12/11/2008

Las chicas del club del martes.

Sí, esas somos nosotras. Algunos martes solo somos cuatro, pero otros, el número aumenta.
Nuestra sede social varía, dependiendo de lo que nos apetezca en cada momento, aunque siempre nos movemos en un radio de acción de digamos.........unos 50 m.
Ultimamente, la sede la tenemos en un bar regentado por chinos.
El sitio no es muy agradable. Para mi gusto hay demasiado humo de tabaco y eso lo odio, pero a cambio ellos, con su sempiterna sonrisa, siempre nos obsequian con frutos secos. De todas formas, cualquier bar siempre será mejor que el diván de un siquiatra, y sobre todo, mucho mas barato ¡dónde va a parar!. Por un euro, que es lo que pago por un café con hielo, ó, 1.60 por una cocacola, tenemos dos horas de terapia.
Hombre, en nuestra vida tampoco es que haya muchos problemas, pero conversar durante ese tiempo, nos ayuda a despejarnos de cualquier tema que nos agite interiormente. Unas veces son nuestras preocupaciones , otras, cosas que nos hayan ocurrido, pero siempre buscando el lado positivo de todas ellas, que haberlo, haylo.
La reunión empieza a las 18.30 aunque yo suelo ser la última en llegar. Odio llegar tarde, pero no puedo evitarlo porque tengo que esperar a terminar las clases de inglés.
Cuando me uno al grupo, ellas ya llevan una hora de conversación y cuando llego, unas veces las encuentro riendo y otras están más serias. Todo depende de en qué se base la conversación.
Al sentarme les digo : "Ahora quiero un resumen, de todo lo que habeis estado hablando en mi ausencia ". Alguna, contesta: "No podemos. Hemos estado hablando de tí " y nos reimos.
Sé que están bromeando. ¿O no?
Hoy al llegar les he propuesto un juego.
Consistía en que todas comentásemos lo que pensamos de cada una de nosotras. Pero todo de buén rollito ¿eh? Ellas han aceptado encantadas y aquí está el resultado.
Empezamos opinando sobre Elena.
Dos hijos y un marido. Ella es como el Correcaminos, no para, siempre de aquí para allá. Aún así, siempre saca tiempo para estar informada de todo lo que acontece en nuestra calle. ¿Que abren un local nuevo? ella sabe lo que va a ser, ¿que aparece la poli por allí? ella sabe el motivo, ¿que necesitas comprar algo y no sabes dónde? No problem, ella te lo dice. Elena es nuestro propio periódico, nos mantiene informadas.
Devoradora de best- sellers, servicial, tan buena persona, que a veces abusan de ella.
En su casa también conviven dos perros y varios animales exóticos (en este grupo, no incluyo a su marido).
Sara:
Si en casa de Elena conviven con varios animales, en la de Sara puede quedarse a vivir todo el mundo. Es muy hospitalaria. Su casa se tendría que llamar "Hostal Sara". No sabe decir que no.
Es muy "cizañera" con nosotras, pero solo para hacernos reir.
Separada desde hace tiempo, busca novio con ahínco pero ninguno le parece bién. Pone el listón muy alto y es lógico, después de la experiencia que tuvo.
Aunque es muy joven, acaba de estrenarse como yaya.
Cuando ha llegado el turno de hablar de M. Pilar, ha habido unanimidad en rebautizarla como Marimandona. ¡Qué energía tiene para mandar! Iba para coronel pero se quedó en sargenta y además, ejerce de ello. Ya estamos acostumbradas a sus miradas asesinas cuando le llevamos la contraria.
Por el contrario, es fiel a sus amigas, muy expléndida y con muchas ganas de perder peso (aunque de momento, no lo consigue) Es difícil cuando le das con tanta frecuencia a los bocatas de salchichón, bonita.
Lleva dos años preparando la boda de su hija y contándonos todos los detalles. ¡Qué tertulias nos da con la dichosa boda! Ya sabemos hasta el color de la ropa interior que va a llevar. Sufre constantes dolores de cabeza y le hemos comentado que le iría bién algún porro de "maría" de vez en cuando, como uso terapeútico, claro, pero no hay manera, dice que esas moderneces no le dan confianza y la tenemos abonada a las Analgilasas. Creo que hasta le hacen descuento los laboratorios por comprarlas al por mayor.
Loli, rebautizada como "Lolita Bombón" es, según opinión generalizada, simpática, expléndida, algo cabezuda y por su simpatía, su chispa y su ímpetu, siempre el centro de atención de la reunión.
Le gusta tocar carne fresca y suele tener los bajos reservados. De hecho lo hace cada día, es que................es carnicera. Tiene un puesto en el Mercado Central, donde todo el mundo la conoce. Como he dicho, siempre es el centro de atención.
En este punto de la conversación, doy por terminado el juego que les había propuesto, dándoles las gracias por su colaboración, pero no cuela y me dicen que si creo que me voy a ir de rositas sin escuchar lo que opinan de mí, lo tengo claro, así es que les dejo que se explayen.
Todas resaltan enseguida y con cierto cachondeo mi obsesión por la limpieza, por lo cual me rebautizan con el nombre de "Marilimpilla" y la verdad es que no me molesta.
Seguidamente, me llueve un aluvión de adjetivos como: Creativa, solidaria (especialmente con los negros) más sociable desde que estoy con ellas, divertida, con chispa, muy defensora de mi tierra, bohemia............Alguien apostilla que también soy un poco rara y un poco "rojilla".
Logran dejarme sín palabras.
La sesión de terapia ha resultado un éxito. Hemos llenado de carcajadas el bar, nos hemos reido y divertido con ganas, analizándonos unas a otras. Ahora nos conocemos un poco más.
Así somos nosotras (algunas de nosotras) por dentro. Y para saber cómo somos por fuera, he querido poner una foto. Saber quién es quién, es tarea vuestra. Yo solo quería que supierais que tengo un lujo de amigas.




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