Durante un par de días, estuve buscando en mi fondo de armario algo apropiado para esa ocasión y fué entonces cuando, por otro lado, recibí la invitación para acudir a otra fiesta que iba a tener lugar !el mismo día 24!
Esta fiesta era la 2ª parte o, mejor dicho, la continuación de la que se celebró en abril y conocida como Harapofiesta. Esta se llamaba Harapomismafiesta y supuse que acudiríamos la misma harapogente, así es que no lo dudé, en ese momento, decidí que pasaría la noche del 24 en la misma haraponave.
Como ya ocurrió en abril, también esta vez, unas ¿10? personas hicimos la cena. Por supuesto se cambió el menú y en lugar de preparar "Ropa Vieja", cocinamos una contundente haraposopadeletras. También había queso, chorizo y salchichón.
Para beber se preparó un cóctel de champán con frutas y hubo refrescos, agua, vino y cerveza. Esta corrió a raudales y lo digo literalmente ya que durante casi toda la noche hubo cola delante del grifo del que cada cual, se llenaba el vaso. Eso hizo que a medianoche, hubiera tanta cerveza en el suelo como en los barriles. Por cierto, la sopa gustó mucho aunque yo no la probé.
Como estamos en noviembre, francamente pensé que pasaríamos frío allí, después de todo es una nave abandonada, !oh! perdón.....me olvidaba del ocupa que vive allí, al cual, por cierto, no le importa que invadamos "su casa", nos prestó sal para condimentar la sopa y como buén anfitrión, me dió dos besos cuando me fuí, agradeciéndome la asistencia.
Por si acaso, me fuí preparada con bastante ropa, pero conforme los invitados iban llegando, la temperatura se iba templándo con el calor humano, bueno y con el vino, la cerveza, algún que otro porro y el baile, mucho baile.
La música estuvo muy bién. Había tantos Dj's con ganas de pinchar que fué necesario que lo hicieran por parejas. Eso hizo posible una gran variedad de estilos musicales. Algunas canciones me habían acompañado en mi niñez y como me sabía la letra, las canté (cualquier ocasión es buena para sacar la vena artística). Otras canciones eran más actuales, pero todas ellas, bailables.
Poco a poco, las capas de ropa que nos habíamos puesto, iban desapareciendo. Algunos valientes, incluso llegaron a quedarse en manga corta.
Además de la música, la oferta cultural se amplió con proyecciones de vídeos sobre una pared de la nave y en otra zona se proyectaron diapositivas a cual más bonita. También había una TV en la que se podía ver imágenes algo desenfocadas (esto las hacía más bellas) de las primeras chicas Pin-Up. Rodeando la tv, había tres sofás y en el centro, el fuego sobre el cual, la sopa se seguía manteniéndose caliente. Los sofás no eran muy cómodos pero creaban un ambiente que hacía sentirme como si estuviera en la cadiera de un pueblo. Era un pequeño remanso de tranqilidad al cual acudía después de unos cuantos bailes.
Al igual que en la primera fiesta, esta vez también hubo mercadillo de ropa de 2ª mano y como la vez anterior, también conseguí un par de prendas que me llevé a casa y con las que amplié mi fondo de armario. !Ah! también conseguí una gorra de lana roja que me gustó pero que perdí en el transcurso de algún baile y de la que no volví a saber nada. (Por cierto, aprovecho esta opurtunidad para pedir que si alguien la encontró, me la devuelva. Gracias)
La primera Harapofiesta, tuvo el encanto de la novedad. Esta segunda, mejoró en todo. Las personas con las que hablé solo tenían cosas positivas que decir de ella. Hubo más gente que en la anterior convocatoria. Nos juntamos más de cién personas y a pesar del alcohol, no hubo ningún problema.
La organización fué perfecta. Sobró comida y bebida. No faltó de nada. Bueno, sí.........Los Ferrero Roché que hubiera comido en casa de mi amiga Isabel. Pero no me arrepiento de haber elegido ir a la 2ª Harapofiesta.....¿Habrá una 3ª?
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