11/02/2009

Josita's party.


Recuerdo una canción de Antonio Flores que decía: "Puedo viajar, sin moverme del sofá"...y ahora lo entiendo porque es lo que yo hice anoche. Y no viajé sola. Lo hice como hay que hacer los viajes, acompañada de unos cuantos amigos y además de la manera más cómoda, sin equipaje y sin las largas esperas de los aeropuertos.
Fuimos llegando a casa de Josita, que era el punto de encuentro desde donde íbamos a partir, pero antes de hacerlo teníamos que tomar algo y la anfitriona nos preparó una estupenda cena, de la cual voy a destacar la crema de lentejas aderezada con comino que estaba buenísima. Era la primera vez que la probaba pero...no será la última.
La cena transcurrió muy animada, buén feeling y conversaciones divertidas y puedo asegurar que el vino no fué el "culpable" de ese buén rollito. Es verdad que las botellas fueron pasando por delante de mí una tras otra (incluído el champán) pero la risa fué natural. Os lo puedo asegurar yo, que solo bebí una lata de cerveza y sin alcohol. De hecho ni me la terminé, algo que sorprendió a la anfitriona, que no entendía que cuando nos íbamos, en mi vaso hubiera casi tanta cerveza como al empezar- bueno, yo también me lo pregunté-
Después del postre y el café, nos acurrucamos en el sofá para iniciar el viaje. ¿Destino? Israel.
La anfitriona estuvo allí el pasado septiembre y a través del ordenador conocimos más toda esa tierra. Incluso aprendimos un par de palabras ebreas. "Beseder", que significa "Vale" y "Jatula", que significa "Gata". Hala, ya me puedo defender si alguna vez voy allí.
Vimos fotos de preciosas montañas rocosas que forman el Valle de Timna y que evocan la historia de Jesucristo...la historia que nos han contado de Jesucristo. El desierto del Negev, Los Pilares de Salomón, la ciudad de Eilat, el Muro de las Lamentaciones, el horror del Museo del Holocausto...
¡Ah! y fotos de un hotel, el Red Rock Hotel y os preguntareis: ¿Qué tiene de especial este hotel? Pues así, como edificio no tenía gran interés, pero sí que encerraba muchos recuerdos, especialmente para uno nuestros amigos, que estuvo trabajando allí hace nada menos que ¡30 años! Por supuesto, se alegró mucho de volver a verlo. Por lo visto en todo ese tiempo apenas lo han renovado y el paso de los años le han dejado huella- y estoy hablando del hotel, ¿eh?-
Para endulzar el viaje se sirvió unos chupitos de licor y un poco de moscatel, junto con unas onzas de chocolate.
Al finalizar este viaje y sin movernos del sofá nos desplazamos a Manhattan, destino de otro de nuestros amigos que estuvo en septiembre también. Times Square, 5ª Avenida, La Grand Station, el Puente deBrookling, el Empire State Building y tantos y tantos rincones de una ciudad que es muy importante en mi vida. En la que he estado en dos ocasiones y a la que volvería otras tantas.
Los dos destinos son tan diferentes... Fué muy divertido.
De vuelta de estos dos destinos, los besos de despedida antes de regresar a casa, no sin antes quedar para volver a ver fotos de otro viaje. El que R. va a hacer a Uganda como invitado a la boda de un amigo. Nos adelantó algo de lo que puede pasar así es que ese viaje, seguro que tiene tela.

Sí, claro que hice fotos y están aquí.

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