Hoy por fín ha acabado todo y un año más, he sobrevivido. Me estoy refiriendo a todo este montaje que llamamos Navidad y que termina agotando a todo el mundo, especialmente , adulto.
Ahora vienen las dietas, el gimnasio y el meditar si era necesario gastar todo lo que hemos gastado de más estos días aunque, sin comernos mucho el coco ¿eh? que ahora comienza el otro ritual de estas fechas, "las rebajas" y habrá que seguir gastando y todo por seguir siendo igual que todo el mundo, porque ser diferente cuesta mucho.
Me pregunto: "Pero, ¿Qué demonios celebramos?" "¿El nacimiento de Jesús? ¡Ja!
Daría igual si en vez de Navidad, se llamara de cualquier otra manera. ¡Que más da! Montamos el belén por tradicción. Yo no lo hago, de hecho, me he pasado a la decoración con bolas, muñecos de nieve, velas, etc. cualquier cosa que no tenga nada que ver con el nacimiento de nadie en especial.
Siempre me propongo no volver a caer en los mismos hábitos año tras año y año tras año, reincido en lo mismo.
A partir de mañana, de nuevo las clases de inglés, las clases de bailes latinos, los ensayos para volver a representar la obra de teatro y el café con las chicas del club de los martes. Pura y bendita rutina.
Hoy, para cerrar el círculo a esto que llamamos navidad, han llegado los Tres Magos. Creo que no han venido a traer regalos, han venido huyendo de todo lo que está ocurriendo en su tierra , en Palestina. ¡No a la guerra!
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