La mayoría de las personas, y yo me incluyo entre ellas, preferimos la rutina. Nos sentimos más seguras haciendo lo mismo, teniéndolo todo controlado. Pero ayer me levanté con ganas de hacer algo diferente,de variar en algo mi rutina diaria. Vamos, que me levanté con "cuerpo de jota" .
En muchas ocasiones y sin que te lo propongas, es el propio destino el que se encarga de cambiarte esa rutina, pero soy de las que piensan que no hay que dejar tu vida en sus manos. Los cambios a los que él te lleve, puede que no sean de tu agrado.
Para empezar con el cambio, después de desayunar he abierto el correo electrónico.
Sí, ya, supongo que alguien sacará su parte de sarcasmo y exclamará: "¡Huy, qué interesante cambio de rutina! Pero no os burleis, nunca enciendo el ordenador a esa hora así es que, ya era un cambio, aunque no era esa precisamente, la idea que yo tenía de "hacer algo diferente".
Me puse a leer los mensajes. Tenía 7 (mi número mágico). Todos eran de amigos. Algunos de los mails, íncluían los típicos vídeos con bonitas imágenes y romántica música de fondo , que te instan a reenviarlos a diez amigos si quieres que se cumpla tu deseo al día siguiente..........los he enviado todos a la papelera. Pero entre tanto mail con buenos deseos y saludos, he encontrado uno de mi amigo Antonio. Es un compi de teatro que además de actuar con nosotros y tener un trabajo, tiene su propio grupo musical (creo que sus días tienen más de 24 horas). He leído su mail y me he dado cuenta de que ha sido una suerte ¿o ha sido el destino? lo que ha hecho que abriera el correo por la mañana ya que así me he enterado que Antonio y su grupo tocaban esa misma noche.
El año pasado ya fuimos a verles tocar y nos gustó, así es que decidí volver a escucharles en directo. Allí me reuní con otros amigos: J. Ignacio, Rupert, M.José y............y nos lo pasamos genial. Ya casi he empezado a aprenderme las letras de sus canciones.
Regresé pronto a casa, al día siguiente iba a volver a salir de cena y luego a bailar con otros compis, esta vez los de Bailes Latinos y tenía que dormir, si no, la piel se resiente.
El día acabó y aunque no consegui cambiar la rutina como deseaba cuando me levanté con cuerpo de jota, no me importa, fué un día feliz.
La rutina, la cambiaré otro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario