4/29/2009

Dependencia.

Ayer, a la hora de cenar y como hacemos todas las noches, encendimos la tv. Nos hemos acostumbrado a tener un sonido de fondo, que no evita que hablemos entre nosotros y que a veces, nos da temas de conversación. Pero anoche, le damos al mando y...............¡horror! la tv no se enciende. ¡No es posible!. Lo intentamos varias veces pero........nada. ¡Una ansiedad.....! ¿Cómo puede ser que nos haga esto? Era un sin vivir. Todos aportando ideas: "prueba a sacar la tarjeta y volverla a meter", "mira si están bién los enchufes", "mira los cables", "mueve la mesita de la tele" .Sí, yo también les dije que esa idea era una tontería, pero ante tanta "desesperación" había que intentarlo todo.
A Luis se le enciende una bombilla y aunque eran las 10. 30 de la noche, decide llamar a ONO que es la empresa que nos suministra "la droga" de la tele. Ellos, desde el otro lado del teléfono, le van dando instruciones para tratar de solucionar el problema, pero aunque las sigue al pié de la letra, la tv no da señales de recuperación y al final, deciden que sea el médico, perdón, el técnico quién lo intente al día siguiente.
Y allí estamos nosotros, con la cena casi fría y tratando de asumir ese cambio de rutina.
Cada noche cuando acabo de cenar, me siento en el sofá y enciendo el portátil para mirar el correo y contestar a mis amigos, y lo hago tomándome un tazón de cereales con leche (¡qué gran momento! ) ¿y qué pasó anoche? Pues que ONO, no solo nos había dejado sín tv, ¡tampoco iba internet!. Oh, oh, la cosa empeoraba. Los cereales con leche no me sabían igual con el portatil apagado y entonces, mirando a mi famila les dije: "Bueno, parece que vamos a tener que conversar de algo" "¿De qué quereis que hablemos?"......... Y nos echamos a reir (menos mal)
Recuerdo que hace tres meses, le colocamos a mi madre la tan traída y llevada TDT y no hay manera que se entienda con el nuevo mando. Desde entonces nos ha llamado un día sí y otro también por problemas con él. Unas veces porque no ha seguido el orden que le habíamos explicado para encender la tele, otras porque al intentar cambiar de canal, pretaba de cualquier botón y en vez de tv, presionaba el de radio y enseguida nos llamaba para que fuésemos a soluciopnarle el problema, porque decía que escuchaba voces (¿serían del más allá?) pero que no veía nada. ¡Claro, era radio!. Yo, harta de tanta de tanta llamadita y de tanto ir y venir a su casa, solo para volver a pretar de un botón, le decía: ¡Mamá, lee un libro y deja la tv!
Pero anoche, entendí a mi madre y su dependencia a la caja tonta.
Sín saber qué hacer, me fuí a recoger la cocina y poner el lavavajillas antes de irme a la cama. Todas las noches mientras lo hago, enciendo una pequeña tv que tengo allí, pero anoche, dicha tv tampoco funcionaba y decidí ponerme algo de música. Elegí un CD de Cecilia que Luis me acababa de descargar de Internet ,espero que esto no lo lea alguien de las SGAE, que son capaces de averiguar dónde vivo y multarme.
El caso es que dicho CD tiene canciones de los 70's y lo que conseguí mientras lo escuchaba fué que vinieran a mí, los recuerdos de mi adolescencia y me puse algo melancólica y triste.
Me fuí pronto a la cama.
Menos mal que hoy por la mañana han venido a arreglar ese desaguisado y ahora, todo ha vuelto a la normalidad.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola Esther¡¡¡soy Isabel, nos conocimos en la boda de Merche.
Saludarte y decirte que me parece muy atractivo tu blog, consigues arrancar una buena sonrisa. Eres una estupenda cronista y muy entretenida.
Me acabo de hacer seguidora tuya.
Gracias por hacerme partícipe.