4/18/2010

Dj's in Calatorao.


¡Qué bién! Hoy he cumplido uno de mis sueños, pasar una tarde de sábado en... ¡Calatorao! Yo es que siempre he sido de sueños sencillos. Bastante complicada es la vida por si sola, como para encima tener también sueños complicados.
Nos hemos desplazado hasta allí y no ha sido para ver la cantera de dónde obtienen la preciosa y famosa piedra de Calatorao. El motivo ha sido que habían contratado a Luis Marco y a Pedro Bericat para que pusieran música en el Pabellón Polideportivo, dónde se celebraba un, llámalo encuentro...o llámalo como quieras.
El caso es que de 10 a 12 de la noche, los dj's caldearon con su música las grandes dimensiones del pabellón.
Todo esto venía a cuento porque se había organizado un "encuentro cultural" bajo en nombre de:

EspirALMA.
Donde se dice Bondad y Generosidad
Regar un espacio para la Conversación

Se trataba de encuentros culturales que propiciaran la intimidad y la convivencia. Para ello se organizaron una serie de actos como la proyección de documentales y cortometrajes. Danza, teatro, cine, grupos de música, rondallas, un taller de ilustración y por supuesto también hubo un homenaje al poeta Miguel Hernández en el centenario de su nacimiento.
¿Qué clase de encuentros serían estos sin algo de deporte y comida en hermandad? Nada, no serían nada, así es que montaron un rocódromo en el interior del polideportivo e hicieron una competición de escalada y en el terreno alimenticio hubo una degustación de Migas organizada por la Peña Gastronómica de la Almunia que seguro que quitaban el aliento.
Por todo el Pabellón se podía ver la exposición de los trabajos realizados por habitantes de la comarca y el montaje de dicha exposición corrió a cargo de un hacedor de proyectos llamado Alfredo Saéz y la verdad es que me impresionó -el proyecto, digo- bueno él, como hacedor también.
Enormes redes azules colgaban de las paredes, aunque entre ambas quedaba un pasillo de algo mas de un metro para que el público se pudiera desplazar. Eso hacía que ninguno de los cuadros colgasen de las paredes y se encontraran expuestos en unos círculos cerrados por adoquines de piedra de Calatorao. Los círculos estaban llenos de fino polvo de colores acorde con los colores de los cuadros que sobre ellos estaban. La exposición también contaba con esculturas y fotografías. De fondo se escuchaba el sonido bravío de las olas del mar chocando contra las rocas que me hicieron sentir, a pesar de estar en un pueblo de secano, como si estuviera en Benidorm.
Varios enormes cojines blancos donde poder sentarse esparcidos por el pabellón, conseguían un efecto impresionante.
A las diez de la noche, el sonido de las olas se apagó y empezó la sesión de los dj's. Ellos, vestidos de naranja y rojo en plan monje budista, consiguieron como siempre con su acertada mezcla de canciones que el público allí asistente se lo pasaran muy bién.
Me retiré al fondo del pabellón, me senté sobre unos cojines y me puse a escribir. La música y el ambiente que había me inspiró y no quise dejar pasar ese placentero momento, solo roto por los gritos del monitor que a través de un altavoz animaba a la chiquillería que estaba participando en la escalada del rocódromo. Cada vez que hablaba, su voz se imponía a la música delos dj's y hacía que me trasladase a las ferias. Era como escuchar a un feriante vendiendo números para la muñeca chochona.
Era como si el sueño de pasar una noche de sábado en Calatorao, se hubiera convertido en una pesadilla.
Más fotos aquí.

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