8/06/2006

Aloe Vera.

Pronto hará un año que tengo una maceta de aloe vera. Concretamente al mes que viene, en septiembre. Me la regalaron unos amigos para mi cumpleaños. Me dijeron que estas plantas tienen un líquido que recorre el interior de sus hojas con el cual preparan cremas de belleza y que cuando viera que las hojas estaban un poco pachuchas podía partirlas y dármelo por la cara y las manos. A veces me pregunto, cómo vieron mi cara para darme ese consejo. La planta era bonita cuando llegó a mi casa pero no puedo decir lo mismo ahora, que tiene un aspecto deplorable y es que el consejo que me dieron lo tomé al pié de la letra y me puse como una posesa a partir las hojas y restregarme el líquido por todo mi cuerpo buscando la eterna juventud de mi piel, lo malo fué que tenía tanta prisa por alisar mi piel que ni siquiera esperaba a que se empezaran a poner pachuchas y claro la planta fué estropeándose a una velocidad superior a la de la recuperación de mi piel. De momento he decidido dejarla en paz y volver a mis cremas de la perfumería.
De todas formas, nunca se me ha dado bién el cuidado de las plantas. Y eso que me gustan, especialmente las de interior, pero a veces me olvido que hay que regarlas. Hubo un tiempo en que llegué a tener hasta cinco en el salón de mi casa. Les ponía música e incluso les hablaba a pesar de que me parecía ridículo entrar en la habitación y saludarles. Quizá notaron que no lo hacía realmente convencida y se sintieron ofendidas (como son tan sensibles) Lo que me sorprende es que se me murieron hasta dos cactus y eso que dicen que aguantan mucho tiempo sin agua.
Al final decidí no volver a tener más plantas y aún así, ahora tengo tres. Tengo la de Aloe Vera (al menos por ahora) y también otras dos plantas , que no sé cómo se llaman, y que me trajo mi madre, también en sept. pero de hace dos años. Estas plantas eran de una vecina que era muy mayor y estaba enferma y cuyo hijo la llevó a una residencia. Esta señora se las dió a mi madre y ella me las dió a mí. Con ellas ocurrió lo contrario que con la de Aloe. Vinieron en un estado lamentable, argelladas y sin apenas hojas, quizá eran un reflejo de su dueña, en mis manos y con mi experiencia les daba una semana de vida (a ellas, no a la dueña) pero sorprendenteménte empezaron a mejorar y ahora, dos años después las hojas siguen saliendo verdes y saludables.
Lo que no sé es lo que ha pasado con la dueña. Quizá se esté recuperando como sus plantas, o quizá les esté pasando su salud. Llamaré a mi madre para enterarme.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola bonita, que me encanta tu blog, y me he divertido mucho con lo del Aloe Vera. Ciertamente, tanto las plantas como sus usos y significados tienen su aquél; yo tengo un par de "plantas del dinero" verdes, gorditas, frondosas... al contrario que mis libretas de ahorro, delgaditas y más rojas que otra cosa... besitos