5/15/2008

Relexiono, luego existo.

De las 24 horas que tiene el día, mi tiempo preferido de reflexión es el que transcurre entre el momento en el que me meto en la cama y el que me quedo dormida.
Por supuesto, no es el único, a lo largo del día también reflexiono. Lo hago mientras camino por la calle, cuando voy en el autobús y cuando mi trabajo diario me permite no prestar demasiada atención a lo que estoy haciendo. Pero sin duda, el silencio que hay en mi calle y la casi total oscuridad de mi habitación, invita a meditar.
Reflexiono sobre lo que me ha pasado, sobre lo que haré y sus posibles consecuencias. A esas horas de la noche (estoy hablando de más de las dos de la madrugada) me vienen ideas para hacer postales que luego envío a mis amigos, ideas para desarrollar en mi blog, ideas para incluir en las obras de teatro en las que participo........
Aunque parezca fácil, no lo es, no es un chollo, porque no todas las noches son fructíferas en ideas, es más, son muy pocas en las que nace un germen de ellas, además, tengo un problema y es que no me suelo acuerdar de casi nada cuando me levanto por la mañana.
En ocasiones he pensado dejar un lapicero y una libreta en la mesilla y anotar en ella todo lo que me viene a la mente, pero es que si enciendo la luz y me pongo a escribir, pueden ocurrir dos cosas: Que me espabile (! y mira que ya soy espabilada!) y no pueda volver a coger el sueño, o que mi pareja, con la que además de muchas otras cosas, comparto cama, se despierte y me "invite" a irme a otra cama a escribir.
Hay noches que reflexiono sobre si esto de reflexionar es tan bueno como dicen ya que en ocasiones, hacerlo me genera más dudas y para resolverlas ¿qué hago? reflexionar más y esto se convierte en la pescadilla que se muerde la cola.
A veces se me amontonan los temas sobre los que pensar. Las dos últimas noches he estado reflexionando en todo lo que les ocurre a algun@s de mis amig@s.
Me cuentan sus complicadas vidas y lo hacen porque creen que les puedo ayudar.
Les escucho y a veces doy consejos aunque no sirve de nada. No me hacen caso, siguen a lo suyo, pero quieren que siga escuchándoles. Es su terapia y después de contármelo se sienten mejor. Aunque claro, luego, la terapìa la tengo que hacer yo.
Esperan mi opinión y en esta ocasión voy a dársela a través de mi blog:
Ana, va por ti. Olvídate de esa persona. No es justo que tú estés dispuesta a renunciar a tantas cosas y a cambio no recibas ningún gesto similar por su parte. Y tú, Joaquín, tantas dudas, tantas dudas. Que si ahora sí, que si ahora no, que si ahora te dejo y que ahora vuelvo de nuevo, pero......¿Por cuánto tiempo? Personalmente, creo que no aguantarás mucho más de un año. También te digo que, !Ójala! me equivoque.
Voy contigo Susana. Ya está bién de tantos lloros y melancolías. Ponte las pilas. El tiempo pasa muy rápido y tú lo estás perdiendo.
!Ufff! ¿Porqué suponen que mis consejos les van a ayudar? ¿Y si no estoy a la altura de lo que esperan ? Me asusta pensar que pueda acabar como Aramis Fuster o incluso peor, como la bruja Lola.
Las doce de la noche. Me voy a la cama a reflexionar. Reflexiono, luego existo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que deberias montar un gabinete porque aunque pienses que no te hacen caso, tus opiniones dejan huella, quizás no es lo que estan esperando oir, pero después de un ratito y en frío se dan cuenta de lo dicho y lo toman como ejemplo a seguir.A mí, me gusta oirlas y me han servido. Besos.

Esther dijo...

Querida Josita.He leido tu comentario y quiero agradecerte que me digas que mis consejos te han servido pero tengo una duda y me gustaría que me la despejaras. ¿Te has sentido identificada con alguno de los casos que he comentado en mi blog? y si es así, ¿con cuál?
Aprovecho este espacio para decirte que según tu horóscopo, mañana vas a tener un día movido en el trabajo (take it easy) pero un fín de semana interesante.
¿A que me ha quedado muy "bruja Lola?
Que pases un buén día.

Anónimo dijo...

Más que "bruja Lola" te ha quedado como consejo radiofónico que se hacia antes,cuando no había tanta tv y las mujeres escuchaban la radio después de comer mientras cosían o hacían sus labores. Nos podían contratar para hacer un programa de este estilo, como sería una novedad, triunfaríamos.Seguro.