9/07/2009

...Y como colofón, el mío...




¡Vaya semanita!
A los dos cumpleaños a los que he sido invitada esta semana, tengo que añadir otro más, el mío, que fué el sábado día 5 , al que no fuí invitada, pero del que no pude escaquearme.
Ya hubiera querido yo ya, pero familiares y amigos se encargaron de recordármelo, a través de llamadas telefónicas unos, postales en el buzón otros y Loli que se grabó ella misma cantando el "Cumpleaños feliz", cual Marilyn Monroe cantándole al presidente Kennedy y me lo envió a través de un sms al móvil. Ella es así, le gusta ser diferente.
Mi cumple, al igual que las bodas gitanas, ha durado tres días ¡toma ya!. Y no termina aquí la cosa ya que tengo un par de cabos sueltos por ahí, quiero decir, un par de amigas sueltas con las que lo celebraré el próximo martes (como todo en la vida, siempre hay algún rezagado) y de las que recibiré algún regalo más.
Todo empezó el viernes celebrándolo con mi madre y mi tía (su hermana). Como sé que les (nos) gustan los helados, les invité a una heladería que han abierto este verano en la calle Alfonso y allí sentadas alrededor de una mesa y charlando, estuvimos saboreándolos. El mío de chocolate, por supuesto.
No pudimos estar mucho tiempo allí porque mi madre, que parece que le pinchen los asientos y enseguida se quiere ir de donde esté, excepto de su casa, en cuanto vió que nos los habíamos terminado, dió por finalizada la celebración diciéndo: ¡Hala, qué! ¿Qué hacemos aquí? -"Disfrutar mamá, que para eso están las mesitas, para ...". Enseguida me cortó con la frase: "¡Tira, tira!" ...Y nos tuvimos que ir. Aún así, le dió tiempo de darme un regalo. Un objeto para dejar el móvil sobre la mesita del salón. Que dice que si me lo dejo en el bolso cuando estoy en casa, no lo oigo. Y tiene razón.
Después de acompañarle hasta su casa, me fuí a la mía a prepararme porque por la noche, estaba invitada a celebrar el cumple de Maite. Allí me lo pasé genial como podeis leer en la entrada anterior y cuando pasaba un minuto de las doce de la noche, algunas personas allí presentes ya me felicitaron por el mío. Entonces cogí un taxi y me fuí a dormir con la esperanza de que cuando me levantara el día 5, mi cumple hubiera pasado. ¡Ja,ja y ja! Pero ¡que va! todo estaba por empezar.
Sábado. Normalmente día de limpieza general, zafarrancho de combate. Pero es mi cumple y me niego a pasármelo limpiando, así es que decido hacer algo diferente. No, no fué una improvisación. Ya sabeis que no me gustan, pero he tenido todo un año para planearlo.
Planeé pasar la mañana paseando por el centro y oye, descubrí que los sábados a las 11 de la mañana...todo funciona. Si,si, las calles están llenas de vida y hay gente paseando por ellas, gente en las terrazas de las cafeterías, gente entrando y saliendo de las tiendas...Oye, he visto que hay vida más allá de mi casa.
Tampoco creas que pasé mucho tiempo paseando, era el primer sábado que salía y no quería abusar. A estas novedades hay que acostumbrarse poco a poco, no vaya a coger adicción y luego, cuando el próximo sábado esté limpiando, tenga mono de salir. Así es que, a las 2 de la tarde regresé a comer a casa.
Al llegar, recibí la llamada de una amiga que acababa de volver de las vacaciones y quería que quedásemos para tomar algo y darme el regalo de mi cumple. Sigue la celebración.
A las 6 de la tarde nos reunimos. Nos lo pasamos muy bién y cerca de las 8, Luis y Daniel me recogieron para ir a la Sala Mozar a disfrutar de un Encuentro Internacional de Folcklore, gracias a las entradas que nos habían regalado. Actuaban 5 ó 6 grupos de otros tantos países, pero tras el tercer grupo, hubo un descanso. Descanso que aprovechamos para salir de allí.
Tanto baile y tanta musiquita nos había abierto el apetito. Bueno y también que ya eran las 10 de la noche, así es que nos dirigimos al centro y cenamos muy a gusto y después de tomar un café en otro sitio, nos fuimos a casa.
El día de mi cumple había terminado...pero no las celebraciones.
El domingo, mi familia y yo seguimos con las celebraciones de un cumpleaños, el mío, que ya habían empezado el viernes y nos fuimos a comer a un restaurante que estaba nada menos que cerca de la Universidad. Cruzamos la ciudad de punta a punta. ¡toma viaje!
Al volver a casa, recibí la llamada de un par de amigos para tomar algo (por mi cumple). Que ya me daba miedo hasta coger el teléfono oye, porque cada vez que sonaba era para volver a salir.
Por supuesto salí, dos amigos y doble felicitación, en estéreo. Me lo pasé muy bién y regresé a casa con otro regalo.
El lunes me dió un respiro, pero duró poco ya que el martes la celebración era doble. Mañana y tarde. ¿No quieres taza? Pués taza y media.
Por la mañana desayuno con dos amigas, nuevas felicitaciones y dos nuevos regalos.
Por la noche, la celebración era en casa. Venían a cenar unos primos especiales. Era la pareja protagonista de la "no boda". Pero como nadie mencionó nada de ese tema, seguimos igual.
Para que todo saliera bién me pasé la tarde cocinando, pero mereció la pena porque todo estaba buenísimo (es que no tengo abuela). Cené tanto que tuve que rechazar (no sin gran esfuerzo) mi taza de cereales con bebida de soja chocolateada de todas las noches. Antes de empezar, me hicieron un regalo.
Llegamos hasta hoy 9 del 9 del 2009 ¡Hostia! y por la tarde sigue rondando mi cumpleaños. Esta vez con mis amigas, las chicas del club del martes. Lo hemos celebrado con dulces y coca-colas y por supuesto las pipas que los chinos del bar nos han regalado.
Bueno, el día ya está terminando y espero que este laaaargo cumple, también haya finalizado. Que yo lo que quiero es olvidarme de que acabo de cumplir un año más y llevo 5 días sín podérmelo quitar de la cabeza.
Si me descuido se alarga hasta el próximo.

Mas fotos, aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muchas felicidades Esther and family