12/17/2007

Navidad, navidad, dulce navidad.......

Inevitáblemente, como todos los años para estas fechas, llega la Navidad. La época de pensar en qué regalar y de comprar turrones y otros dulces. De volverte loca eligiendo el menú para todos esos días y para toda esa gente que inunda tu casa y que en pocos minutos "devora" lo que a tí te ha llevado tanto tiempo preparar.
Los días de comprar todo lo necesario para decorar tu casa con más o menos gusto.
Llegan los días en los que empiezas a ver por las calles de cualquier ciudad un verdadero ejército de Papá Noeles trepando por una cuerda e intentando entrar en miles de hogares.
Los hay de todos los tamaños y también de distintos materiales, pero todos ellos, horribles.
¿A quién y bajo la influencia de qué sustancias se le ocurrió que un señor, bastante mayor y vestido de rojo, con una tripa que haría imposible que pudiera trepar ni siquiera a un primer piso, colgara de balcones situados a alturas inimaginables?
He de confesar que hace unos años, cuando solo se veía uno de esos Papá Noeles por aquí y otro por allá, incluso me parecían graciosos. Pero ahora, como si fueran Gremlis al contacto con el agua, se han multiplicado de tal manera, que he llegado a tener pesadillas con ellos. En concreto, con uno que tiene mi vecina de al lado. Es grande. Debe ser de tamaño natural y el traje que lleva se ve de buena calidad.
La primera vez que lo ví, fué cuando abrí la ventana para ventilar mi dormitorio.....!Qué susto me pegué!
Lo primero que pensé fué que era su marido (es que me acababa de despertar) intentando entrar en su casa después de una noche de juerga, luego que, simplemente estaba huyendo de ella.
Bueno, el caso es que ya he soñado con él en tres ocasiones. He pensado decirles que lo quiten, pero cualquiera le dice nada a mi vecina (es que es muy suya).
Yo he decorado la puerta de mi casa con un lazo alrededor del pomo ¿y no va y me dice la tía que si la puerta es un regalo? ¿Cómo va a percibir la elegancia de un simple lazo, alguien que tiene colgando día y noche de su terraza la versión masculina, anciana y rechoncha de Caperucita Roja?
Luego dicen que no tengo espíritu navideño pero es que cosas como estas no contribuyen a que lo tenga.
De todas formas, no me quejo. Que la Navidad llegue, significa que para mis compañeros y sin embargo amigos y para mí, se acerca la fecha en la que representamos la obra de teatro en la que nos dejamos la piel durante tres meses de ensayos. La representaremos el día 18. Hablaré de ella, de cómo nos ha salido en mi próximo artículo y prometo que habrá fotos.

Mientras llega......!Feliz Navidad!



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