12/03/2012

Un día en el albergue.

Ayer pasé todo el día en el albergue municipal, pero que no cunda el pánico entre mis familiares y amigos, porque aunque este gobierno de Mariano Rajoy nos haya dejado sin paga de navidad, todavía nos llega para poder comer. Pero que no se entere que este tío es capaz de seguir recortándonos el salario.
El albergue al que me estoy refiriendo es un hotel, creo que especialmente para jóvenes, en el que hospedarse a buen precio durante su estancia en Zaragoza.
El albergue es un pequeño y antiguo aunque restaurado edificio, situado en la calle Predicadores y en cuyos alrededores disfruté de mi infancia. En la planta baja hay una bóveda bastante amplia donde hay actuaciones de teatro, monólogos y otros actos culturales.
Ayer sábado y desde hace varios años, se celebró un mercadillo desde las 12 de la mañana hasta las 3 de la madrugada del día siguiente. Como dijo un amigo mio, a esto se le llama un horario flexible y no lo que piden los grandes almacenes.
Desde las 12 de la mañana y con todos los puestos montados, ya se podía disfrutar viendo y comprando un montón de cosas como ropa, libros, accesorios, calzado, todo de segunda mano pero en muy buen estado y a un precio irrisorio. Por poner un ejemplo os diré que en el puesto que pertenecía a mi amiga Helena, había un cartelito en el que ponía. "1 prenda...1'50 euros. 2 prendas...1'50 euros, 3 prendas...1'50. ¡Ríete tú de la crisis!.  Yo me llevé un bolso y una blusa y adivina cuánto pagué...vale, se que os lo he puesto muy fácil así es que espero que hayáis dicho 1'50.
Además de estos puestos ya mencionados, también había otros en los que se vendían objetos realizados por las mismas personas que los vendían. Débora, una artista de la ciudad vendía vasos de cristal con dibujos tallados por ella misma, así como marca páginas de papel, figuricas de barro y grabados numerados. En otro puesto con el nombre de Los Pakitos, un par de jóvenes tenían a la venta unas carteras hechas por ellos mismos y una de las cuales me compré.
Hubo gente que preparó comida y la vendían por raciones como, empanadas, bizcochos, brownies...aunque ya entrada la tarde, los mismos que la vendían, pasaban entre la gente con bandejas y repartían gratis los trozos de bizcocho que quedaban.
Allí mismo Nacho, uno de los promotores de este mercadillo, y con una plancha en la mano, personalizaba unas bolsas de tela planchando sobre ellas el dibujo que eligieras.
He guardado para el final una mención especial para el puesto que mi pareja preparó para esa ocasión. Los días anteriores realizó unos 80 imanes, unos mantelitos y unos delantales, todos ellos con fotografías, algunas de ellas de su amigo Jesús y otras encontradas en internet.
Allí estuve yo vendiéndo su trabajo desde las 12 de la mañana hasta la 1 de la madrugada. Decidimos irnos un poco antes de que finalizara porque los pies, esa parte de mi que sujeta todo mi cuerpo, ya no sabía si eran míos. ¡Uff, que dolor de pies tenía!
No quiero olvidarme de mencionar que durante todo el tiempo que duró el mercadillo, la música no dejó de sonar. Varios dj's, entre ellos no podía faltar Paco el barbas, estuvieron haciéndonos bailar con su música y al mismo tiempo que sonaba, otros artistas del tema audiovisual proyectaban vídeos y aunque todos eran muy buenos, tengo que decir que de todos estos "videoartistas", mi favorito por supuesto es Luis Marco.
Quiero agradecer a todas las personas que se pasaron por allí y especialmente a tod@s mis amig@s que me visitaron y participaron  conmigo de ese día. No voy a mencionar a ninguno en especial porque fueron tantos que no quiero olvidarme de ninguno...pero ellos saben.

Si quereis ver algunas fotos, pinchad aquí.

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